Cazadores

Alucinación

Entró a la casa y su padre la recibió. Así que era verdad. Dijo saludando a David quién arranco para irse. ¿No me creíste? Tuve mis dudas. Imagino que esto es para demostrarme que puedes socializar y así convencerme para que te vayas. Pues no lo pensé por eso pero ahora que lo dices sí. Entonces si no fue para eso. ¿Para que lo hiciste? Lo hice para alejarme de Luke. ¿Cómo sabías que? Eso no importa. De veras que no alcanzó a entender ese afán tuyo con Luke. Ese no eres tú. Algo sucede en este pueblo papá y desde que llegó Luke y esa familia nueva todo está extraño. Su padre se quedo en silencio. Piénsalo, jamás estarías comportándote como casamentero padre. Yo, lo siento. No sé que está pasando Eleonor. Entiendo que quieras que lleve una vida normal y que me enamore pero por ahora solo quiero irme de aquí. Este pueblo ya me hace sentir fuera de lugar. Y las sensaciones que me están ocurriendo me tienen mal. ¿Estás tomando tus medicinas? ¡Sí! Si las tomo y no faltó a mi cita con Evelyn, pero ya no es suficiente. Dame un mes. Un mes, para qué. Para mudarnos. Creo que tienes razón y me estoy sintiendo algo extraño. ¿Porqué no irnos ahora? Sabes que no actuó así. Debo saber dónde nos mudamos Eleonor, averiguar cosas. Está bien. De acuerdo, mientras me mantendré distanciado de Luke.

Caminaba por un bosque con hermosos árboles frondosos, los pájaros cantaban y se sentía el rico aroma del pasto y tierra húmeda. Eleonor cerró los ojos y respiraba ese dulce aroma, sonreía, sé sentía feliz. Puedes sentirte así para siempre mi dulce y hermosa Eleonor. Abrió sus ojos y al darse vuelta vio quién le dijo esas palabras al oído que la hicieron estremecerse un poco incómoda, era Luke. El acarició su mejilla y un frío atravesó su cuerpo. No me tengas miedo Eleonor. Miró hacia el bosque y todo estaba muerto, seco. Los pájaros ya no cantaban y un frío invadió todo el lugar. Miró hacia Luke y este ya no estaba, despertó asustada en medio de la oscuridad de su cuarto. Eleonor decidió dar un paseo por el bosque esa mañana. El sueño estaba latente en su mente. ¿Porqué soñaba con Luke? ¿Porqué sentía que significaba algo en su vida? El la miraba como si la conociera o supiera algo de ella. Era extraño y no le inspiraba confianza alguna. Había caminado bastante y decidió volver pero al darse vuelta se topó con algo inesperado que la hizo retroceder con gran asombro y miedo. Era un lobo gigante frente a ella. No podía creerlo, era demasiado grande y no creía que tuvieran ese tamaño. Era uno blanco y con unos ojos grises que la miraban fijamente. El iba acercándose a ella hasta arrinconarla contra un árbol. Su corazón latía fuerte y desbocado pero no por miedo aquel miedo se transformó cuando aquellos ojos le miraron y no se explicaba porque. El la olía y gruño cerca de su oído. Su respiración se aceleraba como su corazón. Cerró sus ojos y cuando volvió a abrirlos ya no estaba. Miró a todas partes pero no le vio, salió corriendo hacia la casa y una vez dentro trato de tomar sus medicamentos pero estos por sus nervios se cayeron al suelo. Tomo su teléfono y marcó un número. ¡Evelyn! ¡Evelyn necesito ayuda! Tiempo después su padre estaba sentado abajo esperando por su doctora, ella apareció. ¿Y bien? Está muy alterada Robert. Está alucinando, dice que vio un lobo enorme fuera de proporción vista alguna vez y que se acercó a ella, la olió y gruñó para luego desaparecer como por arte de magia. Y a eso le añades las pesadillas. ¿Qué debo hacer? Ahora está dormida le administre un sedante. Ten está es una receta nueva. Si con esto no mejora deberás internarla Robert. ¡No! No quiero verle así de nuevo. Entonces no la presiones Robert. Déjala respirar. Solo la cuido. Robert no puedes seguir encerrándola en una caja de cristal. Sabes su historia. Ya hace cuatro años Robert, ya nadie le busca. Ella es distinta y dudo que le reconozcan ya. Tal vez si fuera a otro país le ayudaría. Tal vez tengas razón. La tengo, pero tú has sido su psiquiatra todo este tiempo y sus médicos están aquí. Conozco un colega muy bueno en Inglaterra. Sería un sitio bueno para empezar, y tiene buenas universidades que le agradarán a Eleonor. Hablaré con ella. Llama por cualquier cosa. Está bien. Adiós.

Eleonor despertó estaba un poco mareada pero podía caminar. Bajo a la cocina y tomo un vaso con agua. La puerta sonó y fue a abrir, era aquella chica de la cafetería. Hola. La chica la saludo y se preocupó por la cara que tenía Eleonor. ¿Estás bien? Te ves pálida. Estoy bien. ¿Qué se te ofrece? Mi guagua se averió y mi teléfono está muerto. ¿Puedes prestarme el tuyo? Pasa. Le señaló el teléfono de la cocina y se sentó en una silla pues aquel mareo se estaba intensificando. El auto me dejo..ok..estoy en la casa de Eleonor.. ok..si..no. Te veo. Ya vienen por mí. Genial. Deberías recostarte no tienes buen semblante. Estoy bien. Te prepararé un té, eso te hará sentir mejor. Busco en la cocina hasta dar con té y preparo uno para Eleonor. ¿Puedo usar tu baño? Pasillo hasta el final a mano izquierda segunda puerta. Sonó la puerta de nuevo, Eleonor fue a abrir. Cuando abrió vio al hombre que jamás pensó tocaría su puerta. Miró sus ojos grises y de pronto se sintió mareada y una oscuridad le invadía su cuerpo y se desmayó. Tiempo después despertó de su oscuridad y estaba en su cama, se sentó rápidamente. Escucho voces en la parte baja fue hacia ellas. ¡Despertaste! Era aquella chica y aquel hombre. Ella estaba cocinando y él sentado comiendo. ¿Se puede saber? ¿Qué hacen aquí? Ya está bien. Dijo algo molesto él. Pues me parece bien, siéntate te daré de comer para que no te vayas a marear de nuevo. No tengo hambre. ¿Dónde está mi padre? Se hizo un silencio de pronto. Hice una pregunta. El teléfono de la casa sonó. Eleonor contesto. Sí. Al escuchar lo que decían al otro lado un frío invadió su cuerpo. ¡Qué! ¿Cuándo? Está bien iré para allá. Yo te llevo. Puedo sola. Sus manos temblaban tratando de colocarse su abrigo, Nicolás le arrebató las llaves. No estás en condiciones de conducir. Yo te llevo. Deja que lo haga Eleonor. Parece que no tengo opción. Ambos salieron.