D2-Memorias de dos viejos hermanos

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Capitulo XXIII

Me desperté y escuchaba el golpeteo de la puerta de mi habitación, parecía que había una corriente de aire que hacia que la puerta diera golpes con su propio portal, me despertó mejor dicho. Salí a ver si se encontraba alguna ventana abierta, apenas estaba saliendo el sol, aun se encontraba un poco oscuro. La ventisca provenía de la sala, antes de llegar a las escaleras vi como el cuarto de David estaba abierto... el no estaba ahí. Quise suponer que el estaba abajo o habia salido hasta que note que su gabardina y su katana no estaban, me extraño el hecho de que no estuviera tomando en cuenta las condiciones en las que se encontraba. Baje y note que la puerta estaba abierta, era una mañana fría, eran aproximadamente las 7:00 Am. Todo estaba despejado, las chicas aun seguían dormidas y me preocupaba el hecho de que alguien hubiera entrado a la casa, revise cautelosamente todas las habitaciones sin despertar a sus huéspedes pero nada, absolutamente nada, alguien debí haber salido, por ultimo revise la recamara de miguel y compañía, Michelle, estaba vacía. Me dio un poco de miedo ver que no estaban esos 3. Podrian estar solos y en cualquier momento podría pasar una catástrofe, me preocupaba mas bien que David saliera herido, se volvió un poco extremista en los últimos años pero sabia cuando era necesario, pero Michelle por su parte tenia una personalidad explosiva. Lo que la volvía 10 veces mas peligrosa que David en su estado mas salvaje. No sabia que hacer, no quería preocupar a las chicas y no sabia por donde buscar, no había nadie en el perímetro de la casa. Me pregunte "¿Dónde están estos cabrones?" y trataba de buscar la manera de hacer algo. El camión estaba ahí, no pudieron salir con el, tomando en cuenta que esa cosa alteraba medio bosque con el ruido de su motor degradado por la falta de uso. No había ningún rastro, nada.
Era complicado decidir esperar sentado sin saber si David, miguel o incluso Michelle estaban bien. Principalmente mi hermano, que podía ser atacado por Michelle en cualquier momento, y también me preocupaba que el fuera a hacerle algo. No podía hacer nada mas, solo esperar.

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Cuando pude despertar después de lo que mi cuerpo había experimentado, me encontraba amarrado a la silla en la que estaba. Trate de zafarme pero era inútil. En ese momento paso por mi cabeza "Estoy jodido". La carroza estaba completamente vacía, estaba asustado. ¿Había caído en una trampa? Empecé a tratar de moverme a modo que pudiera escapar de las ataduras de cuero que me mantenían atrapado a la silla, pero solo logre caerme junto con la silla, condenando mi posible escape, si es que existía probabilidad alguna. En ese momento la puerta se abrió y dos figuras se adentraron dentro de la espaciosa carroza. Era el chico que me habia inyectado esa sustancia junto con su compañero que se encontraba atendiendo a su profesor. Cuando me vieron parecían bastante preocupados. Aunque eso no me tranquilizaba lo suficiente. En ese momento el chico que me drogo dijo:

-¡William! Levanta rápido a nuestra visita, seguramente uno de sus ataques hizo que se callera de nuevo- Los dos entraron apresurados para llegar hasta donde yo estaba y por lo visto ya me habia caído antes por el comentario que había hecho- Disculpe, tuvimos que ir a buscar a un compañero que no encontramos desde hace rato. El tipo grande, que por lo visto se llamaba William, se apresuro a levantarme cuidadosamente del frio y metálico suelo. Además que se habían dado cuenta de que parecía molesto por que estaba amarrado:

-Escucha, se que puede que estés asustado por que te encuentras amarrado y pienses que vamos a hacerte algo, pero no es así.- Se dirigió hacia la mesa en la cual estaban los utensilios médicos y tomo la jeringa con la cual me suministro la dosis que me derribo-Vez esta jeringa ¿No? Entonces debes recordar fácilmente que te inyecte una droga, esa droga era un analgésico muy potente que apenas estaba siendo empleado en los centros médicos de la ciudad de las nubes. Al parecer tu cuerpo estaba muy demacrado, estaba tan dañado que por un momento pensé que la dosis te mataría debido a lo débil que podrías haber estado. Eso trajo consigo unos efectos secundarios en ti, como los episodios de ataque que sufriste durante las horas anteriores. Es por eso que te amarramos, por que podías caerte y lastimarte...o matarte en el peor de los casos.

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