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— Padre nuestro que estas en el cielo — Seongwoo sentía la mirada la Daniel sobre él — santificado sea tu nombre — tenía miedo de fallar porque escuchaba la mano de Daniel pasar por las cuentas de su rosario — Venga a nosotros tu reino, Hágase tu voluntad así como.... Como... Como.. —se le olvidó y se encogió antes de que Daniel pusiera el Rosario en su cuello.

— ¿Cómo? — preguntó no muy feliz.

— Me enrredo ahí, rezar hace que me duela la cabeza. Pero mejor ¿Por qué no hacemos algo juntos, más divertido? — no quiera seguir con ello, pero cuando sintió la mano con el Rosario en su hombro tuvo que morder su labio para no gritar.

— Desde el principio — sólo ordenó para quitar su mano.

Seongwoo solo miro al humano que andaba sin camisa, lo hacía a propósito pero dirigió su vista al suelo no quería más quemaduras.

— Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así como el cielo como en el tierra, danos hoy tu pan de cada día, no nos dejes caer en la tentación y librame del mal. Amen — Lo dijó casi rápido y termino en un jadeo, alzó su mirada pero no vio su abs marcados y vio sus ojos, casi retandolo.

La tensión entre ellos se sentía, de todo tipo. Seongwoo le encantaba cuando Daniel se ponía así, no le gustaba las quemadas con el agua bendita y el rosario, pero para él valían la pena ver a Daniel así. Aquella mirada que le quemaba, aquel cuerpo con el cual quería pecar, pasar su lengua lentamente, restregarse contra él. Pero, todo se quedaba ahi, en un mirame pero no puedes tocarme. Daniel era caliente, super caliente cuando estaba así

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Hoy tengo mucha tarea para actualizar seguido. Nos vemos pecadoras

Super Hot»»»»» OngNiel (Wanna one) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora