Uriel
Hoy era el día en el que tenía que encontrar un trabajo pero primero tenía que ir a la escuela. Abriendo mis ojos lentamente veía que todavía estaba el cuarto oscuro, Samuel seguía abrazando me, trate de empujarlo pero no funciono muy bien que digamos, el me apretaba con más fuerzas hacia el. Le toque mejilla varias veces, el solo se quejaba. Gire mi cuerpo hacia el y sujetando su cabello le hice unos suaves masajes. Fue cuando empezaba a reaccionar al parecer le daba cosquillas y lentamente abría los ojos.
-Ya tenemos que levantarnos-dije mientras quitaba sus brazos.
-Todavía es temprano-se quejaba mientras se acurrucaba contra mi.
Sin a serle caso me levanté, me metí al armario agarrando mi uniforme y poniéndome lo. Salí del armario y Samuel todavía estaba acostado.
-¡Ya levántate!-le ordene quitándole la cobija de un jalón.
-¿Para qué te quieres levantar tan temprano?-se quejó Samuel.
-¡Obviamente para ir a la escuela!-grite.
-Pero hoy no hay clases, es más toda esta semana le dijimos al director que no íbamos a ir-menciono. Me sentí engañado por un momento. Sin pensar me quite la ropa enojada mente.-¿Tan temprano y ya tienes ganas?-dijo Samuel perventidamente.
-No pervertido, sólo me voy a cambiar-diciendo esto solo me puse lo primero que encontré y me dirigí al comedor.
Todavía no había nadie levantado, busque algo de cereal, me serví y desayune tranquilamente.
Terminando de desayunar, me lave mis dientes y me fui a conseguir un trabajo. No importaba el trabajo, cualquiera estaba bien para mi, podría trabajar hasta de mesero si es necesario.
Primero fui a los restaurantes de comida rápida porque pensé que sería fácil conseguir trabajo en esas empresas como McDonalds, burger king, KFC o algo por le estilo, incluso fui a hasta Starbucks para pedir empleo. Lamentablemente ninguno me acepto.
Luego intente ir a los restaurantes normales. Había uno que me llamaba la atención era un café. Me hacer que a la entrada del café, abrí la puerta pero me di cuenta que era un maid café, lo único que hice fue retroceder antes que vinieran a tenderme. Fue muy tarde, una chica me había agarrado del hombro.
-Bienvenido-dijo una chica con un traje de maid negro, alta de pelo café.-Por aquí-giro su mano en señal que me sentara, era muy tarde para decir que no así que accedí.
-Aquí está el menú-tomé el menú y lo empece a ver. Tenían mucha variedad de postres y desayunos ligeros.
-Ammm me trae una malteada de fresa, por favor-dije señalándole la imagen de una malteada de fresa que se veía exquisita.
-En un momento vuelvo-menciono la maid mientras apuntaba en su libreta y se iba.
El lugar era muy agradable y muy colorido, la mayor parte de los clientes son hombres aunque era obvio por las maid. Cada cosa que veía estaba muy adornada con listones y con alguna cosas que utilizan mucho las chicas.
-Aquí tiene-dijo la camarera. Por estar de observador no me di cuenta cuando ella llego.
Sin decir nada sólo accedí y primero me comí la galleta que tenía la malteada. Lo raro era que la maid no se iba, sólo se me quedaba viendo y eso me hacia sentir muy incómodo.
-¿Estas buscando trabajo?-pregunto la maid, señalando los papeles que traía conmigo en una carpeta.
-Si, ¿Porqué?-pregunte.
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Un Amor No Esperado
RomanceUriel, un chico comun y corriente se muda de su pueblo natal a dirigirse a una ciudad chica de canada en donde su vida ya no va a ser la misma al conocer a Samuel el chico que al principio lo maltrata pero al pasar de los dias ese maltratato es conv...