十八

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[Narración normal]

A los segundos, llegaron dos personas al pasillo. Ambos se sorprendieron al ver que los 2 mejores de la Orden estaban en ese estado.

— Oye. ¿Qué se supone que debiéramos hacer?

— ¿No es obvio? Ayudarlos.

— Primero cúbrele la cara al maestro Zed. Nadie la ha visto y debe tener sus razones.

— C-Claro.

El último joven que habló, trajo un paño y le cubrió la cara a Zed, luego de eso lo levantó para llevarlo a la sala médica.
El otro se encargó de Kayn.

— ¿Qué crees que habrá pasado?

— No lo sé, pero envía gente arr... No, nadie pude ir arriba... — Hizo silencio unos segundos. — Luego les preguntamos.

Ambos llegaron a la sala médica y los atendieron y curaron. Este proceso tardó unas 3 o 4 horas por cada uno. Lo de Kayn no era tan grave, los brazos no podría usarlos en, aproximadamente, cuatro días y debería permanecer en cama entre 1 y 2 semanas.
En cambio Zed, solo tenía una herida, pero era muy grave, al menos 1 mes en cama.

[POV Kayn]

Desperté con un dolor en el pecho terrible. No recuerdo que había pasado... Pero vi a Zed a mi lado. Herido.

— ¡Maestro! — Me levanté rápidamente, pero me dolió el pecho. Lo ignoré y fui con él. — ¿Estás bien?

No podía saber si estaba despierto o no, pues tenía un paño en la cara. De seguro lo hicieron para ocultar su rostro. Yo ya lo conozco, así que lo levanté. Estaba con los ojos cerrados.

— Zed... Hey, Zed. — Lo moví levemente hasta que se quejó un poco. — ¿Estás despierto ahora?

— ¿Kayn? ¿Q-Qué haces aquí?

— Me levanté de mi camilla para venir a ver cómo estabas.

— Pasaste de... Ser un idiota a... ¿A-Alguien que se preo...cupa? ¿Cómo se supone que c-cambiaste tanto?

— P-Pues, tú lo hiciste. Desde antes de saber sobre nuestra relación padre e hijo. Pues eras mi maestro, la única persona que me llegó a importar. Sólo que ahora lo hago más.

Zed se quedó en silencio unos segundos. Que se transformaron en minutos. No dije ni una palabra hasta que él lo hiciera primero.

— Kayn. Quiero pedirte... Un favor.

— Lo que sea pa.

— Quiero que te hagas... C-Cargo de la Orden...

— ¡¿VAS A MORIR?!

— Cállate, niño imprudente... Mientras yo esté en este e-estado...

— Lo haré con mucho gusto.

Wow, al fin mi sueño se hará realidad. Aunque solo por unas semanas... Pero eso qué. Él me eligió, él me confió esto. No voy a desepcionarlo.

— Y créeme Kayn. No como piensas.

— ¿Qué?

— No, nada.

— Ok...

Zed cerró los ojos de nuevo para descansar, yo le volví a colocar el paño en la cara. Me dirigiría a mi camilla de nuevo, pero en ese momento un punzante dolor se apoderó de mí.
Me caí al suelo de rodillas, mierda, mi herida se había abierto.
Me arrastré a la camilla y me recosté tapando la herida con mi mano.

— Primero debo recuperarme yo, Zed.

Dicho eso, cerré los ojos ignorando el dolor.

[Narración normal]

Se hizo de noche, ambos sombríos estaban dormidos. Hasta que Kayn sintió un extraño viento, bastante frío, lo que le hizo despertarse.
La ventana estaba abierta.
Kayn sintió como las vendas de su pecho se desataban.
Una chica de cabello largo estaba curándolo con unas hierbas.

— ¿Q-Quién?...— Dijo Kayn en un hilo de voz.

La chica no contestó, sólo siguió con lo que hacía.
Kayn no dijo nada, después de todo, él sabía que lo estaban ayudando.
Cuando la chica pareció terminar, volvió a vendar la herida.

— G-Gracias... — Dijo Kayn algo sorprendido.

— ... — Hizo silencio. Hasta que una voz femenina se escuchó en la cabeza de Kayn. — No hay de qué...

Después de eso, la chica puso un florero en una repisa al lado de Kayn. En él, colocó grácilmente un ramo de lirios, y en un parpadeo, salió por donde entró, dejando la ventana cerrada. 

Kayn, confundido, volvió a sus sueños.

[Narra Kayn]

Desperté por la mañana algo confundido. Había tenido un sueño muy extraño, en el que una chica me curaba. Ella tenía una voz muy melodiosa, y eso que no me interesan las mujeres. También recuerdo su cabello largo y que me curó con hierbas.

— Ni que me importaran las mujeres. — Me levanté con cuidado, esperando que me doliera. Pero no fue así. — ¿Qué?

Me desaté las vendas de mi pecho y tenía unas cuantas hojas, debajo de ellas, la herida estaba totalmente curada.

— ¿Aún sigo soñando?

Estaba confundido. MUY confundido. Me acerqué a Zed y él no tenía nada. Seguía igual. Eso me hace pensar que la chica tenía algo que ver conmigo. Tal vez cuando perdí el control en algún momento, la conocí. No lo sé.
Me di la vuelta y ahí estaba el ramo de lirios. ¿Por qué lirios? Ni siquiera me gustan.

— Supongo que no importa. Debo ir a buscar a Rhaast.

Subí a la habitación de Zed y ahí estaba Rhaast, molesto.

— Llevo 2 MALDITOS días aquí... ¡2 PUTOS DÍAS! ¡¿DÓNDE MIERDA ESTABAS?!

— Rhaast. ¡ME ESTABA MURIENDO!

Pffff. Así hubiera sido mejor...

— ¿En serio? — Levanté una ceja.

Se arrepintió. — No... :c

— Ja. Me necesitas.

Se volvió a enojar. — Igual que tú a mí, imbécil.

— Zed quiso que fuera el nuevo líder de la Orden. — Dije presumido.

— Oh, perfecto. ¿Qué inconveniente tuvo para que lo decidiera?

— ¡¿Qué?! ¡N-Ninguno!

— Mientes.

— ¡No es cierto!

— Sí lo es.

— ¡NO LO ES PEDAZO DE METAL IMBÉCIL!

— Adiós Kayn~

[POV Rhaast]

Ja, siempre funciona hacerlo enojar cuando se trata de Zed. Es muy sensible con respecto a él.
Ahora. Hoy es viernes. Iré a ver a Felicia.

(Me demoró mil años en escribir, tomen)

Entre las Sombras [Lol, Kayn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora