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La campana para ingresar a clases había sonado hacía ya un buen rato, sin embargo todavía había dos alumnos que no habían ingresado a su salón y se encontraban en el patio, detrás de la cancha de fútbol.

– Hola, ByulYi. – Saludó nerviosa la rubia.

– Cómo sabías que era yo? – Espetó Byul, dejando de forzar su voz para sonar más grave.

– Entonces sí eres tu... – Algo en su voz sonó melancólico, triste.

– Pregunté algo. – La interrumpió.

– Creíste que no te reconocería? – Musitó. Byul ladeó la cabeza, deseando una explicación. – Ambos tienen personalidades extremadamente diferentes, además tú no tienes la manía de arrugar la nariz ---- Sonrió con dulzura al comenzar a hablar, provocando una sonrisa cínica de parte de Byul.

– Réspondeme una cosa, Krystal. – La interrumpió. La nombrada lo observó atentamente, esperando su pregunta. – Sabías quién era XiuMin desde el principio? La había reconocido? – Soltó. Krystal, sabiendo el rumbo de la conversación, bajó la mirada avergonzada de sí misma.

– Sí... – Susurró.

– Eso quiere decir que sabías todos los problemas que tuvo por la culpa de las burlas, cierto?

– Sí... – Repitió, aún sin mirarla a los ojos.

– Krystal. – Vociferó. – Mírame. – Mírame. – Ordenó con voz firme. Ésta, luego de unos segundos dudando, acató su pedido. – Y ahora dame una sola razón, una puta sola razón, para no partirte la cara en este instante de un golpe. – Byul cerró sus puños con una fuerza tal que sus brazos comenzaron a temblar. Sentía la cólera fluyendo en su torrente sanguíneo a medida que se iba encegueciendo a causa la misma. – Dime la razón por la que has atosigado a mi hermano hasta el punto de necesitar escapar.

Krystal volvió a bajar la mirada.

– No tengo ninguna, ByulYi. – Susurró, y enseguida sintió cómo la mano de Byul se estrellaba contra su mejilla produciéndole un agudo dolor y haciéndola retroceder unos cuantos pasos. Perdió el equilibrio, y cayó hacia atrás.

Byul avanzó.

– Oh, no la tienes? – Preguntó con tono amenazante. Colocó su pie en el hombro de Krystal y la empujó con fuerza hasta hacer que se acueste en el césped. Una vez que la tuvo completamente sometida, comenzó a hacer presión en el talón, lastimando a Krystal. – No la tienes?! – Krystal, aunque le dolía, no se quejó ni pidió que se detenga o que le perdone. Sabía que se lo merecía. – Púdrete. – Ladró, quitando su pie del lugar y volteándose para retirarse, dejando a Krystal tirada en el lugar.

– Sólo puedo decirte que lo hice para protegerlo... – Dijo Krystal incorporándose, haciendo que Byul vuelva a enceguecerse de rabia y retroceda hasta ella.

Pateó su esternón, lanzando a Krystal nuevamente hacia el suelo, y otra vez cacheteó su rostro con su mano. Acto seguido la tomó por el cuello de la camisa y elevó su cuerpo del suelo, demostrando la fuerza que escondía en sus delgados brazos.

– Véndele el cuentito de "lo hice por él" a un director de cine, Krystal, a mí no. – Soltó con brusquedad la camisa dejando que la cabeza de Krystal se azote contra el suelo, y se puso de pie (nooo, mi bebé :c). – Sueltas una sola palabra de esto, y juro que te dejaré por meses en el hospital. – Advirtió volteándose, dejando atrás a una Krystal retorciéndose de dolor y llorando de vergüenza hacia sí misma (no eres mala bebé :"c).

Krystal, en ese momento, se sintió la basura más grande de todo el planeta.

Y tal vez sí lo era.

Gender Bender ♤MoonSun♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora