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Días después...

-¡Te extrañe mucho, Alice! -Abrazó el cuerpo de su hermana, la cual la recibio con los brazos abiertos, su hermana era tan hermosa.

-Yo también Roseanne -ambas se sentaron sobre el pasto, hasta que una sombra se detuvo frente a ellas.

Apartando los ojos de su preciada hermana observó a la figura parada frente a ambas.

-¿Papá?

-Aquí estoy, pequeña. -sonrió, Roseanne amaba esa sonrisa, le encantaba. Saltó sobre él y ambos cayeron al pasto. Roseanne reía, feliz, Alice se unió a ellos con un fuerte abrazo.

-Papá, no me dejes por favor.

-Nunca lo haré, amor -Rosé no sabia si confiar en sus palabras, aun así sonrió, y cerro los ojos, duermiendo sobre el pecho de su padre, en paz.

-Rosé... ¡ROSÉ!

Gruñó para sus adentros, su cabeza dolía. Ya no podía aguantar mucho. Limpió de su frente las gotas de sudor mientras tomaba una bocanada de aire sin detenerse.

Quería parar, pero su orgullo estaba primero.

-¿Ya te han domado fierecilla? -gritó desde las gradas un alfa que Rosé conocía muy bien.

-¿Ya no eres tan rebelde, no? -lo siguió uno de sus lame-culos. Rosé sonrió con indiferencia y sin dejar de correr enseñar su dedo corazón.

-Oh -torearon el grupito de idiotas, como le asentaba llamarlos. El silbato del profesor Kang sonó por toda la cancha. Roseanne se tiro al suelo soltando un exagerado suspiro de cansancio, exhausta.

-Señorita Park. -la llamó el profesor Kang acercandose a ella con una libreta y un boligrafo en sus dedos. - Su castigo a terminado, puede retirarse, y por favor, tome un baño en las duchas, apesta a sudor -hablo con una mueca de asco, dandose vuelta para volver.

-¡Oiga! ¿Y mi nota? -pregunto exasperada al verlo irse.

-A aprobado, por ahora. Procure no faltar tanto a sus próximas clases, y aprenda a ser un poco más respetuosa, sino me veré obligado a desaprobarla con la merecida nota que se merece. -dijo y se fue.

-Estúpido profesor Kang -maldijo por lo bajo procurando que el insulto no llegara a los oidos del profesor Kang

Observó a sus alrededores, donde sus compañeras de curso tomaban agua sentadas en las gradas, más frescas que una lechuga, mientras ella se encontraba ahí, en el medio del campo de fútbol, sudada y cansada luego de haber corrido por más de 20 minutos alrededor del campo sin descanso ni pausa solo por un estúpido caprichito del profesor.

Suspiro. Su boca estaba seca, necesitaba tomar agua. Con la lengua ligeramente fuera de su boca fue hasta las duchas agarrando en el camino su bolso con su ropa extra, una toalla y una botella de agua.

...

Salió de las duchas, su cabello goteaba, su cuerpo estaba húmedo, su aroma se sentía tan fresco y natural.

Rosé suspiró pasando la yema de sus dedos lentamente por encima de su hombro derecho, ejerciendo presión al rededor de las zonas adoloridas.

Necesitaba descansar un poco, esa semana, ante la ausencia de Kim, se le presentaron muchos problemas.

Ya estaba comenzando a odiarla más de lo normal, la maldecía por todo, hechandole la culpa por cada cosa que le pasaba.

-¡Hey, Rosé! -escuchó girándose al instante, observando a una castaña correr hacia ella, sonrio al verla llegar y agacharse tocando sus rodillas con sus manos, tomando bocanadas de aire.

Rebel ; 채수.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora