Yoon Jeong Han es un ladrón muy listo que siempre se encuentra huyendo de la policía. Nunca se queda mucho tiempo en el mismo sitio así que es sumamente difícil que den con él.
Viviendo una rutinaria vida llena de huidas y peleas callejeras, su vid...
— Dile a tu compañero de celda que sale hoy — la voz del Lee Jooheon era imponente y helaba la piel de la mayoría de los reos — ¿No escuchaste? ¡Anda y dile! — dio un golpe seco a la mesa en dónde estaba aquel insolente preso.
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— ¿Ahora yo tengo que hacer tu trabajo? — respondió burlón esbozando una media sonrisa, ajustando el pañuelo que usaba en el cabello exponiendo su frente, sacando a la luz sus rasgos faciales y destacando sus cejas— Espera ¿dijiste hoy? Creí que salía la próxima semana.
— Suficiente palabrería Tae Hyung, anda ya.
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Tae Hyung, a quién todos en prisión llamaban V, se levantó de mala gana y tiró la bandeja del desayuno a los pies del guardia, quién tuvo que emplear todo su auto control para no levantarla y reventarla en su cabeza.
Estaba prohibido tocar a V.
— Jeong Han — llamó con una voz suave al rubio que estaba recostado en la litera.
Cualquiera que lo conociera de antes y lo hubiese visto en ese momento no lo habría reconocido.
Su cabello había crecido considerablemente, y a V le encantaba, lo acariciaba todo el tiempo, era todo lo que podía obtener de Jeong Han.
Este le miró sonriente, de una manera tan alegre que hacía parecer que estaba libre de todo problema y dolor.
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