Marion
Ha pasado un tiempo desde que volví a Ohara. Pero todos los días, tengo que ir a la universidad de Kioto. Las cosas, no me han ido tan mal como creía, porque había cambiado, madurado y he hecho nuevas amistades. La sorpresa que les tenía guardada a mis amigos de Madrid, hoy la iban a descubrir.
Cogí mi bici y salí de casa. Echaba de menos ir en bici, en un pueblo que conocía a la perfección.
—¡Marion! Hay una carta para ti —me encontré con mi hermana al salir con la bici, que iba a entrar en casa con su novio Ikari. ¿No os he dicho nunca cómo es? Es japonés, de estatura media y delgado, con el pelo un poco largo para ser un chico y siempre está con mi hermana. Sin exagerar, es como si mi madre lo hubiese adoptado.
Me dieron la carta y me monté en la bicicleta.
—¡Gracias Naomi! ¡Y hasta luego Ikari!
La carta, me la había mandado Sara. Desde que estoy aquí, me envía cartas de vez en cuando para saber de mí y contarme como la van las cosas. Ella me dice que la gusta más, porque es más puro que enviar mensajes, aunque estemos en pleno siglo XXI. Por eso, dice que no quiere que se acabe la costumbre de enviar cartas porque las cartas no se borran, un mensaje sí.
Fui montando en bici hasta el metro, y después cogí un autobús para ir al edificio de la editorial, que pillaba un poco lejos. Tenía que recoger unos cuantos libros de la editorial. Sí, adivinasteis cuál es la sorpresa: He escrito un libro sobre mi experiencia en Madrid, y me he vuelto bastante conocida y por ello, ahora ya no me importa estar sola —aunque no lo esté y siga pensando que todos en realidad lo estamos— porque sé que en alguna parte de este planeta alguien me envía cartas diciéndome que me echa de menos, otra persona ha sido capaz de ganarse todo mi cariño y he descubierto que tenemos más en común de lo que creo y que mi futuro puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Firmé para que me diesen cuatro ejemplares y los envié por correo a mis amigos, me moría de ganas de que leyesen mi historia...
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Marion
Teen FictionAl mudarse, Marion encuentra una carta que fue enviada por un chico hace cuatro años. Decide decírselo e involucrarse en la historia, pero lo que no se imaginaba ella es que cupido iba a hacer de las suyas.