19. ¿Amabilidad?

829 91 16
                                    


—Eh, lo siento, no estaba viendo mi camino—murmuro tomando la suave mano de aquel hombre.

Tiene un haori así que debe ser un capitán, lo miro atentamente y me quedo anodada. Es el mismo que estaba en la sala de reuniones calmando a otro capitán que no se sentía a gusto allí y más bien parecía aburrido.

—No te preocupes, por lo que tengo entendido sonó la alarma que indicaba un intruso en las celdas—respondió tranquilizándome, aunque por supuesto no sabía que la intrusa era yo.—Además la culpable está aquí.

Lo miré con la cara en blanco, como sus cabellos. No sabía que excusa inventar porque se veía tan tranquilo hablándome.

En menos de unos minutos y al seguir en el mismo lugar decido enfrentar mi destino al ver a los guardias que había dejado atrás distraídos acercarse a nuestra posición.

—Capitán Ukitake, ¿cómo se encuentra? ¿De casualidad no ha visto a alguien sospechoso?—interroga uno. El otro guardia me mira sospechosamente tratando de deducir qué hago con un capitán que no sea Kuchiki.

Cierro los ojos con fuerza esperando un golpe, jaleo, esposas, cualquier cosa menos salir impune de esta.

—No vi a nadie sospechoso—responde con una sonrisa despreocupada.

—Jovencita, ¿qué hace aquí?—pregunta el otro guardia que llevaba medio siglo mirándome con los ojos entrecerrados.

—Yo..

—Ella me ayudó a comprar medicina y té—enseña el bolsillo de su haori una bolsa pequeña con hierbas verdes y otras pequeñas con té.

Lo miro con el rostro lleno de confusión el cual trato de esconder y ojalá pudiera esconderlo bajo una roca. Dicho y hecho los guardias se miran el uno al otro convencidos por la coartada, agradecen y se retiran, por lo tanto estoy a salvo.

El hombre se presenta formalmente ante mí como el capitán del décimotercer escuadrón.

—¿Quieres conocer los alrededores?—me pregunta sonriente.

—Claro, ¿por qué no?—asiento sintiéndome en confianza.

Recorremos ciertos rincones que ante mis ojos todas las casas se ven iguales.. hasta que alguien interrumpe nuestra caminata y acelera los latidos de mi corazón.

—Señorita, ¿qué hace usted fuera de la mansión Kuchiki?—interroga una criada. Olvidé que la mujer de aspecto gruñón que aún no se ha presentado ahora lo hace y de mala gana.

—Ella está siendo de compañía y me ayudó con algunas compras.—El capitán no se veía para nada cansado repitiendo la misma excusa por segunda vez en una hora.

—Pero.. Capitán Ukitake.. ella—repentinamente el mencionado empieza a toser de manera bastante dramática.

—Por favor, al menos déjame hacer esto. Puedes contarle al Capitán Kuchiki—miré suplicante a la señora tratando de salir de esta situación.

Tras unos segundos de intensa tos de parte del capitán decide dejarme ir con él, por supuesto no sin antes asegurarse de informar al señor gruñón número uno.

—¿Se encuentra bien?—tomo su mano, por inercia tratando de calmarlo.

—Será mejor que avancemos, ya estamos por llegar.

Cuando finalmente llegamos al 13° escuadrón, en el rostro de los guardias se veía completa preocupación. Preguntas aquí y allá, sin contar ciertos regaños de parte de algunos miembros que pasaban por el lugar. Estaba realmente asombrada, las personas se llevaban bien, y todos tenían en alta estima al Capitán, el ambiente no era malo, pero comencé a sentirme realmente mal por no captar la situación rápidamente.


Él no estaba fingiendo. Está enfermo de verdad.


Por primera vez en bastante tiempo aquí siento ganas de llorar, pero no lo hago. Después de todo él está sonriendo energéticamente a todos como si no sintiera ningún pesar.


Le dedico una mirada reprobatoria, pero a la vez le sonrío, después de todo.. ¿quién no se resistiría al ver una sonrisa como la suya?





▪▪▪▪▪








N/A: Amé este capítulo, dedicado a Ukitake por ser el sunshine de entre todos los capitanes ❤

Pd: se viene el maratón este fin de semana 🎉

La flor que nunca se marchitó. [Kuchiki Byakuya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora