Aiden
Sonrío al entrar en la que ahora será nuestra casa. Por una parte, no puedo negar que me siento triste con el divorcio de mis padres. Por otra, les agradezco que lo hayan hecho como verdaderos adultos. Sin discusiones ni malos ratos. Simplemente, hablando como personas civilizadas. Mi padre ha cambiado de trabajo y se ha ido al extranjero. Sé que mi madre será la que más extrañe todo y tampoco la quiero dejar sola. Me quedaré a su lado para hacerla feliz.
-¿Te gusta? -pregunta temerosa. Asiento y la abrazo fuerte. He pegado un estirón que dice ella y soy más alto que mi madre.
-Me encanta. Creo que seremos muy felices aquí -digo, intentado sonar despreocupado. Sé que está inquieta por mi cambio de instituto y porque tampoco soy una persona demasiado abierta para hacer amigos. Le cuesta entender que me gusta estar solo. No me molesta en lo más mínimo la soledad, al contrario. Muchas veces, la aprecio.
-Ven a ver tu habitación. -Subimos rápido entre risas y comentarios sobre la decoración de la casa. Debo decir, que me encanta mi habitación desde el primer momento. Completamente blanca, con una ventana genial y una librería que espera ser llenada de libros.
-Es genial. Ya quiero empezar a colocar las cosas.
-Pues, a ello. -Ella sale y yo empiezo por mis libros. Mis fieles amigos y compañeros. Es el equipaje más preciado que llevo conmigo.
Cuando ya los tengo todos, me siento satisfecho y admiro mi colección. Ahora es el turno de la ropa. Estoy en ello cuando un sonido de guitarra eléctrica me sobresalta. No sé exactamente de donde viene, así que me asomo a la ventana y veo a un chico tocando el instrumento en la casa de al lado. Nuestras ventanas dan una a la otra. Tiene el amplificador más alto de lo que está permitido y rompe con mi tranquilidad y paz. Quiero decirle algo, pero no me atrevo. Mi timidez es uno de los motivos por los que me cuesta hacer amistades. Me armo de valor e intento decirle que le quite voz, por favor. No me escucha, ni me mira. Empiezo a pensar en una forma de hacerme oír, eso es algo que nunca antes he hecho. Al final, me decido por el método más infantil que existe: un avión de papel. Escribo las palabras «silencio, por favor» en él y lo lanzo.
Sorprendiéndome hasta a mí, el pequeño avión de papel llega hasta la ventana de enfrente y el sonido se detiene. El chico se acerca a la ventana y coge el avioncito, me mira y sonríe ampliamente, mostrando su blanca y perfecta dentadura. Tiene pinta de macarra y chulito, también parece un rebelde, así que me empiezo a resignar ante el hecho de que seguro el ruido empeorará. Coge un bolígrafo de su escritorio y veo que escribe algo en el avión. Lo vuelve a doblar y se acerca a la ventana.
-Señores pasajeros, abróchense los cinturones. El vuelo con destino a la ventana de enfrente, está a punto de despegar. -Lo lanza y yo no puedo evitar reírme por su comentario estúpido.
El papel llega sin problemas. Lo desdoblo y leo lo que ha escrito en él. «Lo siento. Soy bastante ruidoso y soy Logan». Le miro y hace una reverencia como acompañando su presentación. Sin poder borrar la sonrisa de mi rostro, escribo mi nombre en el avión y lo envío de vuelta. Logan no parece un mal chico, creo que esta vez le he juzgado muy rápido.
Abro los ojos cuando la luz del sol me golpea el rostro. ¿Por qué he tenido que soñar eso? La primera vez que nos vimos, ahí empezó todo, aunque de eso solo me di cuenta mucho después. Claire sigue dormida y decido no despertarla. Será mejor que me vaya, antes de que el pasado vuelva a atormentarme.
Regreso a casa después de la larga noche con Claire. Por su culpa, mi mente no me deja en paz. Hasta los recuerdos de ese primer momento, han aparecido en mi cabeza como si de una película se tratase. Decidí enterrar los sentimientos del pasado y a esa persona. Pero durante todos estos años, me he estado engañando a mí mismo. También he mentido a mi amiga al decirle que no quería saber nada de él. En verdad, la curiosidad es superior a mí. ¿Tendrá novia? ¿Se habrá casado? ¿A qué se dedicará? Recuerdo que nunca se preocupó demasiado por ir a clases ni tampoco por estudiar.
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Me gustas tú
RomanceCuando una persona llega a tu vida por casualidad y despierta algo en ti, que es nuevo. Le abres las puertas de tu vida y de tu corazón, sin darte cuenta. Sientes miedo de tus propios sentimientos y no eres consciente de que cada momento con esa per...