Despertando

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Eleonor llego a su trabajo. Su jefe era uno de los más adinerados del pueblo. Era amable con todos, demasiado para su gusto. Y para colmo no dejaba de tratar de emparentarla con su hijo, que no perdía oportunidad para tratar de conquistarla. Todas en el pueblo babeaban por David pero ella no. Y eso tal vez era lo que le atraía de ella.

Hola Eleonor. Ella saludó con la mano. Escucha este viernes tendremos una fiesta sorpresa para David es su cumpleaños. Así que ya se lo comenté a tu padre el día que pescamos. Si él lo mencionó. Pues quería confirmar la asistencia de ambos al club. Le diré. Pero tú irás. ¿Verdad? No soy chica de fiestas Sr. Stuart. Sería el mejor regalo para David que estuvieras allí. Lo pensaré. Debo ir a guardar está caja. No sé que le ve nuestro hijo a esa chica Larry. Ella ni siquiera le hace caso, y me sorprende siendo David quién es. No es feo, tampoco vago y menos pobre. ¿Qué más quiere esa chica? Al menos sabemos que por su dinero no le busca Jen. Y no es una chica vacía y hueca. Quiere estudiar medicina me dijo Robert el otro día. Es la mujer que David necesita a su lado, una que lograra aumentar su posición y dinero. Y es linda debes admitir. Su padre es agradable y es retirado del FBI. No lo sé Larry hay algo que no me gusta de ellos. Deja la paranoria, creo que solo tienes miedo de perder a tu niño.

La noche llego y Eleonor salió junto a su jefe que cerraba ya la tienda. De pronto unos tipos se presentaron, no eran del pueblo eso es seguro porque jamás le había visto. ¡Hola qué tal estás viejo! Eran 5 y se notaba que no tenían buenas intenciones. El Sr.Stuart estaba nervioso pero para sorpresa de Eleonor ella no. Era extraño pero podía percibir la maldad de esos individuos. Chicos les daré lo que pidan pero dejen ir a la muchacha. No lo sé viejo tal vez ella quiera pasar un buen rato conmigo. Dijo uno de ellos mirándola lasivamente. Se ve que tiene un buen trasero. Intento tocar su trasero pero su mano no llego porque Eleonor la doblo haciéndolo arrodillarse del dolor en una llave, y no tan solo eso los otros 4 intentaron atacarla pero sorpresivamente Eleonor esquivó todo ataque y los derribo sin soltar al idiota que trato de tocarla. Le dio un buen golpe en su rostro que lo hizo caer inconsciente. Eleonor comenzó a temblar de la impresión. El Sr. Stuart no salía de su sorpresa al ver cómo ella había acabado con aquellos cinco como si nada. Tranquila llamaré a la policía. Tiempo después la llevaron a su casa donde la recibió su padre.

¿Qué sucedió? Pues unos sin vergüenzas trataron de robarme al cerrar la tienda. ¿Están bien? Si estamos ilesos gracias a tu hija Robert. Robert lo miraba extrañado. Has enseñado bien a tu hija con esas técnicas de defensa. Esos tipos no esperaron encontrase con una Jackie Chan. Todavía no salgo de mi asombro. En solo nada los derribo. Gracias por traerla Larry. Gracias Eleonor si no fuera por ti sabrá Dios que nos hubiese ocurrido. Hasta luego Larry. Eleonor se sentó y aún no salía de su sorpresa. Miró a su padre. No sé cómo lo hice. Tal vez fue la adrenalina. Ella le miró. ¡Adrenalina! ¡Papá por más adrenalina que tuviera no podría con cinco! Fue algo que brotó de mi interior, una fuerza que no podía detener. Sabía que debía hacer todo vino a mi mente tan claro y preciso. Cada movimiento, cada golpe precisó. Solo supe papá; solo lo hice como si lo hubiese hecho tantas veces. Sentía su maldad y esa misma maldad me hacía responder. No sé cómo explicarlo. Algo dentro de mí quiere salir y cada vez es más fuerte. ¡Tengo miedo! Ya olvida eso y mejor tomate tu medicina. ¡No Robert! No quiero la medicina. Eleonor si no la tomas tu dolor de cabeza volverá. ¡Qué soy Robert! ¡Quién demonios soy! Dijo en histeria. Su cabeza comenzó a doler por la presión a la que estaba su mente. Robert fue por la inyección que la calmaba y que en casos como ese la psiquiatra le había ordenado administrar para relajarla. Rápidamente cayó dormida. Duerme pequeña, vas a estar bien lo prometo.

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