Petalos Mortales

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Narra Budo

Estaba nervioso Taro me miraba curioso, yo solo me mantuve erguido como si fuera una pared que separaba a ambos.

Nervios venían a mi, obviamente yo tampoco quería que Taro la viera.

El no se la merecía, ya tuvo su oportunidad y la desecho.

Taro se esforzó para ver detrás de mi, pero lo abrace y lo hice mirar al frente, intentando evitar que mirara detrás.

Ayano solo se mantenía a distancia, cuando estábamos por llegar a la puerta, esta se abrió y mis ojos dolieron por la luz.

Cerré los ojos al igual que Taro y nos sorprendimos al ver a los chicos, atrapados, como si estuvieran encadenados a un material gelatinoso negro.

Quería ayudarlos pero de la misma gelatina negra salieron monstruos que hacían ruidos cuando nos acercábamos como cuando quieres quitarle el hueso a un perro.

Sentí un empujón, tan fuerte que me hizo caer, no fue Taro porque el callo junto a mi.

Entonces fue Ayano.

De inmediato mire hacia atrás, no podía ver sus ojos su cara estaba oscura y se mantenía mirando el suelo.

Esas cosas me atraparon, a Taro igual, y nos encadenaron igual que los demás, directo hacia la puerta donde estaba Ayano.

-Ayano, Huye!! Dejanos!! -. Grito Ayato, él estaba loco, pero estaba de acuerdo con el, entramos al portal sabiendo que podríamos morir.

-No puedo -. Dijo sin moverse.

Pétalos de cerezo cayeron lentamente, saliendo no se de donde.

Era una escena muy triste a mi parecer.

Mientras los Pétalos de cerezo caían al suelo Ayano levanto la mano, antes de que siquiera uno tocara el suelo la mano de Ayano hizo un movimiento y los pétalos, como armas mortales atravesaron a los demonios que nos mantenían capturados.

Sin mas desaparecieron y ninguno pudo huir, por la altura a la que nos tenían al tocar el suelo nos demoramos en recobrar el equilibrio.

Antes de salir corriendo hacia donde estaba ella algo nos paralizo.

Ver que detrás de ella salia una chica con la misma vestimenta de estudiante que Ayano, de ojos y pelo rosa, nos sorprendió.

Ayano levanto la cabeza y nos miro de sus ojos salían lágrimas que caían lentamente al piso.

-Ayano ¿Donde vas? -. Grito Ako que veía que ella caminaba hacia atrás.

-Tengo una promesa que cumplir con un demonio -. Dijo simplemente.

-¿Volverás?!! -. Grito Ayato.

-Tal vez -. Dijo insegura Ayano.

-¿Y que haremos nosotros? -. Pregunto Asuto.

-Vivan normal, estoy segura que nos veremos después de que termine lo que tengo que hacer -.

-Es una promesa!! -. Grito Ayato.

-Es una promesa -. Susurro Ayano.

Las puertas se cerraron, y los pétalos de cerezo desaparecieron.

El piso parecía que se quebraba tal como cuando pisas el hielo frágil y se rompio haciendonos caer en un agujero de portal.

-Esto los llevara a su mundo -. Dijo un chico de blanco y negro.

-Y no se preocupen por Ayano cumplirá su deuda en el mundo de los vivos -. ¿A que se refería? ¿Deuda?.

-Nos vemos -. Grito el chico.

-Volveremos a vernos!! Espere nos!! -. Dijo esa chica de blanco y negro ¿Acaso me perdí de algo?.

...

Narra Oka

Yo me había salido antes del portal, solo para alivianar el peso y advertirle a los demás que no entraran mas espere pacientemente fuera del portal.

Caminaba en círculos súper nerviosa, lo que parecían solo horas dentro, aquí eran días.

Hace un día que yo salí y aun no salían los demás.

Cuando los ví salir disparados en todas direcciones a los chicos me sentí feliz, ver que estaban todos... Todos menos Ayano.

Lo note por sus caras largas y tristes.

El portal antes de cerrarse lanzo unos rayos y un humo morado, de el salieron varios pétalos, que se juntaron en el suelo y de ellos salio Ayano, pero tenia algo distinto su cabello era mas largo y estaba suelto, sin olvidar que sus puntas eran medias rosadas.

Los chicos corrieron a socorrerla.

Incluso Okoto estaba a su lado sin dejarse intimidar por ninguno de ellos.

Parecía estar bien solo estaba dormida, aunque no importándoles el cambio brusco de apariencia que tenia.

La llevarían a su casa y la dejarían dormir hasta el lunes, ya que tenia todo el fin de semana para descansar y retomar las clases.

Cuando ellos se despidieron y Megumi Saikou prometió que alguien vendría a reparar la puerta mañana, Okoto se quedo intranquilo.

Volvió a acostarse en la habitación que parecía inexistente cuando el desapareció y durmió sin nada que decir.

No lo cuestionaría, estaba cansado y vivir en el mundo humano si que era mejor que morir.

Mire la casa todo era un caos, la expulsión del portal tiro varias cosas al piso, sin olvidar que los chicos rompieron la puerta principal de una patada, agradecía que mamá y Papá estuvieran de viaje, ya que si hubieran estado seguro que me mataban.

Le agradecía mil veces a dios demonio, por haber dejado que Ayano naciera en este mundo aunque sea a la fuerza, sin ella jamas hubiera podido recuperar a mi hermano.

......

???

Quería recuperar mi vida, pero como si estaba atrapada aquí.

Como un rayo de luz apareció esa chica, sin olvidar que estaba rodeada de muchos hermosos chicos, pero ella no los tomaba en cuenta.

Era una idiota!!.

Hizo una promesa, conmigo de que me ayudaría tal como lo hizo con ese Okoto.

Pero que pasa si no le digo que le mentí y que ocupare su cuerpo para enamorar a esos chicos, ella no lo sabrá pues estará dormida en un sueño y sus recuerdos sobre ellos serán borrados.

Era mi plan, el cual se llamaría :

"Enamora a los chicos lindos"

Después de todos nadie sabe que la chica que quieren no esta en su cuerpo, y que yo tomare su lugar, hasta enamorar a los chicos.

Esto sera como la ruleta rusa.

Se enamoran de mi y me dan un beso, ella perdía.

Si ellos se negaban y me descubrían, ella ganaba y yo volvía al otro mundo.

En pocas palabras un beso lo resolvería o lo arruinaría.

Pero sin mas no quiero perder.

No importa lo que costara quería vivir la vida que jamás pude tener.

Como la legendaria...

Sakura Sasaki.

                           -----*-----

Al fin, ya tienen su nombre pero

¿quien creen que es?

¿Aparece en el juego?

Personalidad y nombre creados por mi.

¿Les gusta como va la historia?

Voten, Comenten y Disfruten.

Bye Bye.

El Amor del CerezoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora