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Hoy papá llamó. Le pidió a la abuela que le permitiera hablar con su pequeña, y, pese a mi renuencia a tomar el teléfono, al final tuve que hablar con él. Y ¿sabes qué me dijo? Me dijo que no desesperara, que más pronto de lo que imaginaba volvería a verlos. Esto, aunque no lo comprendas, me hizo enfurecer.

Cínicos. Hipócritas. Ambos lo son. Porque si quisieran tenerme a su lado, unos kilómetros de distancia no serían impedimento. En realidad, si de verdad quisieran tenerme a su lado, nunca me habrían apartado de ellos.

A veces creo que el problema no son los celos enfermizos de papá, o el distanciamiento excesivo de mamá últimamente... A veces creo que el verdadero y único problema soy yo, y sólo yo...

Sábado, 2 de agosto

El diario de Jeanette © (¡Terminada!) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora