Capítulo 8

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-Bárbara, ¿que te pasa?. -Preguntó Alejo, tratando de quitarme el gran vaso de vodka. -No tomes de golpe, te va a hacer mal.

No le hice caso y me tomé todo el contenido de ese vaso, mi garganta quemaba.

-Necesito otro. -Dije cerrando mis ojos con gran fuerza por el ardor en mi garganta.

-Eu, es en serio. -Tomó mis mejillas entre sus manos para que lo mirara. -¿Que pasa?.

-No se, realmente no lo sé.

-¿Dónde está Pablo?

-Se quedó abajo en la barra.

-Vamos. -Agarró mi mano obligándome a ir tras el.

Fuimos a la barra, pero Pablo no estaba ahí, recorrimos la parte de abajo pero no lo encontramos, tampoco vi a Micaela. Subimos nuevamente, Alejo pensó que quizá nos habíamos cruzado, pero tampoco lo encontramos cuando llegamos junto a los chicos.
Sabía que si le decía a Alejo que Pablo seguramente estaba con Micaela nos iríamos donde ellos, y no quería, no quería ver a Micaela, estaba enojada. De todas formas no hizo falta, los chicos se comunicaron por celular.

-¿Por que no me dijiste?. -Negó con la cabeza ante mi silencio. -Vamos están afuera.

-No, yo me quedo acá.

-No conoces a nadie, Bárbara. Y no te estoy preguntando si querés ir o no. -Me tomó por la cintura y salimos.

Encontramos a Pablo apoyado en su auto mientras fumaba, pero no veía a Micaela.

-¿Que pasó?. -Preguntó Alejo.

-Vimos. -Me miró y volvió a decir. -Vimos a Micaela prácticamente cayéndose de borracha, le dije a Bárbara para ayudarla, pero la boluda ésta me dejó sólo.

-¿Dónde está Micaela?.

-Está durmiendo en el auto. -Se rió. -Creo que me estoy convirtiendo en la niñera de todos ustedes. -Nos señaló con el cigarrillo entre sus dedos.

Yo los miraba mientras ellos mantenían su charla, ni si quiera les prestaba atención, trate de ver a Micaela pero el polarizado del vidrio no me dejaba.

-Entonces ¿vamos a mi departamento?. -Escuche decir a Alejo. -Ahí nos podemos quedar los cuatro.

-Si, creo que sería lo mejor.

-Llamo a los chicos para avisarles que no voy a volver.

-No, gracias, yo me voy al mío. -Dije sin mirarlos, pero podía notar que Alejo se alejaba un poco.

-Entonces te llevas a Micaela con vos.

-No, no me la voy a llevar conmigo, yo te dije que no me iba a meter en sus cosas.

-¿Pero por que estás tan enojada, boluda?, decime que no es lo que pienso.

-Que... ¿que cosa?. -Su pregunta me había echo poner nerviosa.

-Estás celosa. -Sonrió. -El chico que estaba con Micaela, te gusta ¿no?.

-Estás loco, no tiene nada que ver.

-¿Entonces?.

-No se, Pablo no se. -Era verdad, ni yo entendía mi enojo con Micaela y me frustraba.

Termine aceptando ir al departamento de Alejo, los chicos me dijeron que era necesario que yo este con Micaela, por si ella necesitaba algo 
que quizá ellos no podían ayudarla, me negué un par de veces hasta que termine aceptando.
En el trayecto al departamento de Alejo pensé en desviarme al mío, pero el iba en el asiento del acompañante.
Llegamos y esperamos a Pablo para ayudar a subir a Micaela, ella seguía inconsciente.

-Vos y Mica duermen en la habitación de invitados. Y vos Pablo...

-Yo duermo en el sillón. -Interrumpió.

-No querés que Alejo te abrace hee!!. -Rodó los ojos y negó con la cabeza divertido.

Nos quedamos charlando  y fumando un rato más, los chicos tomaron café y yo decidí tomar un te de manzanilla, sabía que si tomaba café no iba a poder dormir en toda la noche. Se hicieron las cuatro am y decidimos ir a dormir.

Entré a la habitación y vi a Micaela atravesada en la cama, pensé un rato en como iba a moverla y lo hice, la corrí para la parte de la pared y me acosté a su lado. Me quedé un largo rato mirando al techo mientras la imagen de Micaela y ese chico besándose aparecían constantemente, no me lo podía sacar de la cabeza, cerraba con fuerza mis ojos para obligarme a dormir pero era absurdo.
De repente sentí a Micaela moverse y decir palabras que creo que no existían, me acomodé para mirarla.

-Nunca me dejes sola. -Dijo agarrando mi mano. -Prometeme eso. -Volvió a decir.

No sabía si Micaela estaba soñando o lo estaba diciendo por tanto alcohol en su sangre.

-Quiero que estés siempre conmigo, a pesar de todo. -Abrió un poco los ojos y acarició mi mano que aún no liberaba de su agarre.

Me moví un poco más para girar mi cuerpo y quedar en frente de ella, la miré por un largo rato tratando de descifrar si me lo estaba diciendo a mi hasta que sus ojos se abrieron un poco más debido a mi silencio, mantuvimos nuestras miradas fijas.

-Yo, te lo prometo. -Levanté mi mano y sin darme cuenta, estaba acariciando su rostro, ella reaccionó cerrando sus ojos. -Te lo prometo. -Dije nuevamente, ella asintió y abrió sus ojos, podía notar a la perfección el color tan hermoso de estos.
Se movió ella esta vez y de un momento a otro nos empezamos a acercar una a la otra, nuestras frentes y narices chocaban, nuestras miradas se mantenían fijas, hasta que Micaela desvió la suya a mis labios, el corazón se me aceleró de una manera que era imposible controlarlo, ella volvió sus ojos a los míos. Mis caricias hicieron que sus ojos se cerraran de nuevo, se acercó un poco más y la distancia que nos separaba se desvaneció cuando su cabeza quedó enterrada en mi cuello.

Holaaa, perdón por noactualizar, espero que les guste.
Al parecer están empezando a pasar cosas entre Bárbara y Micaela ;) comenten :3

Barbica  (Sólo un momento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora