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[Juro que tardo más pasando lo que escribo en clase al móvil, que realmente haciendo la historia (e ignorad mi letra de mierda lol). Send help].

      ✿La sonrisa que últimamente adornaba ampliamente el rostro de Hongseok tenía temblando de inseguridad a Jinho. Era consciente de que no todo estaba marchando correctamente, pero era incapaz de preguntarle qué sucedía. Tenía miedo de la respuesta; de que ésta fuera que había sucumbido ante los encantos de la hermosa princesa.
   No sabría cómo reaccionar si se diese la situación.

   Por otra parte, el alfa también había notado el humor de perros que Jinho traía encima. Lo poco que podía descifrar de aquel comportamiento era temor y cansancio, además de una bizarra inestabilidad. Mas no entendía el porqué, pues cada vez que tenía la intención de hablarle desaparecía, como si estuviera evitándolo. Era realmente molesto.

   Así que por ello decidió citarlo para informarle acerca de la gran noticia que surgió. El padre de Hongseok estaba atravesando un estado crítico de salud, tal vez al borde de la muerte. Y todo por una supuesta intoxicación. Si el rey fallecía, entonces él obtendría la oportunidad de convertirse en el gobernador del reino y podría trasladarse a un palacio a solas —con Jinho—. Su única función sería dar herederos con la reina cuando fuera necesario.
   Siempre y cuando los progenitores de la actual princesa no interviniesen,  mas ya se encargaría de que ese asunto no supusiera ningún problema.

   El príncipe escogió un día cualquiera, o más bien en una madrugada cualquiera, para obligar a Jinho a ir junto a él y comentarle acerca de su padre. Cuando el castillo se sumergió en un completo silencio, no dudó en ir a la habitación donde el pequeño omega se hospedaba. Para que Hyuna no se hiciera demasiadas preguntas, le había dicho que iría a dar una vuelta para despejar su mente.

   Al llegar al dormitorio, ingresó silenciosamente mientras observaba el bultito que se escondía entre las sábanas. Estaba dormido, aunque cuando se acercó pudo ver un rastro seco de lágrimas recientes.
   Una punzada de culpa lo invadió y de repente sintió una terrible necesidad de proteger y ofrecerle todo su cariño. Se había estado sintiendo de esa manera tan sobreprotectora desde un tiempo atrás, y al no poder identificar el olor de Jinho por culpa de las pociones no podía descifrar lo que era. Pero si algo tenía claro, era que no iba a permitir que el menor sufriera ningún tipo de daño.

   Con cuidado y mucha lentitud, Hongseok colocó su rostro en el cuello de Jinho, provocando que este abriera sus párpados aturdido. Cuando se percató de la persona que estaba a su lado, su corazón dio un vuelco, y casi saltó de la cama por la impresión de tenerlo tan cerca.

   —Hongseok... —murmuró casi sin voz, la cual salió ronca.

   —Tengo buenas noticias.

   Jinho parpadeó rápidamente, tratando de acostumbrarse a estar despierto y a asimilar las palabras que el príncipe le había dicho. Antes de que pudiera procesarlo del todo, se incorporó y se alarmó al darse cuenta de lo grave de la situación.

   —¿Qué está haciendo aquí a estas horas? Si me descubren... s-si nos ven...

   —Shh, Jinho. Nadie nos va a ver juntos, relajaos. Lo que tengo que deciros es importante y creedme cuando os digo que os alegrará —respondió en un tierno susurro, acariciando afectivamente los cabellos ajenos.

   El menor tan sólo asintió con dificultad; el miedo todavía sin desparecer por completo de su cuerpo.
   Empezó a sentirse mal, y sabía que pronto llegarían los mareos y las náuseas, mas debía aguantar. No podía dejar que Hongseok lo viera en ese estado.

🐺Pet me🐺 🌜JinHongseok🌛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora