Día 8.

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"No juegues, sé que
estás justo ahí.
Siento que apareceras, así que
espero sin ningún objetivo.

Necesito ir a buscarte.
¿Puede ser que tú me estes buscando?
Porque yo te estoy buscando
ahora mismo."


Era la sexta vez que pasaban por aquél automovil rojo sin puertas ni ruedas que tenía los cristales rotos y se veía oxidado.

—Vaya lugar al que se a mudado— gruñó Seungkwan mientras miraba su celular.

—Si se la pasa haciendo de las suyas yo también pensaría que se movería a un lugar mejor.

—Oh no—dio palmaditas en su cabeza— El dinero que el "toma"—hizo las comillas con sus dedos— Bueno, la mayor parte no es para él.

—¿De verdad?

—Así es— asintió Seungkwan quién no estaba ni cerca de saber guardar secretos— Sólo el 20% es para él y maldito de SeungCheol se queda con el 50%.

—¿Para quién es el otro 30%?

—Es.... para su hermano— esquivó sin más.

Joshua permaneció en silencio.
En el callado barrio por el que pasaban sólo podía escucharse el cantar de algunos pájaros y el sonido de las ruedas de la silla andando por el empedrado camino.

Había tantas cosas que el castaño no sabía de Jeong Han. Primero Seung Cheol y ahora ¿un hermano?
Se sintió desnudo, descubierto e indefenso. Dado a su monótona y simple vida en aquél hospital, cualquiera sabría todo sobre él.

Joshua no tenía secretos, era simplemente... transparente.

—¡Es por ahí! ¡Lo tengo!— Seungkwan empujó la silla a toda prisa.

—¿Qué dices? ¡Yo no veo nada!— sus uñas se aferraban con fuerza a los reposadores de brazos.

Llegaron a una casa pintada de azul marino y Seungkwan subió un par de escalones para mirar por las empolvadas ventanas.
Bajo con sutileza y con la cara pálida.

—O-olvidalo—rió nervioso—No es aquí, tal vez deberíamos sólo irnos. Creo que me equivoque de direcci...

Con una patada, SeungCheol abrió la puerta y salió de la casa.
—¿Te marchas tan rápido, gordito? ¿Sin beber una taza de té primero?

Tras él estaba Jeong Han, cubriendo su desnudo cuerpo con una sábana, mirando con los ojos como platos a Joshua.

Seungkwan desvió la mirada y el castaño le frunció el ceño a SeungCheol quién se acercó a él mientras se subía vulgarmente la bragueta.

—No te quedó claro lo qué te dije ¿verdad?— cuando iba a tomarlo por el cuello, Joshua se puso de pie, sorprendiendo a el pelinegro y haciendo que Jeong Han empezara a llorar— ¿Ahora quieres jug...

SeungCheol no pudo terminar la oración dado al fuerte golpe lleno de ira que le había propinado Joshua.

Sintió como si su brazo se hubiera roto, le temblaba y podía jurar que desde el hombro hasta la punta de sus dedos sus huesos se habían convertido en polvo.

Don't Wanna Cry | JIHAN |  SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora