Luke no entiendo porque has querido venir aquí a este pueblo olvidado. Solo estamos de paso por aquí Rena. No tengo la culpa de que este auto halla fallado, mañana nos iremos. Eso espero. No me gustan los lugares así. Me gustan las grandes ciudades llena de personas extrañas y desconocidas. Este lugar es algo aburrido. Nunca te cansas de eso. Pues no y lo sabes. Iré a preguntar por un lugar para quedarnos. Entró a la cafetería y como era de suponer todos miraban al forastero. Una señora fue hacia él. ¿Qué le sirvo? Solo quiero saber en dónde hay algún hotel o casa donde pueda hospedarme. Hay un hotel a las afueras del pueblo. Podría decirme si habrá algún mecánico que pueda verificar mi auto. Oye Marc. ¿Sí? Este joven necesita ayuda con su auto. ¿Dónde está? Lo deje a varios kilómetros de aquí pues no enciende. No hay problema vayamos a ver pero antes debo pasar por la ferretería. Por supuesto. Iré por mi grúa. Todos seguían observándolo y Luke sonreía ante el intento de intimidarlo. Si supieran. ¡Luke! trajiste...Rena él nos ayudará con el auto. Me parece bien. Dijo ella acariciando al hombre que se puso nervioso ante ella. Obviamente Rena era hermosa, una belleza in real para muchos, igual que Luke. ¿Ustedes van de paso? Si guapo. Sonreía ella al hombre y acercándose demasiado dentro de la grúa. Voy un momento a la ferretería. Iré contigo debo comprar unas cosas. Luke acompañó al hombre. ¡Marc! Bueno verte. ¿Quién es tu amigo? Él es un cliente que se le averió su auto cerca de aquí. ¿Está mi pedido listo? Por supuesto. ¡Eleonor! Ese nombre llamo su atención. ¡Eleonor! Entonces la vio venir y quedo perplejo ante la figura que se acercaba a ellos. Luke nunca mostraba emociones y mucho menos temor ante nadie pero esta vez sí. Sus sentidos se agudizaron. Eleonor miró al hombre que entró junto a Marc y llamo su atención como nunca nadie lo había hecho. Sus ojos se encontraron y Eleonor sentía que lo había visto antes, de pronto se sintió mal. ¿Te pasa algo Eleonor? No, solo me duele un poco la cabeza. Iré por mi medicina. Yo iré por tu caja Marc. Esa chica. ¿Es nueva aquí? ¿Eleonor? Vive aquí hace tiempo junto a su padre Robert. Un retirado del FBI. Pensé que la conocía. Pues no creo ellos son personas muy reservadas en especial ella. Su padre es muy estricto cuando se trata de ella. No deja que nadie se le acerque a su hija. Ese es su padre ahí viene. Hola Robert. Hola Marc. ¡Robert! Hola Larry. ¿Y Eleonor? Fue a tomar una medicina pues le dolía su cabeza. Si pues eso mismo vine a traerle se le quedaron en la casa. Iré a verla. Observo al forastero detenidamente y luego siguió su camino. Luke se mantuvo en silencio por todo el camino. Creo que es mejor dejar el auto, encontraremos otro cerca de aquí. Además tengo hambre y...Rena no nos iremos. ¡Qué! Lo que escuchaste. ¡Pero porque! Te lo explicaré luego, ahora deja que el hombre arregle el auto. Deberé llevarlo al taller. Por mí está bien. Les daré un aventón al hotel. Rena se montó en la grúa de mala gana. Parece que hoy es tu día de suerte muñeco. Le dijo al hombre quien la miró extrañado.
En la casa Eleonor no dejaba de pensar en aquel hombre que llamo su atención. La forma en como la miraba la confundía, no podía descifrar nada en él. Los medicamentos inyectados inhibían sus sentidos. La mayor parte del tiempo al ver una persona que no era buena sus sentidos se agudizaban, era como una advertencia de cuidado. Pero al estar bajo efectos del medicamento que su padre le inyectó ese sentido se atrofiaba. Estaba paranoica, definitivamente, tal vez solo era una persona que necesitaba ayuda y nada más. No entendía porque esos ojos llamaron su atención. Y su rostro era como si lo conociera de alguna parte. La madrugada llego y como siempre despertaba a las 3 de la mañana sudorosa por la pesadilla, pero esta vez fue diferente porque juro que vio una sombra frente a su cama. Encendió la luz pero no había nada. De nuevo surgió aquel desespero y ansiedad pero estaba vez más fuerte que otras veces, tanto así que bajó corriendo las escaleras y salió afuera. Le faltaba el aire y su cuerpo temblaba. Sentía que la observaban miraba a todas partes pero no lograba ver nada. Su cabeza comenzó a doler y trato de entrar pero su cuerpo no se lo permitió y cayó en la oscuridad.
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Cazadores
Genel KurguUn mundo que era solo un cuento de terror que se contaba para asustar, era lo que pensaba Eleonor que era aquel mundo sobrenatural que había descubierto y que jamás pensó perteneciera a él.