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El timbre anunciando la entrada a los salones llegó a los oídos de todos aquellos idiotas con patas, ratas tratando de ser los primeros en entrar a por el queso.

Maldecía y empujaba todo aquello que se movía.

— Correte, mierda.

Hasta aquel pobre tacho de basura inservible que acabo en el suelo desparramado, siendo el causante de dos caídas.

Rosé rodó los ojos y camino más rápido.

Todos los estudiantes eran unos brutos (incluida ella misma) y los que éramos menos agraciados en tamaño éramos los que sufriamos, y yo no era la excepción. El ser una omega de figura pequeña (heredado de mi padre, JiMin) siempre era acorralada mientras que trataban de aprovecharse de mi situación al igual que el de muchos omegas o betas más.

Si algo teníamos en común los betas y los omegas, es que ambos somos acosados por alfas hormonales y que solo piensan con la de abajo.

Claro, porque la de arriba es un adorno, un decorado hueco.

Solté un gruñido y golpeé una mano que se colaba en mi sensible parte trasera.
Apreté mi mandíbula con fuerza, mientras dejaba salir gruñidos. -Vuelveme a tocar el culo y te arranco los testículos pedazo de bestia -amenacé entre dientes.

-Calma lindura, hay más culos que estrellas, curiosamente el tuyo parecía solitario - habló el idiota con una sonrisa tan estupida y egocéntrica que me dieron ganas de romperle la dentadura a puñetazos.

Suspiré, controle mis impulsos y el idiota siguió su camino con su grupito de lame ortos. Lo típico, el cliché de todos los fanfics: esos tipos populares que siempre tenían aquellos que besaban el suelo que pisaban.

Bufé y caminando a tropezones llegé hasta la oficina del director.

-Viejo, soy yo -dije entrando sin golpear, arrepintiendome al acto.

-¡Park! ¡Cierre la puerta! -gritó el viejo alfa agitado.

Ni me moví, mis ojos sorprendidos e incrédulos estaban clavados en el omega avergonzado que se ocultaba semi desnudo tras el gran sillón del director.

-¡Señorita Park! -volvió a gritar el alfa, sobre saltandome, haciendo que de seguido cierre la puerta rápidamente.

¿Cuándo habia sido la última vez que vio algo así?

Medité un poco.

El director Kim... con su pareja... ahí, los dos... casi teniendo sexo en plena Universidad... sin seguro en la puerta... con el riesgo de ser descubiertos...

¿Por qué no habia logrado sentir el olor de la pareja del viejo Kim y éste mismo?

¿Será la misma técnica que uso mi progenitor?

Diablos... tendría que rogarle a mi padre que me enseñase a como hacerlo, ya que tal parece todos la conocían menos yo.

Miré el picarporte entre mi manó, mis sentidos estaban aturdidos aún ¿Qué hubiera pasado si hubiera sido otra persona en vez de ella...?

¿Sería malo aprovecharse de la situación...?

Reí maleficamente, troné mis dedos de un solo estirón y entré a la oficina sin preguntar si podia o no con el rostro en alto. El viejo Kim ya se encontraba arreglado, aunque su cabello estaba revuelto y el omega seguía escondido tras él.

-Señorita Park... -me llamó el director, con voz grave y obviamente, molesta -Todos en esta universidad saben sobre su falta de responsabilidad y rebeldía, pero al menos podría tratar de ser un poco más educada y tocar la puerta antes de entrar -

-Agradezca que fui yo la que los vio casi en plena acción y no algún profesor o alumno -dijo indiferente.

El omega salió de atrás del sillón con un severo sonrojo y se paró a un lado del director Kim con la mirada baja. Me senté frente al director y sonreí con superación. Tiré mi mochila sobre el escritorio y subí los pies a éste.

El viejo Kim fruncio una ceja y de un golpe bajo mis pies.

-¿Usted sabe lo que estaban por hacer? -pregunté arrogantemente, ignorando la acción anterior mientras me cruzaba de brazos. El viejo Kim bufó y el omega me miró expectante y sorprendido.

Rodé los ojos al notar esto.

-¿Usted sabe el significado tocar-la-puerta? -atacó.

-¿Usted sabe el significado de auto-control? -contra ataque. -Esta en una universidad, director Kim, ¿Qué pensará su preciosa hija al oír de esto?

El viejo Kim apretó los labios con enojo.

-Aunque planteemosla de otra forma, viejo ¿Qué hubiera pasado si en vez de mi, hubiera sido cualquier otro? ¿Ah? -pregunté arrugando la nariz el olor a cópula aún se sentía en la oficina. -Creo que no es muy profesional de su parte, siquiera trabo el pestillo, que vergüenza, hubiera sid-

-El hubiera no existe, señorita Park -exclamó, cuando estuvo a punto de volver a abrir la boca, me adelanté.

-A ver, a ver, viejo se la haré fácil, clara y corta -el alfa gruño -yo no abriré la boca si usted suspende mis clases de comportamiento omega con la profesora Kim Ji Soo -

El alfa me miró serio y soltó un suspiró, inhalo y exhalo varias veces.

-Señorita Park, quiero que ahora mismo agarré sus cosas y vaya a la clase de la profesora Kim si no quiere ser suspendida por chantaje o aún peor expulsada de la universidad presentando todas las quejas anteriores, más castigos, más ausencias.. -hicé una mueca.

Arg, viejo de mierda, siempre sabía en que puntos dar.

-Esta bien -gruñí -pero no me callaré por mucho tiempo -amenacé, saliendo de ahí arrastrando mi mochila.

Antes de cruzar la puerta, me dí la vuelta.

-Dígame donde esta la clase de la profesora Kim -

El viejo alfa, notablemente harto, agarró un papel y escribió.

-Toma y vete -estiró el papel hacia mi. Reí burlonamente y agarré de mala manera el papel de las manos del alfa.

Salí de ahí a grandes pasos y cuando estuvé lo suficientemente lejos, miré el papel.

Tercer aula del último pasillo a la derecha, segundo piso.

-Que letra de mierda... -

Rebel ; 채수.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora