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-¡Maldita zorra!- Le grito Samuel a Elena.-Suelta a mi Uriel.

Elena me soltó y salió corriendo adentro de la casa, cuando voltee ya no estaba Samuel estaba persiguiendo a Elena. "Esto es malo" suspire, cerré la puerta y los empecé a buscar por todos lados. Como no estaban en la cocina ni en la sala decidí irlos a buscar en los cuartos de arriba. Cuando estaba subiendo las escaleras se podían escuchar los pasos aunque en realidad estaban corriendo.

-¡Samuel por favor! No me mates, te juro que no lo volveré a tocar- Grito Elena, su voz sonaba desesperada y cansada de tanto correr "Mejor me apuro antes que el gorila la mate"

Cuando llegue al segundo piso de la casa, voltee a todos lados pero no los encontraba, se podían escuchar murmullos que provenían de mi cuarto y al asomarme Elena traía mis bóxers en una mano.

-¡Deja eso Elena!- Le ordene, no pude evitar sonrojarme.

-Dile a Samuel que no me mate- Elena estaba temblando y Samuel no podía quitar su mirada de asesino.

-Esos bóxers me pertenecen igual el que los usa- Dijo Samuel un poco roburizado.

-Toma te los doy, pero no me mates- Elena lanzo los bóxers a Samuel, el los agarro con una sola mano.-Yo me largo de aquí- Dijo Elena mientras salía del cuarto haciéndome a un lado.

-Uriel me los puedo quedar ¿verdad? Lo necesitare para en la noche- dijo Samuel güiñandome un ojo.

-¡Cállate gorila pervertido! Mejor discúlpate con Elena, le disté un buen susto- Le dije.

-La zorra es la que se tiene que disculpar, estaba tocando lo que es mío- menciono señalando mi entrepierna. Obviamente me sonroje más de lo que ya estaba.

-Estas loco, ella no me toco ahí, me agarro de la cintura ¡Nadamas!

Preferí salir a buscar a Elena que quedarme con ese pervertido "Espero que no se lleve mis bóxers"

Un Amor No EsperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora