Te salvare

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Eleonor y Nicolás fueron a entrenar. Eleonor tomo una espada y Nicolás otra. Cuidado no te dañes una uña. Dijo burlón Nicolás. ¡Oh! Lo dice quien teme arruinarse su secado de cabello. ¿Olvidaste tu labial? Nicolás sonrió ante su respuesta. Eleonor comenzó el ataque y Nicolás esquivaba cada uno muy bien. Eleonor hizo una maniobra pero Nicolás la pudo neutralizar. Eleonor se sorprendió. Nada mal perrito. Voy a quitarte esa palabrita de la boca mocosa. Inténtalo Fifi. ¡Fifi! Si así te apodare french poddle. Eleonor atacó, trato de quitarle concentración a Nicolás con aquella provocación pero no lo logró y cuando dio la espalda Nicolás le propinó un golpe a su trasero con la espada a lo que ella se quejó. Cada vez que pierdas te daré una y como vuelvas a llamarme perro...¿Qué harás? Atacó de nuevo pero no logró su cometido y Nicolás la neutralizó quedando en su oído. Cerraré esa boquita imprudente. La soltó y le propinó otro golpe a los glúteos. Eso ya no me está gustando. ¿Y que piensas hacer mocosa? Eleonor se molestó demasiado por su burla y sin más fue con todo, era buena y fuerte debía admitirlo. Logró derribarlo al suelo, Nicolás sonrió. ¿Es lo mejor que tienes? Eres un...Fue de nuevo al ataque estaba furiosa pero eso solo logró que Nicolás ganara, propinándole otro golpe. Ya su trasero ardía no quería más golpes allí. ¡Eres un patán! Y tú una majadera y una mocosa. ¡Bruto, animal! ¡De cerebrada, ignorante! ¡Que se puede esperar de un perro! Dijo esto y dio media vuelta para irse pero recibió una sorpresa cuando Nicolás la volteó y la beso. Al principio se resistió pero luego cedió era como si no tuviera voluntad, las sensaciones que recorrieron por su cuerpo eran increíbles. Sus lenguas parecían una sola tan sincronizadas. Eleonor puso sus manos en su cuello y Nicolás la levanto en peso así que ella rodeo sus cintura con sus piernas, chocaron contra un árbol y el beso se intensificó aún más. No podían parar. Eleonor nunca había sentido algo así, jamás había besado de esa manera que ella recuerde. Escucharon pasos y pararon aquello de inmediato. Era Gina y Teza. Hola chicos les traje algo de tomar y de comer. Dijo Teza la cual noto el rubor de Eleonor y vio como su hermano estaba volteado para otra parte. ¿Entrenarán hasta tarde? Preguntó Gina ajena a todo. ¡No! Ya terminamos. Eleonor salió de allí disparada. Veo que entrenaron fuertemente. Dijo Teza sonriéndole a su hermano. Eleonor no entendía porque le pasaba eso con Nicolás, ni porque respondió a su beso y de aquella manera. Si no hubiesen llegado ellas tal vez hubiéramos...¡No; no; no; no! Cálmate Eleonor solo fue un impulso, adrenalina y una respuesta natural del cuerpo.

Bajo a la cena y tuvo que acomodarse suavemente ya que su trasero le dolía. ¿Te pasa algo hija? Nada papá, tranquilo. Miró a Nicolás quién sonreía divertido. Quería matarlo con la mirada. ¿Entrenaron? Si. Dijo Nicolás. Y parece que muy arduamente porque estaban muy agitados cuando los encontramos. Dijo Teza sarcásticamente haciendo que Eleonor se atragantara tosiendo. ¡Estás bien! Tomo un poco de agua mientras que su padre le daba golpes en su espalda. ¡Si; sí! Estoy bien. Nicolás sonreía de oreja a oreja ante la reacción de ella. Deben estar muy sincronizados Nicolás. Así será. No lo dudo. Volvió Teza pero esta vez Nicolás le advirtió con la mirada y alzó sus manos en rendición. La cena acabo y todos se fueron a dormir. Eleonor no podía conciliar el sueño así que fue a caminar afuera, se detuvo a observar el río el cual la luna iluminaba desde el lugar donde estaba parada. Veo que somos dos los que no podemos dormir. Era Nicolás quién se puso a su lado. Lamento haber lastimado tu trasero. Está bien. ¡Vaya! No hay insultos, ni nada. Eleonor no podía decir nada porque solo recordaba el beso y de la manera en que él la tocó, como se sintió y de solo recordarlo su cuerpo comenzó a sentir calor. Debo descasar, permiso. Eleonor espera...tomo su mano y una corriente recorrió todo su cuerpo y él sintió lo mismo. ¡Nicolás! Otra vez Gina rompía el momento. Ya le estaba comenzando a molestar a Nicolás ese hecho, Eleonor aprovecho eso. Parece que eres muy solicitado. Dijo esto molesta y se marchó. Llego el día y todos estaban preparados para el ataque sorpresa. ¿Qué atacaremos? Un nido de brujas. Papá ellas son muy hábiles y pueden neutralizarnos. Solo usa tus instintos Eleonor he visto que me han ayudado a no ser atacado. Abre tu mente y guíate. Está bien. Les acompañan vampiros así que ustedes se encargan de ellos y nosotros dos y los cazadores de las brujas. Nicolás, cuídala. Sabes que lo haré. Eleonor le escucho y sintió alegría al ver cómo lo decía.
Entraron a la cueva Eleonor sentía esa opresión que ya conocía muy bien. Están cerca. Nicolás estaba en su forma de lobo Eleonor le hizo señas para que se fuera hacia un lado donde presentía a un vampiro y así fue era uno alimentándose y Nicolás le dio muerte arrancando su cabeza. Comenzaron los gritos y el ataque fue inminente. Eleonor trataba de divisar a las tres brujas que estaban mientras atacaba a los vampiros que allí estaban. Pronto sintió a una que intentaba invocar algo contra uno de los cazadores pero Eleonor era rápida de una manera sobrenatural y empuñó su daga por la espalda de la bruja haciéndola caer herida y el cazador corto su cabeza. Gracias. Dijo él. Eleonor siguió su ataque faltaban dos. Vio como su padre eliminaba a la segunda, solo quedaba una. No la hallaban y habían acabado con todos. Creo que huyó padre. Sí, lo más probable, pero no debes bajar la guardia enfócate. De pronto de la nada Nicolás fue lanzado contra una de las paredes rompiendo sus costillas y para rematar la bruja lo apuñalo con una daga. ¡No! Grito Eleonor. Su ira fue tal que antes de que la bruja pudiera ejercer palabra ella giro su cabeza matándola en el acto y apuñalo su corazón. Fue rápido hacia Nicolás que había vuelto a su forma humana. Su tío y todos se acercaron. Ha sido envenenado. Debemos llevarlo al fuerte.

¡Fue tu culpa! Gina abofeteó a Eleonor. ¡Gina! ¡Se suponía que le cuidarías! ¡Debías velar por él! ¡Eras su compañera! ¡Gina basta! La reprendió Sam sujetándola.
No, ella tiene razón debí estar más alerta, debí velar por él. ¡Haz lo que hiciste conmigo! ¿Qué hiciste? Preguntó Paul. Ella sano mis heridas. Puso sus manos sobre mi y ellas cerraron. Eleonor. ¿Es eso cierto? Ella asintió. Solo lo hice esa vez. Inténtalo Eleonor. Suplico su tío. Eleonor fue y al entrar vio a Nicolás tan mal, parecía muerto. Eleonor sintió un dolor muy grande en su pecho que no podía soportar, ni explicar. Lágrimas salían si parar. Acarició su rostro pálido. Voy a sanarte Nicolás vas estar bien. Así pagaré al menos la mitad del daño que le hice a los tuyos. Eleonor extendió sus manos sobre su pecho herido, su padre y Paul estaban allí observando. Miró a su padre con sus ojos llenos de lágrimas y lo miró de una manera que a su padre le extraño. Cerró sus ojos y pronto un aura brillante emanó de su cuerpo golpeando a Nicolás invadiendo su cuerpo entero. Era como una transfusión de energía que se trasladaba del uno al otro y pronto su padre entendió que pasaba. ¡Eleonor no! Pero ya era tarde Eleonor cayó al suelo y la energía cesó y para sorpresa de Paul, Nicolás despertó sano. Paul corrió feliz hacia su sobrino pero pronto la felicidad se vio empañada. Nicolás corrió hacia Eleonor que yacía en los brazos de su padre. ¡No debieron dejarle hacerlo! Pero Nicolás tu morías. ¡Es que no entiendes tío! ¡Ella absorbió el daño! Ahora ella muere tío. Y si mi mate muere yo lo haré también. La tomo en sus brazos y la acomodo en la cama. ¿Quién ideó esto? Bueno Gina dijo que ella le había sanado unas heridas en sus muñecas y pues solo le pedí que lo intentara. Nicolás busco sus muñecas y vio las cicatrices en ellas. Ella absorbió el daño, observa. Le dijo a su tío. Ella no puede morir. No lo hará Nicolás solo esperemos y oremos de que se recupere.

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