Capítulo 15

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No quería abrir los ojos, todo lo que había pasado era un sueño, quería obligarme a dormir y soñar de nuevo con el beso que nos habíamos dado con Micaela, me estiré un poco en la cama y frunci el seño sin abrir mis ojos, mis pies habían chocado con algo, volví a tocar con mi pie y abrí los ojos. Micaela estaba sentada en el borde de la cama.

-No fue un sueño. -Pensé en voz alta y Micaela me miró con el ceño fruncido. -Yo.. Mica.. Hola.

-Hola ¿Estás bien?.

-No. Bueno si, estoy confundida. -Dije agarrándome la cabeza. -¿Lo que pasó anoche..?

-Te arrepentiste. -Me interrumpió.

-No, no Mica. Sólo estoy aturdida, tampoco se como reaccionar o que decirte. -La miré nerviosa.

-Está bien. -Agarró mi mano. -Yo tampoco se. -Se acercó y me abrazó. -No te preocupes. -Susurró en mi oido. En ese momento tocaron el timbre y yo me solté como si ella quemara.

Me miró de forma extraña pero se fue a averiguar quién tocaba con tanta desesperación el timbre y yo aproveché para ir al baño. Cuando salí escuché la voz de Pablo, le preguntaba a Micaela si sabía dónde estaba y antes de que respondiera lo hice yo.

-Llegué acá hace un rato. -Dije de inmediato, y al momento me arrepentí.

El nerviosismo que manejaba en ese momento no lo podía describir, me desesperé por sólo pensar que alguien podía saber que me había besado con Micaela, pero ¿era mi amiga no? y podía quedarme a dormir con ella como lo hacía normalmente sin que nadie pensara nada raro.
Quería golpearme la cabeza contra la pared cuando miré a Micaela, todas sus expresiones habían cambiado.

-Si, claro. -Dijo dirigiéndose a la cocina. -¿Van a desayunar?. -Pablo negó con la cabeza, estaba más metido en su celular que casi no prestaba atención. -¿Vos Bárbara? ¿O desayunaste antes de venir?. -Dijo sarcástica y yo me estremecí.

-Voy... voy a tomar un café, pero me lo hago yo, no te preocupes.

Cuando estábamos en la cocina le pedí disculpas por lo estúpida que había sido, pero ella no me prestaba atención, estaba enojada y no la juzgaba por eso, la manera en la que me había comportado era ridícula.

-Chicas me tengo que ir. -Las dos miramos a Pablo. -Me tengo que ir a mi ciudad urgente.

El nos contó que tenía que ir a resolver un problema familiar y que se tenía que ir por unos días, me pidió que lo llevara a comprar los boletos cuando me devolvió las llaves de mi departamento y mi auto.

-No me molesta llevarte, Pablo.

-Ya lo sé, Bar. Pero queda lejos y no te quiero molestar.

-Te voy a llevar aunque no quieras. -Dije firme.

-Te vas a hacer de noche a la vuelta, y vas a venir sola. -Tenía razón, pero lo iba a llevar de todas formas.

-Yo te acompaño, Pablo tiene razón. -Dijo Micaela.

Antes de salir de la ciudad lo llevamos su departamento a buscar lo necesario para que se fuera unos días

El viaje se nos hizo bastante corto, queríamos distraer a Pablo, así que cantamos, contamos chistes y hablamos un poco más de la Universidad y todos los exámenes que se nos venían. Micaela seguia molesta podía notarlo cada vez que hablaba conmigo.

Dejamos a nuestro amigo en la entrada de su casa que nos insistió para que nos quedaramos a dormir y volvernos en la mañana pero nos negamos no queríamos molestar, nos despedimos y nos fuimos.

Como Pablo dijo, se nos había echo de noche, yo venía tan concentrada en el camino que no siquiera le prestaba atención a lo que Micaela me decía, yo sólo asentía a lo que ella hablaba ¿Se le había pasado el enojo?.

Barbica  (Sólo un momento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora