Aron
Por fin había salido de la casa de Uriel, ya comenzaba a sentirme incomodo. Creo que le caí mal al papá de Samuel, ahora que lo pienso me dijo algo cuando cerré la puerta pero no recuerdo que haya sido.
Me daba flojera ir a trabajar pero como soy el único que hace de comer así que no tenia otra opción.
Mientras caminaba me empezaba a doler el abdomen, me fije y mi camisa se tornaba roja en donde estaba la herida. No podía aguantar mucho el dolor, vi a lo lejos una banca vacía en un jardín cercano al café.
Llegue ahí y me acosté boca arriba mirando hacia el cielo. Otra vez tenia esa sensación de querer dormir. Fui cerrando los ojos lentamente. Mi mente estaba en blanco. Podía oler un aroma muy dulce.
-¿Estas bien?-dijo un voz desconocida. Sonaba tierna como de un niño. Luego sentía que alguien me tocaba la frente.-Tienes calentura,¿esto...esto es sangre?-ahora su voz sonaba asustada.
Abrí los ojos lentamente encontrándome con un niño como de once. Llevaba una chaqueta color crema, le quedaba algo grande, su rostro era muy tierno, blanca con las mejillas rosadas. Me dieron ganas de abrazarlo y eso fue lo que hice.
Lo jale hacia mi poniéndolo arriba de mi pecho, el chico voltio a verme quedándonos frente a frente. El chico se sonrojo y oculto su cara en mi pecho. Tocaba su cabello entrelazándolo con mis dedos, era mas suave que el de Uriel. No sabia lo que estaba haciendo, no puedo meterme con un niño, me meterían a la cárcel.
-Ya no me duele tanto la herida, gracias-dije. El chico levanto su cara inmediatamente.
-Pero yo no he hecho nada-dijo. El rostro de este niño era tan...adorable al igual que su estatura, mas bien todo de el era tan...¿violable? no espera creo que estoy exagerando un poco.-¿Poque me vez así?
No me había dado cuenta, creí que no lo notaria. Creo que mi mente no esta bien del todo.
-Perdón es que eres muy lindo-¡Maldicion! Este niño me meterá a la cárcel. ¿Que rayos estoy diciendo?
El niño se sonrojo mas de lo que estaba. Se acerco a mi cara mientras me daba un leve un beso.
Sinceramente no me pude resistir al encanto el niño. Sus labios eran muy tiernos y suaves. Necesitaba controlarme.
-Parece que ya somos novios-dijo el niño felizmente. ¿Que, a que hora? Esto resultaba confundido, solo le dije que era lindo, solo eso.
-Yo...yo no se, solo se que tengo que ir a trabajar-dije. Ya iba hacer hora, necesitaba apurarme.-De todas maneras ¿Cuantos años tienes?-le pregunte mientras lo ponía de pie y yo me sentaba. En realidad era muy liviano.
-Tengo diecisiete-respondió. Abrí los ojos como plato al momento de escucharlo.-¿Como te llamas?
-Aron-le respondí. Tal vez este chico tenga una enfermedad.
-Tienes un nombre muy lindo-menciono. Me abraso y no me soltaba.-Te acompañare a tu trabajo.
Me puse de pie. No podía decirle que no a esa cara. El niño me sujeto la mano mientras íbamos caminado.
Llegamos al café, entramos por la puerta trasera.
Todos se nos quedaron viendo.
-¿Quien es el?-pregunte Uriel. El niño no se me despegaba de mi se mantenía tras de mi.
-Es algo muy difícil de explicar-respondí tocándome la cabeza.
-Hola amiguito, me llamo Uriel, un gusto conocerte-se agacho Uriel un poco para estirar le la mano, pero el se reuso haciendo un puchero.
-No soy un niño, tengo diecisiete-se impresiono cuando dijo eso al igual que yo.
-Pe...perdón-menciono Uriel.-¿Son primos?-Pregunto. Ni siquiera nos parecíamos, solo porque teníamos casi el mismo color de cabello.
-No, ni siquiera se quien es, sólo se me pego-obviamente no era cierto.
-Que malo eres, dijiste que eras mi novio-yo nunca dije eso, pensé.
-Aron se te olvido tu...-era el psicópata de Samuel, se le quedo viendo al niño y a mi al mismo tiempo-Pedófilo.
¡¿Pedofilo, enserio?!
Uriel
-Claro Samuel y eres el mas normal de todos-mencione. No sabia si reírme o no hacerle caso.
-Ese tipo me da miedo Aron- dijo mientras se ocultaba atrás de Aron. Se veía tan tierno, yo quiero un hijo así.
-Tranquilo Aron, no me interesan los niños-menciono Samuel.
-Que no soy un niño y tengo nombre-Se mostraba muy enojado. Aron se ponía todo rojo cuando lo veía.-Me llamo Eric.
Agarre una de las galletas que teníamos en la bandeja.
-Toma Eric, bienvenido-me lo arrebato de la mano, parecía que no le caía muy bien.
Se lo empezaba a comer, parecía un conejo. Aron le acariciaba el pelo, se veía muy contento.
-¿Samuel que me querías decir?-
-Ah nada, solo quería hacer un entrada inesperada-se empezó a reír.-Ya había visto a Aron y a Eric cuando entraron, quería llamar la atención ya sabes.
Aveces Samuel era muy raro y no lo llegaba a comprender.
Cada uno de nosotros se puso a trabajar. Eric siempre estuvo alado de Aron todo el tiempo, algunas de las chicas lo rodeaban y lo empezaban a manosear sus cachetes. Aron se enojaba y les ordenaba que fueran a trabajar. Eric le agradeció dándole un beso en su mejilla. Ambos hacían una linda pareja.
Samuel también trabajo pero Aron le ordenaba que se fuera. Estuvo molestando a Eric la mayor parte. Le picaba el hombro o solamente se acercaba a el. Eric solo ponía los ojos llorosos porque le tenia miedo. Aron le gritaba a Samuel que lo dejaba en paz pero Samuel es muy necio así que era inútil.
Al final Aron cargo a Eric hacia los vestidores dejando a Samuel solo con todo el trabajo por grosero.
Ya casi íbamos a terminar de trabajar. No fue tan aburrido el día. Me la pase regañando a Samuel.
Me dirigí a los vestidores, ya estaba cansado por el largo día de trabajo. Al entrar ahí vi a Aron encima de Eric. Me panique empujando a Aron.
-¿Que rayos estas haciendo?-pregunte. Había olvidado que Eric tenia diecisiete.
-No creas que estamos haciendo algo malo, ni que fuéramos Samuel y tu-aunch eso dolió.-Eric estuvo apunto de caerse, mal pensado.
-Oh, perdón creí que...-hice una pausa.-Olvídalo ¿quieres?-sonríe falsamente.
Fui retrocediendo cada vez mas lento. ¡Que vergüenza!
Me dirigí con Samuel. Al verlo estaba totalmente agotado. Estaba sentado en una de las sillas. Yo me senté en sus piernas.
-Me estoy volviendo igual de mal pensado que tu-renegué. Samuel solo se rió dándome un beso en la mejilla.
Mi celular vibro. Lo saque de mi bolsillo viendo que era mi padre.
-Bueno.
-¿Uriel?, tenemos visita, sera mejor que vengas-¿Visita? jamas había venido ningún familiar excepto mi padre.
-¿Quien es?-pregunto Samuel.
-Parece que va a visitarme un familiar.
Me fui a cambiarme rápidamente. Salí del café sin antes despedirme de los demás. Samuel ya me esperaba afuera. Casi, casi nos fuimos trotando hacia mi casa.
Al llegar entramos a la casa, por merito y azotábamos la puerta.
-¿En donde esta?-no se porque, pero me sentia emocionado. Despues de todo, era nuestra primera visita.
-Es...-no termino de decir cuando alguien bajaba de las escaleras corriendo.
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Un Amor No Esperado
RomanceUriel, un chico comun y corriente se muda de su pueblo natal a dirigirse a una ciudad chica de canada en donde su vida ya no va a ser la misma al conocer a Samuel el chico que al principio lo maltrata pero al pasar de los dias ese maltratato es conv...