Capítulo 10

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Solté un gran suspiro antes de bajarme del auto y me encaminé a la entrada de la Facultad. Puse mi mejor cara aunque estaba con mis ánimos por el subsuelo, como siempre nadie podía saber que estaba mal.
Llegando a la entrada me crucé con algunos de mis compañeros con los que iba a cursar mi primer clase del día. Uno de ellos me dijo que la profesora había mandado los complementos teóricos por correo electrónico. Se sorprendieron cuando les dije que no los tenía, la razón era que había apagado mi celular y mi computadora cuando había llegado a casa la noche anterior. Me dirigí a toda velocidad a la biblioteca donde funcionaba una fotocopiadora. Salí con una sonrisa de satisfacción del lugar al obtener a tiempo mi teoría, mi sonrisa desapareció cuando vi a Alejo, Micaela y Pablo en la mitad del pasillo, realmente no estaba en mis planes cruzarmelos, no había dado señales de vida desde anoche cuando me fui del departamento de Alejo.
Camine con cautela esperando que se fueran o esconderme detrás de los grupos de estudiantes que se dirigían a sus aulas. Como siempre nada de eso funcionó. Alejo levantó la mano para que fuera donde ellos.

-Hola, Bar. -Se acercó para aferrarme en un abrazo del cual no me quería soltar, no porque lo necesitara, si no porque no me quería enfrentar a Micaela. Pero eso no iba a pasar.
Me di la vuelta y salude a Pablo de la misma manera que salude a Alejo, con un abrazo.

-Hola, Micaela. -Dije y la saludé rápidamente. -Perdón chicos pero estoy llegando tarde a clases, los veo luego. -Dije para poder huir nuevamente de ellos.

-Hola, Bar. -Me agarró el brazo haciendo que me quedara en el lugar y todo mi cuerpo se debilitó por su agarre. -¿No me vas a saludar como a los chicos?. -Dijo y de un tirón me abrazó.

Me quedé inmóvil un segundo hasta que sentí que mis piernas se debilitaban, entonces me aferré a ella. La sensación que sentía en ese momento era increible, sentir sus manos en mi cintura, su respiración en mi cuello, realmente no quería separarme de ella en ese instante. Tomé conciencia cuando abrí mis ojos y vi las pocas personas en el pasillo.

-Perdón. Me tengo que ir. -Me solté de los brazos de Micaela y me fui despidiéndome con la mano, mi corazón latía a mil por hora.

Definitivamente sentía algo por Micaela, durante todo el día en la Facultad y en la tarde en mi departamento no logre sacarla de mis pensamientos. 
No me explicaba en que momento había empezado a tener sentimientos amorosos por Micaela, trate de convencerme de que era sólo por la amistad que habíamos logrado tener, pero nunca me había sentido así con amigas de secundaria, nunca me molestó que se besaran con algún chico, nunca sentí latir tan rápido mi corazón con su cercanía, todo era tan raro para mi.
Después de todo lo que pasaba por mi cabeza, me di cuenta de que no había pensado en los sentimientos de Micaela. A pesar de esos episodios en el departamento de Alejo, lo único que me había demostrado era que podía confiar en ella, como cualquier amiga lo haría, la única que estaba fuera de lugar con mis estúpidos sentimientos era yo.

Ignore a los chicos durante la mitad de la semana, hablaba en el grupo, pero cada vez que quedaban en merendar o almorzar me excusaba con que tenía cosas para estudiar y me desaparecía. Era totalmente estúpido lo que hacía, pero esa siempre fue mi manera de "afrontar" lo que me pasaba, huyendo de cada lugar, mintiendo cosas estúpidas todo el tiempo hasta que se me ocurría algo para poder resolverlo. En este caso lo único que se me ocurrió fue quedarme encerrada en mi departamento y cuando iba a la Universidad evitar cualquier cruce con ellos.

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-Hija de puta, pensé que nunca más te iba a ver. -Dijo Pablo casi a los gritos cuando le abrí la puerta.

-Tengo mucho para estudiar. - Me encogi de hombros mientras reía. -Los extraño muchísimo. -Confesé.

Pablo había estado llamándome constantemente durante el dia de hoy, después del sexto llamado contesté y quedamos en que iba a venir a cenar conmigo por su insistencia en verme.

-Si claro, estudiar. -Rodó los ojos.

-Quiero estar preparada para los parciales.

-Los parciales no son hasta el mes que viene, Bar.

-¿Querés que pida algo o cocinamos?. Pregunté cambiando rotundamente de conversación.

-¿Vos tenes ganas de cocinar?

-No. -Dije negando con la cabeza.

-Entonces pedí una pizza o algo, lo que vos quieras va a estar bien. -Me sonrió de manera extraña mientras se dirigía a la cocina.

-Pido pizza, más rápido.

Tomé mi celular y mientras hablaba con la chica del delivery escuchaba a Pablo mientras puteaba. Terminé la llamada y me fui a la cocina.

-¿Qué pasó?.

-No tenes ni un vino, Bárbara. -Dijo exageradamente. -¿Cómo puede ser posible eso?.

-Si que lo tengo. -Reí.

Pablo se había quedado en la cocina abriendo el vino, yo me fui a sacar todos los libros y apuntes de la mesa. Sinceramente su compañía me hacía bien, me distraia un poco de mis absurdos pensamientos, aunque en los pequeños momentos que estaba sola mi cabeza me recordaba a Micaela.

-Ay nena, cambia esa cara. -Se acercó y me dio una copa de vino.

-Perdón, estoy un poco distraída.

-Es por Mica. ¿verdad?.

-¿Qué?. -Mis ojos se abrieron como platos.

-Si, ella ya me contó lo de ustedes.

-¿Qué te contó?. -Pregunté aún más sorprendida.

-Si, me dijo que está preocupada que ella es la culpable por tu repentino alejamiento de nosotros. -Suspiró. -Dijo que arruinó lo que tenían.

-¿Cuándo te dijo eso?.

-Ayer en la Universidad, la note distraída igual que vos, me sorprendí cuando me lo contó, ella no es de mostrar sus sentimientos todos lo sabemos, pero estaba triste.

-Lo sé. -Fue lo único que dije.

-Así que como el gran amigo que soy...-Justo tocaron el timbre, Pablo se levantó para agarrar sus cosas.

-¿Te vas?. -Pregunté atónita y el asintió. -Me vas a dejar comiendo sola, ya llegó la pizza, boludo. -El timbre volvió a sonar.

-No vas a comer sola. -Me guiñó un ojo dejándome más confundida.

Lo seguí para abrirle la puerta, no sin seguirlo puteando. Cuando abrí me paralice completamente.

-Parece que viste un fantasma. -Dijo Pablo burlándose de mi por mi estado. -Las dejo para que arreglen sus cosas. -Y sin más salió.

Seguí inmóvil en mi lugar por unos segundos, hasta que ella habló.

-Hola. -Dijo Micaela acercándose hacia mi.

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Holaaaaaaa. Les cuento que tuve un problema con la aplicación por eso no podía actualizar D: Gracias por sus votos♡

Barbica  (Sólo un momento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora