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Me levanto y voy corriendo a ver si mi madre estaba. Abro su puerta y no estaba. Vuelvo a mi cuarto, me visto con un vestido rosa, para poner duro a papi, y mis converses negras. Me hago una coleta y me lavo los dientes. Siento que frenan un auto en la puerta de mi casa. Me asomo por la ventana y veo a Harry salir del auto. Un fabuloso BMW blanco. Tocan el timbre y bajo corriendo.

-¡Papi! -Chillo y lo abrazo.-

-Princesa. -Me responde el abrazo.- ¿Tu cabeza sigue doliendo? -Pregunto susurrando, niego con la cabeza. Dolía un poco, pero no importaba.-Perfecto. Tenemos que hablar. Sube a tu habitación.

Obedezco y subo, no tenía mucho miedo. No creo que me golpee... Pero si fue capaz de asfixiarme.

Me siento en mi cama y espero a que él entre por la habitación. Cuando lo hace noto su rostro serio.

-Ponte en cuatro, pequeña puta. -Gruñe.-

Tarde en responder, pero lo hice.

-Anoche fuiste una niña muy mala... Y cada niña mala se merece un castigo. -Subió mi vestido y acarició mi trasero arriba de la tela.-

Bajo las telas de mis bragas y dio un pequeño azote. No tan doloroso.

-Seran 20... Tendrás que contarlos conmigo.

Su mano golpeó con mi trasero haciendo que suelte un pequeño grito.

-U-Uno -Digo con dificultad. Ardía como el puto infierno. Otro más.-¡DOS!-Grité, joder. Y así hasta llegar al numero 20 que hizo que gritara de una manera que sentía que mi cabeza iba a estallar.-

-Eso le enseñara a mi pequeña que no debe tomar alcohol.-Subió mis bragas y me agarro de la cintura, empujándose hacia atrás quedando encima de él. -¿Aprendiste la lección? -Asiento.- No te oigo.

-Sí. -Dije en un sollozo.-

-¿Si que?

-Si, papi.

-Buena chica... -Acarició mi mejilla.- No me gusta darte estos castigos, pero si eres mala te ira muy, muy mal. No querrás portarte mal cuando papi esté enojado. -Niego y él hace un puchero, limpia mis lágrimas y maquillaje corrido.- No me gusta verte así.-Comienza a bajar su tacto hasta mi intimidad, acarició un poco esta por encima de la tela y fue imposible no gemir.- No quiero que vayas a Australia, estarás en otro puto continente. Lejos de mí. -Gruñó.-

-Sobreviviras sin mi dos semanas. Lo has hecho toda tu vida. -Dije para que no sonara tan mal.-

Claro, ese mes que estuve sin señales de vida por su parte no se moría sin mí.

-Pero ahora que sé lo que es estar contigo...-Mete un dedo en mi feminidad ¿Cuándo saco mi braga? Gimo - No podré sin ese fascinante sonido.-

Empieza a mover más rápido su mano y yo no paro de gemir. Estos dedos hacen magia.

Siento como algo humedo. Su lengua. Succionada y lamía, ¿Cuando me acosto en la cama?, e introdujo otro dedo. En placer me segaba, era imposible abrir los ojos. Siento como mi cuerpo se tensa y llego a mi climax. Él me lame hasta que el líquido era inexistente y sube basándome. Era tan desagradable y a la vez tan delicioso.

-Tengo que devolverte el favor, papi. -Susurre en su oído y el muerde su labio.-

Bajo hasta su entrepierna y agarro su bulto. Estaba tan duro. Desabrocho su cinturón y bajo su pantalón, llevándome su boxer. Acaricio su longitud y él gime. Chupó la punta y Harry suelta un ronquido grave. Meto lo que puedo a mi boca y comienzo a ser mi trabajo. Harry de vez en cuando agarraba mi cabeza y me empujaba para que pudiera chupar todo su miembro, pero al ver que me daban muchas arcadas me soltaba. Papi es muy grande.

Minutos después mi boca estaba llena de su liquido, y desbordaba.

-Puedes escupirlo. -Dijo en un jadeo. -

Me lo trago todo para que se sorprenda de mí, y lo hizo. Lo sé al ver que sonrió en cuanto lo hice.

-Esa es mi pequeña...


My Little Girl. 《H.S》[Daddy] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora