Yo Te Ayudaré (Klaine boyxboy) (Autora original)

CAPÍTULO 22: ¿ES UN SUEÑO?

CAPÍTULO 22: ¿ES UN SUEÑO?

A la mañana siguiente, Blaine abrió los ojos y pudo comprobar que entre sus brazos seguía Kurt, dormido, con la boca un poco abierta y los ojos cerrados. El mayor estaba tumbado sobre su hombro izquierdo, con su mano izquierda sujetaba la mano derecha de su novio y la derecha descansaba en la espalda ajena. Los pechos de los dos chicos estaban completamente pegados salvo por la intromisión de las manos y las piernas estaban enredadas de manera que, a simple vista, no se sabía a quién pertenecía cada una. Blaine decidió despertar a su novio antes de que lo hiciera el despertador, así que dejó dulces besos en la comisura de los labios, hasta que el ojiazul realizó un movimiento que permitió que se besaran correctamente, como corresponde a una pareja enamorada.

Se levantaron y se vistieron en silencio, no necesitaban decirse nada. Kurt comenzó a preparar sus cosas para pasar el fin de semana en casa. No sabía si Blaine querría que le contasen algo a su padre, al fin y al cabo, sólo llevaban una día cómo pareja y ya iban a ir los dos a casa de los Hummel. Al volverse a mirar al moreno, éste estaba sentado en la cama al teléfono, esperando que alguién al otro lado respondiera. Al darse cuenta de que el castaño lo estaba mirando, el ojimiel le dirigió una sonrisa.

– Hola, B.

– Hola Coop, ¿Qué tal estás?

– Muy bien, enano ¿Y tú?

– Fantástico, de hecho, tengo una gran noticia que darte.

Kurt entendió lo que iba a hacer su novio, por lo que se acercó a él y apoyó su mano en el hombro del menor. El ojimiel sujetó la mano libre de su novio.

– Sabes que puedes contarme lo que quieras.

– Tengo novio.

– ¡QQQQQQQQQUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEE!

Blaine tuvo que apartarse del teléfono por el grito de su hermano. Kurt tuvo que contener la risa que le dio escuchar al actor.

– Lo que escuchaste, Kurt y yo somos novios.

– Me alegro mucho por ti... ¿Está contigo? ¿Puedo habar con él?

Blaine miró a Kurt asustado, se apartó el teléfono y le dijo al castaño.

– Quiere hablar contigo.

El ojiazul le quitó el movil a su novio y comenzó a conversar con el hermano de su novio.

– Al habla Kurt.

– Creo que me entendiste un poco mal... Te dije que cuidaras de él, no que te metieras en sus pantalones... – Bromeó el mayor.

– ¿Pero quién te has pensado que soy? Yo sólo he cuidado de Blaine. – Continuó con la broma el castaño.

– No le hagas daño, es lo único que pido...

– Lo único que te puedo decir es que haré todo lo que pueda por hacerlo feliz.

– Esa es la respuesta que esperaba... Intentaré haceros una visita pronto, tengo que comprobar que tus intenciones con mi hermanito son buenas... Y tengo que aprobar vuestra relación.

– Ya sabes donde encontrarnos, cuando quieras puedes venir...

En ese momento, el ojimiel le quitó el teléfono.

– ¿Vas a venir?

– Claro enano, quiero verte.

– Esperaré tu visita. No me falles.

– Nunca más, B, nunca más.

Cuando se despidieron de Cooper, Kurt miró a Blaine.

– ¿Nunca le contaste a tu hermano tu relación con Nick? – Quiso saber el castaño.

– No... nunca vi la necesidad... Supongo que mi subconsciente me decía que no era real. – Respondió el moreno.

– Y lo nuestro, ¿Es real? – Preguntó el mayor.

– Por supuesto que si... ¿Acaso lo dudas? – La cara del menor empezó a mostrar temor por primera vez desde que se declaró el ojiazul.

– No, claro que no. – El ojimiel se acercó a su novio y besó sus labios de manera dulce, intentando transmitir todo el amor que su corazón albergaba por ese maravilloso chico que lo acompañaba.

Después de esa conversación, la nueva pareja se fue a despedir del resto de los Warblers, habían quedado en el salón para ello. Al entrar allí, las miradas de todos se dirigieron a las manos entrelazadas de los chicos.

– ¡AH! – Gritó Jeff.

– ¡Por fin! – Dijo Nick.

– ¿Cómo ha sido? – Quiso saber David.

– No sabía que te interesaban esos cotilleos, David. – Comentó Kurt sorprendido.

– Sólo si tratan de mis amigos. – Respondió el aludido.

– Blaine me besó y al separarnos yo me declaré. – Dijo el castaño.

– Genial. – Dijo Trent.