9. La verdad es..

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Maratón 2/3.

N/A: me disculpo por tardar tanto en subir el capítulo :( los exámenes me tienen sin tiempo.

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Caminando en silencio hacia la tienda de Urahara después de un millar de preguntas acerca de si las personas en la escuela estarían bien, finalmente llegamos.


Pasaron dos horas hasta que los chicos despertaron, y por supuesto se encontraban muy desorientados.



Urahara les dijo la verdad, pensé que intentaría mentirles, pero ambos pasaron por situaciones extremas hasta el punto de despertar poderes, el dueño de la tienda nos indicó que debíamos ir a un lugar alto, así que separándonos en diferentes caminos terminamos por quedar los tres observando lo que se aproximaba quebrando el cielo.


—Observen.. y entonces decidan. ¿Es lo quiso decir?—murmuró Orihime intentando asimilar la explicación en doble sentido de aquel hombre.


Y vaya que si le gustaba decir las cosas en doble sentido. Chad hace tiempo descubrió el propósito de las explicaciones de Urahara y Orihime lo entendió una vez divisó toda la situación rondando alrededor de Ichigo, Rukia e Ishida.


Si bien era cierto que Rukia borró sus recuerdos de aquel fatídico ataque directo a Orihime, para ella, aquellos recuerdos eran borrosos, pero relevantes y al despertar sus poderes, finalmente lo recordaba con claridad, y eso se reflejaba en su rostro.

—Sado-kun, Kioko-san, ¿qué creen que deberíamos hacer?—ella habló esperando por nuestras respuestas, aunque la mía estuvo decidida desde el primer día que hablé con Ichigo.


La miré, pero ella no nos miraba porque solo un aire de intranquilidad la rodeaba.


—Kioko, ¿qué piensas hacer?—interrogó el pelinaranja en busca de una respuesta.

—Quiero ayudarles, no sé si sea lo correcto, algo me dice que asesinar Hollows no es lo que yo debería hacer, pero.. quiero ayudarles de alguna manera hasta encontrar el sentido a mi vida. Si ustedes están en esto, yo también.


Si bien era cierto que no tenía habilidades de lucha, y no podía sostener una espada (a pesar de que era ilegal andar con una por las calles), hice el esfuerzo hasta ahora por hurgar en cada biblioteca del país por un libro que sea capaz de orientarme, pero solo me llevó a perder el tiempo y los Hollows obviamente no esperarían a que aprendiera todo un listado de buenos hechizos. Lo único que tenía era el kido.


Chad no respondió a la respuesta de Orihime, pero yo sí estaba decidida a hacerlo.

—Ichigo me salvó la vida. Si tengo una forma de apoyarlo, lo haré y no porque se lo deba, sino porque realmente deseo ayudarlo—respondí sonriendo.


Ella alzó la mirada y me sonrió con pena, al parecer fueron las palabras correctas ya que se veía más animada.



Pero aquello que estaba agrietando el cielo salió, era realmente enorme, ¿cómo piensan derrotar algo así?



Pasaron varios segundos para que Ishida e Ichigo a lo lejos observaran como estatuas a aquella cosa preparándose para ejecutar un ataque a gran escala.



¡Debería poder hacer algo!


Pero aquel monstruo muy parecido a un Hollow, finalmente lanzó un ataque con el pelinaranja frente a sus pies.



Chad y Orihime no podían creerlo, se obligaban a sí mismos a observar a su amigo poner todo su empeño por detener ese ataque.




Ichigo había logrado su propósito, aunque no murió, logró hacer que se marchara. Ishida lo miraba con los ojos abiertos como platos mientras el pelinaranja solo alzaba los dedos en señal de victoria hasta desplomarse en el suelo y sentir su espada emitir un fuerte calor.




Los tres nos acercamos sigilosamente entre los árboles ante la preocupación y el peligro en el cielo desaparecido.



Ishida lanzaba flechas al aire hasta liberar todo el poder que Ichigo emitía e incluso hacer sangrar sus brazos—¡Sobrevive para que pueda darte una paliza, Kurosaki Ichigo, e intenta darme una paliza también!


El pelinaranja lo miraba sorprendido ante las acciones de aquel chico con el que tanto había rivalizado, pero solo se encontró con un rostro que reflejaba tanta tristeza y que buscaba redención y paz interior.


Ichigo al escucharlo hablar en voz baja pidiendo perdón, murmuró—¿Cómo podría vencer a alguien.. con tal expresión en el rostro..?

La flor que nunca se marchitó. [Kuchiki Byakuya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora