❀11❀

266 39 17
                                    


      ✿La noche ya formaba parte del reino, y con ella llegaba la luna posada en el cielo. Los rasgos lobeznos ya estaban presentes en cada uno de los licántropos del lugar.
   El príncipe y el omega estaban paseando por el bosque, respirando el aire puro que había. Jinho estaba feliz, echaba en falta estar en libertad y no encerrado en aquel palacio. Sin embargo, a su vez Hongseok estaba alerta, incómodo, escuchando con máxima atención cada ruido. Estaba preparado por si se presentaba una situación en la cual tuviera que luchar o tenía que escapar con Jinho. Se sentía inseguro, lo único que le aliviaba era vez la amplia sonrisa en el rostro de Jinho.

   —Gracias por traerme aquí, Hongseok —dijo sonriendo el menor, las pequeñas orejas que crecían desde su cabello se movieron enérgicamente.

   —Ni lo digáis, pero ya sabéis que no nos quedaremos durante mucho tiempo. Es bastange peligroso, sobretodo para vos.

   Jinho asintió de manera animada. Por suerte, el bosque estaba tranquilo, era un ambiente agradable y apaciguado. Perfecto. Quizás lo único que molestaba era el frío, pero Hongseok se encargó de llevar muchas prendas para que no fuera un impedimento. Así que, para Jinho, aquel estaba siendo el mejor paseo de su vida; más que nada porque siempre había estado en soledad.

   Caminaron sin alejarse mucho del pequeño sendero que atravesaba la arboleda, hasta que llegaron a los pies de un majestuoso roble. Allí, se recostaron sobre el suelo y se dedicaron a mirar hacia las estrellas, bajo la tenue luz que reflejaba la luna.

   —Quería decirle algo... —habló, rompiendo la silenciosa armonía el omega.

   —Decidme.

   —Es sobre Hyunggu —comenzó suavemente, midiendo las palabras con cuidado—. Estuve hablando con él y... y ha tenido algunos percances con Yuto. ¿Podría usted hablar con él?

   Hongseok sintió una gran decepción, esperaba que le dijera algo acerca de ellos dos; sobre sus sentimientos quizás, pero no sobre el problema que tenía su sirviente. Suspiró, de aquella noche no pasaba, le pediría «formalizar» la relación que compartían.

   —Claro, yo hablaré con él.

   Hongseok se apoyó sobre el tronco del roble, viendo cómo Jinho también se incorporaba y se aferraba a su pecho. El alfa lo envolvió con fuerza, aunque simultáneamente denotaba afectuosidad y posesión.
   Tal vez era una señal, la señal de que era el momento idóneo para hablar sobre ellos, y sabía que Jinho no sería quien tomara la iniciativa.

   —Jinho —llamó en un hilo de voz.

   —¿Uhm?

   —Pronto me casaré... y lo sabéis —hizo una pausa—, así que antes de cometer semejante idiotez... me gustaría preguntaros si queréis que hagamos que nuestra relación se califique más en serio.

   Jinho estuvo confuso durante unos instantes, no entendía a qué se refería hasta pasados unos segundos. Entonces, sonrió. Sus miradas se cruzaban inevitablemente, brillantes y esperanzadas.

   —¿En serio? ¿Se refiere a que... a que seamos amantes?

   —Podéis llamarlo así. Todavía es demasiado pronto para vincularnos en un «lazo rojo»*, pero creo que es el momento de que no solo seamos... conocidos.

🐺Pet me🐺 🌜JinHongseok🌛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora