Karma

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— ¿Qué dices que paso?— me pregunta por enésima vez Marlee mientras me limpia los rasguños en la cara.

Ella y Celeste me ayudaron a salir del Bufete una vez que me despidieron, defendiéndome de todas y cada una de las personas que me insultaba o me lanzaba miradas acusadoras.

Ambas no preguntaron nada durante el camino a mi apartamento, esperando a que me calmara puesto que todo el trayecto me lo pase llorando en silencio, de tristeza por haber perdido mi trabajo, de coraje por la forma en que fui avergonzada y de impotencia al saber que en parte tengo la culpa de todo lo ocurrido por no haber dejado a Maxon cuando supe que estaba casado y no haber aplicado completamente mi código Moral sin importar qué.

No fue hasta que me serené por completo que les conté todo lo ocurrido y no han dejado de interrogarme desde entonces.

—Ya se los dije ayer Maxon llegó a mi casa durante la madrugada y me contó que le dio la razón a su ex esposa, esperando que lo dejara ver a sus hijos. Esta mañana me tocaba reunirme con su ex esposa e iba a aprovechar dicha oportunidad para convencerla de que a pesar de lo que le haya dicho Maxon, ambos hicieran un acuerdo legal sobre la custodia de sus hijos, pero gracias mi mala suerte no fue así, ella ni siquiera me dejó terminar el saludo cuando ya me había dado una cachetada y estaba gritándome como histérica. Se enteró que era yo con quien Maxon la estaba “engañando”, lo cual fue lo que la enfureció tanto, el hecho de que yo fuera su abogada durante el divorcio cuando era yo la supuestamente causante―. Explico mientras me alejo de ella debido al ardor provocado por el contacto del Alcohol en mis heridas.

—Enserio tú eres la persona con la peor suerte que conozco—. Dice Celeste quien me tiende una taza de té caliente, la cual acepto gustosa para poder relajarme un poco.

―Lo sé, muchas gracias por tu apoyo—. Le respondo sarcástica.

― ¿Y qué vas a hacer ahora?— pregunta Marlee antes de que Celeste me conteste con uno de sus típicos comentarios.

―No lo sé, va a ser muy difícil conseguir un empleo en donde no me cuestionen por el motivo por el que fui despedida, además en cualquier empleo que consiga voy a tener que pedir incapacidad a los pocos meses, lo cual hace aún más difícil la situación. Lo bueno es que tengo un dinero ahorrado lo cual me ayudará a sobrevivir por lo menos durante unos meses en lo que consigo un trabajo.

―Conseguirás un buen trabajo, ya lo verás, además sabes que puedes contar con nosotras para lo que sea, incluso si tienes que secuestrar a alguien con tal de obtener el dinero del rescate—. Dice a modo de broma lo cual hace que una sonrisa se dibuje en mi rostro.

Seguimos bromeando un rato las tres con tal de aligerar el ambiente y hacer que deje de preocuparme por lo ocurrido hace unas horas, hasta que se escucha que tocan la puerta.

―Debe ser Maxon, hace rato que le hablé para decirle que te viera aquí—. Dice Celeste mientras sale del lugar sin darme oportunidad de reclamarle porqué le habló a Maxon puesto que lo que menos necesito es tener que explicarle qué me pasó en el rostro.

Volteo a ver a Marlee, esperando obtener una respuesta de su parte pero ella se encoje de hombros igual de confundida que yo.
Maxon al verme con la mejilla hinchada no tarda en llegar a mi lado.

― ¿Qué pasó?—. Pregunta serio mientras pasa ligeramente la yema de sus dedos por mi mejilla y no puedo evitar hacer una mueca de dolor.

―Tu Ex esposa, eso es lo que pasó—. Dice Celeste por mí.

Él frunce el ceño molesto ante las palabras de Celeste.

― ¿Qué pasó?— pregunta nuevamente, esperando una respuesta más detallada.

Anything Could Happen (Merxon) (La Selección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora