Aiden
Cierro la puerta de casa y me dejo caer en el suelo. Las lágrimas inundan mi rostro, me siento muy mal por todo lo que le he dicho y cómo me ha mirado al final. De nuevo, he vuelto a huir corriendo. La desesperación se apodera de mí y me abrazo intentando calmarme. Tomo aire profundamente en varias ocasiones, pero no consigo tranquilizarme en lo absoluto.
Me levanto de golpe, saco la maleta y empiezo a meter de nuevo mis cosas en ella. Cojo el móvil y busco vuelos que salgan en dos horas, pero veo la foto de la que ahora es mi familia y me arrepiento de este pensamiento egoísta que he tenido. Irme de nuevo lejos de ellos no es lo mejor que puedo hacer. Pero me siento perdido ¿qué hago ahora? Si llamo a Claire, ella le restará importancia al asunto y se pondrá de parte de él. Aunque yo también soy su amigo, ellos se conocen de toda la vida. Al final, solo hay una persona en el mundo que está a tu lado de forma incondicional y esa es la mujer que te dio la vida.
Mi madre coge el teléfono de inmediato.
-Pero si es mi hijo desaparecido, cuánto tiempo sin saber nada de ti aunque vivimos en la misma ciudad -dice irónica, pero divertida como siempre.
-Mamá... -no soy capaz de decir nada más. Las lágrimas vuelven a brotar y lloro de forma descontrolada.
-Aiden, ¿qué ocurre? Ahora mismo voy a tu casa. -Cuelga y sé que en breve estará aquí. Yo escondo la maleta para que no se sienta mal y me dejo caer en el sofá. No intento detener el llanto, solo le dejo salir. ¿Y si él también viene a buscarme? Esa idea me aterroriza y me sobresalto cuando el timbre suena-. Aiden, soy mamá.
Me levanto y abro la puerta. Quiero decir algo, pero soy incapaz de ello. Solamente abrazo fuerte a mi madre y dejo que ella me arrastre hacia dentro. No dice nada, solo me consuela sin preguntar y yo se lo agradezco enormemente.
-¿Qué ha ocurrido? Solamente te he visto así una vez...-detiene sus palabras y sé exactamente a qué momento se refiere. De nuevo mi dolor es causado por la misma persona.
-Yo...Logan...-Sigo siendo incapaz de decir mucho más. Mi madre asiente como entendiendo lo que quiero decir y me toma del brazo.
-Vamos a casa. Benjamín ha salido con los niños y podremos estar más tranquilos. ¿Cuándo le has vuelto a ver? -dice preocupada. Me levanto con su ayuda y tomo aire.
-Vive al lado. -Me mira sorprendida y tira de mí. Veo su determinación para sacarme de aquí y alejarme de lo que me causa dolor. Una madre nunca deja sufrir a sus hijos si lo puede evitar. Y ella se ha puesto en plan protectora. Yo no digo nada y simplemente la sigo. Rezo mentalmente porque no nos lo encontremos en el camino. Y por suerte para mí, no hay rastro de él en todo el edificio.
Ninguno dice nada durante todo el camino. Evito con la mirada esa casa vecina que tantos recuerdos me trae. Pensar que ya la han vendido... Alejo todos esos pensamientos absurdos de mi mente. Ahora estoy hecho un completo lío. Entramos y nos sentamos en el sofá, mi madre toma mis manos entre las suyas y me mira a la espera de una explicación.
-Es una larga historia...-digo intentando evadir las explicaciones que espera ansiosa.
-Tengo todo el tiempo del mundo para ti. -Aprieta nuestras manos infundiéndome valor. Ha llegado el momento de resumirle el caos en el que se ha vuelto mi vida desde que dejé esta casa.
-Vive en el apartamento vecino al mío. También trabaja en la misma editorial que yo y... hoy había accedido a ayudarle para que pueda escribir. -Mi madre abre los ojos de forma exagerada.
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Me gustas tú
RomansaCuando una persona llega a tu vida por casualidad y despierta algo en ti, que es nuevo. Le abres las puertas de tu vida y de tu corazón, sin darte cuenta. Sientes miedo de tus propios sentimientos y no eres consciente de que cada momento con esa per...