D2-Memorias de dos viejos hermanos

Capitulo XXV

Una vez  adentro, caí desplomado en el viejo sofá de la casa. Todos me miraban, era un poco incomodo tengo que admitirlo, pero no podía decirles que dejaran de hacerlo. Dante se quedo dando vueltas en circulo, Lizeth estaba a mi lado y caro estaba enfrente, sentada. Aunque estaba extraña, era mas seria y menos tímida. Me asustaba un poco. Hasta que Dante empezó con el interrogatorio.

-Dave... No me entra en la cabeza. ¿Cómo diablos sabias que ellos iban a escaparse y además asaltar a un grupo de científicos, estudiosos o lo que sean?.

-Pues para empezar no podía dormir por las heridas, baje para que de pura casualidad me diera sueño. Pero no fue así, y en esos momentos me tope con ellos dos bajando las escaleras. Obviamente sin que me vieran

Todos me miraban, tenían tantas dudas que no tardaron en hacerse presentes. La siguiente fue Lizeth.

-Pero ¿ Por que no le avisaste a nadie de que estaban saliendo a esas horas?

-En un principio lo pensé, pero si lo hacia iba a terminar perdiéndoles la pista, perdí mucho tiempo buscando mis armas por si ocurría algo. Y así fue. Pero eso no es todo, Michelle había tomado mi revolver.

-¿Cómo fue que no te diste cuenta?

-Es muy probable que en algún momento en el que haya salido de mi habitación, hubiera aprovechado para tomarla. Es un arma de fuego por lo que no requiere tanta habilidad como para blandir una espada

Todos estuvieron de acuerdo en cuanto a esa explicación, aunque era solo una suposición, no sabíamos como la había conseguido en realidad. Por ultimo caro decidió preguntar. Pero era extraño, no se parecía a la carolina de siempre

-¿Confías en ellos? ¿de verdad valió la pena herir a miguel?

Por un momento dude sobre si de verdad valió la pena haber dejado herido de gravedad a miguel, no conozco a estas personas pero en el corto periodo de tiempo me han ayudado. El que pertenezcan a una ciudad de ensueño me da un poco de fe. Fue una pregunta que puso en duda mi seguridad. Pero decidí arriesgarme.

-Si, si confió en ellos. No solo por que puedan sacarnos de este infierno, eran personas inofensivas, como nosotros y pudieron haberse defendido de ellos pero estaban totalmente vulnerables. Podrían haberse vengado pero no han hecho nada que muestre lo contrario. Miguel cambio demasiado, se dejo manipular por alguien que posiblemente lo habría obligado a hacer cosas peores. Me duele haber perdido a un amigo pero...- En ese momento mi voz se corto, no supe que decir-Pero... No había otra opción. Lo siento mucho.

Caro cubría las pequeñas lagrimas que salían de sus ojos, quería mantenerse seria pero era imposible. Ellas eran muy cercanas a miguel. Y lo entiendo, nada de esto habría pasado si no le hubiera quitado la cena a un oso. Sentia como si tuviera la culpa de todo, aunque no fuera asi

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Dilan se encontraba paranoico dentro de la carroza, pensaba "Ellos vendrán, van a matarnos si no nos vamos". Estaba paranoico y se podía ver en su mirada. Lo cual despertó el interés del maestro Henryk

-Dilan ¿Te encuentras bien?.

-No...No maestro, no lo estoy- Sus manos temblaban y estaba nervioso.

-¿Qué te pasa?

-Me asusta, me aterra mejor dicho, que mientras perdemos el tiempo en estas basuras ellos nos están buscando y que cada vez estén mas cerca de nosotros. Ni siquiera sabemos quien de los 4 es

-Relajate, mañana nos iremos en cuanto tengamos respuesta por parte del grupo de David.

-¡Maestro! ¡Eso nos puede costar la vida!. Ni siquiera sabemos si nos serán útiles

-¡Dilan! cállate antes de que me desesperes. Ve a intentar dormir o te voy a dejar aquí cuando nos vallamos

El chico se quedo pálido ante el cambio de carácter tan repentino que tuvo su mentor. Después de eso no dijo ni una sola palabra pero seguía nervioso ante la posibilidad de que aquello que los estaba cazando, cada vez estuviera mas cerca.

William y Alessandro estaban molestos con la actitud egoísta por parte de dilan. El siempre había sido así, tal ves eso se debía a su fragilidad, ya que su complexión era delgada y su cuerpo siempre parecía famélico. Pero aun así no quitaba el hecho de que fuera un cobarde.

Henryk no parecía molesto con su actitud, no tenia en mínimo interés en hacerle caso al chico, igual preocuparse no serviría de nada