Capítulo 9

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Logan

«Él entra corriendo en el ascensor y toma mi rostro entre sus manos. Yo me pierdo en sus preciosos ojos azules. Siempre me han fascinado porque son únicos y me miran como si me atravesaran. Siento su respiración en mi rostro y me estremezco. Aunque es extraño en mí, soy incapaz de articular palabra. Es el efecto que Abraham provoca sobre mí.

Justo en ese momento, sin decir nada, una idea cruza por mi cabeza. ¿Qué ocurre cuando el tren vuelve a pasar por tu estación? ¿Le dejas escapar o subes de nuevo sabiendo que puede descarrilar? Yo... he tomado mi decisión».

Vuelvo a releer el trozo que he escrito. Todavía no me puedo creer que esté intentando crear una historia de amor. En verdad, debo admitir que haber visto a Aiden me ha ayudado mucho. Siento que son mis propios sentimientos y pensamientos los que estoy plasmando. También el hecho de que no pienso dejarle escapar esta vez, está presente en la historia. Pensar que está justo en la casa de al lado, hace que una sonrisa aparezca en mi rostro. Pero al mismo tiempo... recordar la forma en la que se ha alejado de mí me duele. Por inercia, mi mano ha intentado acariciarle. Pero solo se ha quedado en eso, un intento.

Ese amor que tanto anhelo vuelve a escaparse entre mis manos. Está claro que no puedo obligarle a que me ame de nuevo. Pero teniendo en cuenta como intenta evitarme, afirmaría que todavía siente algo por mí. Eso es una ventaja para mí, y por supuesto, la pienso aprovechar. Sonrío con un poco de maldad. Molestarle puede ser muy entretenido y divertido. Niego con la cabeza y enciendo música para intentar concentrarme de nuevo.

-Venga Logan, tienes que poner todo de ti para conseguir la atención de Aiden -me digo a mí mismo. Este era el objetivo de Claire. Con Aiden en la ecuación, voy a ser más entusiasta y serio en cuanto al proyecto. Ella sabe que él es mi talón de Aquiles.

Intento escribir un poco más o definir la historia al menos, pero no lo consigo. Me desespero cuando borro más que escribo. Tomo aire y vuelvo a intentarlo. Al final, desisto. Forzarme a mí mismo solo me traerá frustración.

Me dejo caer en el sofá y respiro profundamente. El reloj señala las tres de la madrugada y estoy cansado. Necesito tiempo para relajarme y alejar todos los pensamientos de mi mente. Sonrío de nuevo como un estúpido cuando su rostro viene a mi mente. No ha cambiado en lo absoluto, al menos físicamente. En cambio, parece que tiene una barrera para no dejarme entrar en su vida de nuevo.

Necesito ideas, necesito tiempo con él, necesito a Aiden. Una idea fugaz aparece en mi cabeza de la nada. ¿Por qué no tener una cita con él? Empiezo a maquinarlo todo para que parezca natural aunque en el fondo, le estoy tendiendo una trampa.

Me levanto antes de que suene el despertador. Después de que esa brillante idea viniese a mi mente, pude dormir a pierna suelta. Me meto en la ducha y luego me tomo mi tiempo eligiendo la ropa que mejor me queda. Sinceramente, necesito que se vuelva a enamorar locamente de mí. El móvil suena y veo que es Claire, como siempre, decido ignorarla. Ya nos veremos en la editorial. Ya que hoy pienso ir aunque sea para compartir el viaje con Aiden.

Espero impaciente detrás de la puerta para escuchar algún sonido. No debe tardar demasiado en salir de su casa. ¿Esto se considera acoso? En verdad no me importaría terminar en un calabozo con tal de estar a su lado.

Y justo el momento que estaba esperando. Escucho su puerta abrirse y sus pasos dirigirse al ascensor. No lo pienso más, me reviso en el espejo rápidamente y salgo de casa. Debo acelerar el paso para conseguir entrar en el ascensor con él. Juraría que estaba apretando el botón con desesperación para que se cerraran las puertas.

Me gustas túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora