You are my kitten. [Verkwan]

Capítulo 25

*Narra SeungKwan*

- Muy bien SeungKwan... Es hora de que me expliques todo.

Bajé la mirada, mientras dejaba que el aire del ventilador despeinara mi cabello.

- JiHoon, antes que nada... Promete que no vas a regañarme.

Sí, podía sonar como un enorme cobarde, pero sabía exactamente que lo que menos necesitaba en esos momentos era algún regaño.

No me agrada la idea de que me remarquen mis errores y los hagan ver como el peor pecado del mundo.

Me agradaba el interés de Hoonie, pero si el llegaba a hacer algún comentario ofensivo, estaba seguro que me tiraría al piso a llorar.

- Lo prometo, sólo confía en mí - aseguró el rubio.

Suspiré y relajé todos mis músculos, comenzando a contarle todo lo que había sucedido en mi estancia en el colegio, desde el primer día hasta lo que fue el día de ayer.

Obviamente, sólo hablaba de las cosas más relevantes, pero me tomé la molestia de saltarme las partes donde vomitaba en los baños, dejaba de comer, me lastimaba por mi cuenta y sobre todo las primeras veces en las que me gustaba observar a Vernon a distancia.

En esos tiempos yo no sabía la clase de persona que era él, simplemente permanecía callado y respetuoso.

Yo claramente no podía estar en su misma aula, ya que somos de grados diferentes, pero aún así me gustaba mirarlo durante la hora de almuerzo.

Eso fue, hasta que supe que golpeaba a los chicos más pequeños de su salón.

En cuanto me enteré, no pude quedarme callado, fue ahí cuando recibí mi primer golpiza.

Quería ser sincero a JiHoon, pero sabía que algunas partes de mi historia no eran de su incumbencia.
Aún así, le conté lo más que pude.

Hoonie llegó a soltar algunas lágrimas mientras me escuchaba hablar, pero en ningún momento me interrumpió, el sabía que esto era demasiado importante, así que sólo aguantó hasta que yo terminara de hablar.

- Así que... - su mirada era triste, pero con enojo a la vez - Todo fue culpa de ese imbécil y sus amigos.

- N-no del todo... Creo que también fue culpa mía por no defenderme adecuadamente...

- ¿Y cómo ibas a hacerlo? Ellos son más, Kwannie, deja de darles excusas.

- No les doy excusas.. Es sólo que no sé que más hacer - dije sinceramente, bajando nuevamente la cabeza.

- Ya no más... - susurró.

- ¿Eh?

- Ellos ya no te molestarán más.

- ¿C-cómo haremos eso?

- Dejamelo a mi Kwannie - sonrió y tomó mi mano - Ya no te preocupes por eso. ¿Qué te parece si vas a buscar una película mientras yo preparo golosinas?

- ¡Sí! - Grité entusiasmado - Pero... Ya es tarde, ¿no te importa Hoonie? Mañana es lunes...

- No importa, el trabajo puede esperar, ahora ve rápido y escoge una buena película o me quedaré con todas las palomitas - dijo en tono de advertencia.

- ¡Ni se te ocurra! - salí corriendo a mi habitación en busca de alguna película que nos gustara a ambos.

Llegué a mi cuarto y busqué rápidamente entre todos los CDs que tenía.