D2-Memorias de dos viejos hermanos

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Capitulo XXII

Miraba el denso bosque desde el otro lado de la carretera, analizando el entorno esperando que otro grupo de bandidos volviera a asediar el campamento. Al girarme el hombre se encontraba con los ojos cerrados, palido y con apenas señales de vida. Los chicos por su parte presentaban una actitud seria al momento de checar a su mentor. Le suministraron varias sustancias que al parecer lo hacían mantenerse con vida. Me acerque a la mano de michelle que sostenía con fuerza mi revolver, tengo que admitir que me dio asco tener que quitar uno por uno los dedos que sostenían la empuñadura, ya estaba un poco acostumbrado a esta clase de situaciones pero preferiría evitar tener que manipular cuerpos o extremidades ya inertes. Al zafar por completo la mano la tire en un arbusto donde no pudiera verla, me seguía provocando un poco de repulsión. Trate de mantener mis distancias con esos tipos, en cualquier momento podían hacer algo que no esperara y acabarme. Escuchaba como entre los dos dialogaban y seguían tratando a su maestro mientras cosían la herida, al parecer en algún momento mientras no veia sacaron la bala y la pusieron sobre un plato. Tenian conocimientos médicos, puede que hayan salido en busca de plantas o algo por el estilo, no se, no logre estudiar medicina por mas que me interesara. Uno se levanto y se acerco hacia mi, sin dudarlo tome el revolver y lo enfunde pero sin soltar la empuñadura

-¿Qué quieres?

-Solo... Queria agradecerte por ayudarnos. De no ser por ti el maestro Henryk estaría muerto y seguramente también nosotros.

-Esta bien, solo estaba de paso.

-Aun asi tal ves haya algo que podamos hacer para mostrarle nuestra gratitud

-Bueno... Necesito descansar un poco antes de que amanezca, tengo unas cuantas heridas

-¿Heridas? ¿Podrias mostrármelas? – Parecia interesado por ver las heridas que tenia- Tal ves pueda ser de ayuda

Me quede unos momentos pensando, con incertidumbre, no sabia si confiar en estos tipos, en cualquier momento podía estar amarrado a una silla con algo sobre la cabeza y con posibles órganos faltantes

-Bien... Pero si llegas a intentar a hacer algo, desearas que esa mujer te hubiera matado de un tiro rápido y limpio ¿Me escuchaste?

-Si, si, si no te preocupes. Te debo la vida, tranquilo, por el honor de mi escuela puedes confiar en mi. Ahora, por favor, pasa necesito que te relajes

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Segui caminando con Michelle en mis brazos por un buen rato. Su hemorragia se habia detenido pero ya habia perdido basante sangre, seguía sin abrir los ojos y si volvia a la casa dante me mataria y posiblemente también a Michelle, ya no me ayudaría, y por ende tampoco las chicas, hacia frio y mi escopeta la deje tirada cerca de la caravana, estaba totalmente desnudo, a la merced de cualquier grupo de bandidos. El dolor... es insoportable, en mas de una ocasión e querido vomitar por el dolor pero si lo hago Michelle caera... esta muy débil y cualquier cosa puede ser fatal, no sabia a donde iba, solo quería irme lo mas lejos posible. Pero ya no podía, mi cuerpo sedia ante la herida, el clavo seguía ahí, o eso parecia, un clavo, si me lo quitaba empezaría a desangrarme mas de lo que ya estaba haciendo. Estaba desesperado no sabia que hacer, tenia frio, mi camisa ahora estaba en el brazo de Michelle que por fortuna su herida cuagulo antes de que muriera por desangrado. Cai de rodillas dejando a Michelle lentamente en el suelo

-Lo siento mucho mich... lo siento tanto... no pude protegerte-Hablaba mientras lagrimas caian de sus mejillas- ¡No!~
Golpeo el suelo, lleno de tristeza y cólera, esperando a que la naturaleza se hiciera cargo de ellos. Estaba por desmayarse, recargado sobre el pavimento de la carretera. Todo se habia acabado...

Hasta que visualizo como delante de el se postraban unas piernas vestidas con ropa militar, botas y pantalones grises. Giro la mirada hacia arriba y vio a un hombre militar con un casco y mascara de gas. Mientras se acercaban otros detrás de el. El militar giraba la cabeza como un búho acechando a su presa. Con su pierna giro a miguel , logrando ver por completo al grupo de posibles guerrilleros.

El militar se agacho y pregunto: ¿Cómo siguen vivos?

Miguel con dificultades para respirar, dijo
-Salvenla... por favor... pueden matarme pero sálvenla a ella

El militar giro la cabeza a uno de sus hombres y dándole instrucciones con las manos fueron a atender a Michelle.

-¿Quién te hizo esto?

Cada vez era mas difícil respirar para miguel pero aun asi hizo el intento para hablar

-Un...un.. ami...go- Miguel se desmayo sin poder decir nada mas.

El militar observaba fijamente en cunclillas el casi moribundo cuerpo de miguel hasta que dio la orden a otro de sus hombres para checar a miguel y sacarlo de esa apretada situación, llevándoselos con ellos a algún lugar de los paramos en los que se encontraba ahora.

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-Pór favor pasa, se que es un desastre pero en estos momentos es lo que menos importa- El chico me invitaba a entrar en la carroza , que, para mi sopresa era muy espaciosa-Disculpa ¿De pura casualidad eres alérgico a algo?

-Yo que voy a saber...- No estaba de muy buen humor despues de todo lo que habia pasado- Oye tu padre o lo que sea¿ esta bien? ¿No seria mejor traerlo para adentro?

-¿Quién? ¡Ah! El profesor Henryk, William aun lo esta tratando y seria algo arriesgado moverlo en ese estado, ya es algo viejo y frágil desgraciadamente aunque no lo parezca

-Ya veo...

El chico parecia despreocupado a lo que estuviera haciendo, el estaba preparando algo sobre una mesa, con unas plantas y otros utensilios que estaban sobre ella. Preparaba una jeringa con una sustancia transparente con un ligero toque verdoso .

-Oye... ¿Qué diablos estas haciendo?

-Es una sustancia medicinal... experimental.

-¡¿Experimental?! Estas loco si crees que voy a dejar que me inyectes esa cosa

-Confia en mi. Se que apenas me conoces y que posiblemente el lugar no te de confianza, pero te puedo asegurar que esto aliviara todas tus heridas, te sentiras como nuevo- Me miro con un intento de hacerme cambiar de opinión hasta que dijo- Mira... la usare conmigo para que te sientas mas seguro, es la misma sustancia que saque de este mortero- A continuación se inyecto el liquido en el brazo.
-¿ves? No pasa nada.

Lo mire dándole la duda, no sabia si de vedad quería ayudarme, pero estaba destruido, física y moralmente, nunca me habia tocado tanto castigo desde hace mucho tiempo, no tenia mucho que perder asi que acepte el tratamiento

-Una ultima cosa... puede que esto te provoque un poco de ardor en tu cuerpo.

Yo solo esperaba en silencio a que introdujera la aguja en mi cuerpo, me aterraba el hecho de que eso fuera un veneno de efecto retardado... y en especial de la aguja. Se acerco a mi brazo y con un algodón limpio mi brazo y sin demoras perforo mi piel con la aguja sobresaliente de la jeringa. Al principio sentí como un liquido se movia a través de mi brazo izquierdo, pero conforme esto avanzaba empezaba a quemar, sentía como si algo me carcomiera por dentro. Me retorcia sobre la silla, el chico dio un brinco hacia atrás asustado por mi comportamiento, mi respiración se mostraba alterada ante el dolor que se abria paso entre mis entrañas.

-Solo aguanta un poco, esto es temporal... Si no lo aguantas, puedes desmayarte, no hay ningún problema

Lo miraba de reojo mientras trataba de moderar mi respiración, conforme pasaban los minutos, incluso los segundos, el efecto se intensificaba al punto que no podía mover mis extremidades por un dolor punzante. El chico tomo asiento, paciente por ver como reaccionaba, posiblemente esperando a que me desmayara para que hiciera algo mas conmigo. Asi fue, mi cuerpo empezó a dejar de poner fuerza sobre si mismo y empecé a caer relajado sobre la silla, de la cual casi me caigo por retorcerme sobre ella. Mis ojos se volvieron muy pesados en un instante, apenas podía mantenerme despierto. Hasta que el cansancio pudo conmigo

-Tranquilo forastero, descansa.

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