Soy Un Fracaso, Sensei

Capítulo 4: Ilusiones y Dolor

Pude entregar a tiempo mis documentos, sin embargo, tuve un mal presentimiento al ver a Suigetsu y Jugo entrar a la Secretaría Académica, ¿qué podían buscar ellos a allí? La noche anterior había tratado de no pensar mucho en la conversación con Gaara, pero me era imposible hacer como si nada hubiese pasado... Realmente era el auto del profesor.

- Coloquen sus trabajos de Filosofía en el pupitre – su voz hizo que se me erizara la piel, el último acontecimiento me había hecho olvidar otro de mis problemas, Sasuke – Los llevaré para que no haya confusiones.

Y como si de una orden se tratara todos se levantaron dispuestos a dejar sus tareas sobre la mesa. Dudé unos segundos y me levanté torpemente. Mis pasos vacilantes eran prueba del carnaval en que se había sumido mente en los últimos días. Pude sentir una mirada clavarse en mi rostro. Cuando logré colocar mi trabajo en la pila que se había formado pude escuchar su susurro.

- No se va a quedar así, Sakura.

Le miré aterrorizada, pero él sólo me devolvió una sonrisa que rayaba en lo lascivo... Me daba asco. Rápidamente regresé a mi asiento, mientras él tomaba la torre de hojas. El sonido de la puerta abriéndose calmó un poco mi ansiedad.

- ¡Oh, Uchiha!, ¿va de salida? – por más tiempo que pasara no dejaba de sentir cierto pavor hacia nuestro profesor de Química.

- Sólo iba a llevar unos trabajos de Filosofía a la sala de profesores.

- Que responsable – siseó mientras miraba el reloj en su mano. Siempre me pareció que tenía cierta apatía por Sasuke, pero en estos momentos yo me sentía igual – La hora de Química ya empezó, así que tome asiento – pude notar la mandíbula de Sasuke tensarse. El ambiente se había tornado pesado.

- Ehh, Orochimaru-sensei, ¿no cree que le va a quitar más tiempo que vuelva a entregar a cada uno su tarea? – Naruto se rascaba la cabeza, visiblemente nervioso por la reacción que fuese a tener el profesor ante su interrupción – No sé solo digo... - los demás asintieron.

- Bien – una sonrisa terrorífica dibujaba el rostro de Orochimaru-sensei – Parece que el grupo está de acuerdo. Haga lo que tenga que hacer señor Uchiha – se mantuvo en silencio hasta que el susodicho regresó. Una vez éste se encontraba en su puesto volvió a mostrar la sonrisa de antes – Saquen una hoja. Me han dado ganas de poner un parcial sorpresa.

Sabía que no se quedaría con esa...

El resto del día pasó normal, Itachi-sensei era muy bueno explicando, pero ponía parciales realmente difíciles. Por otro lado, Jiraya-sensei era más relajado, por no decir un haragán pervertido, y aunque Naruto le hacía la vida imposible lograba terminar su clase de Español. Luego del almuerzo tocaba una magistral clase de Historia con Madara-sensei y que decir de la clase de Matemáticas con Tobirama-sensei. Por suerte hoy no debía sufrir con Ética ni Economía, a veces Hidan-sensei podía ser muy intenso con sus explicaciones religiosas, mientras que Kakuzu-sensei más que enseñarnos técnicas administrativas parecía ser un adicto al dinero.

Cuando las clases terminaron dejé mis apuntes del consejo en el asiento de Sasuke aprovechando que no se encontraba y partí a casa de inmediato, ahora debía aprender a hacer mis deberes en casa para no toparme con situaciones extrañas, pero para mí sorpresa alguien me esperaba cerca de la parada de buses.

- Sakura, ¿harás algo en lo que resta del día? – era Gaara apoyado sobre su auto.

- Yo... - vacilé, no quería inmiscuirme demasiado en todo el asunto de los secuestros. Si realmente Kakashi-sensei era un secuestrador, podía estar detrás de todo aquel que se interponga en su camino, y esa idea me aterraba – Tengo que volver a casa temprano.