Me llamo Zar, y ésta es mi historia con Alexa. Empieza como algo que uno vería cualquier otro día, pero las cosas se van descontrolando día a día.
Tiene un poco de romance, aventura, acción y fantasía.
Ésta es mi primera historia, así que espero que...
Tardé más de lo esperado en buscar las llaves de la escuela, había mucho tránsito y se me demoró el colectivo.
Llegué al Mac diez minutos más tarde de lo acordado y sin aliento. Me arreglé un poco el pelo en una ventana y me di cuenta de que una chica se reía del otro lado. Era un vidrio polarizado así que veía solo una silueta.
Entré al local y ví que había muchísima gente. No entendía cómo se suponía que iba a encontrar a esta chica.
Estaba por llamarla cuando ví que había un montoncito de gente alrededor de una mesa. Me acerqué como el curioso que soy y me di cuenta de que había una chica sentada a la mesa escribiendo en el aire. No le presté mucha atención así que me di la vuelta para llamar a Al ¿ESTÁ ESCRIBIENDO EN EL AIRE?
Tenía que ser que había visto mal, pero no, ahí estaba, actuando normalmente mientras escribía con lo que parecía un palo de unos 30cm. Para completar no escribía cualquier cosa, escribía en los mismos signos que tenía la nota del buzo.
Ahí sí, me pare del otro lado de la mesa y le pude ver bien la cara por primera vez. Tenía unos ojos bien grandes, de un color verde como nunca antes había visto, eran un tono bien oscuro, pero con manchas que parecían hojas de roble más claritas (me vino un ataque de poeta, y es horrible, ya sé). Su piel era un color crema medio marroncito, pero se notaba que era solo un bronceado. Estaba llena de pecas chiquititas en toda la nariz, la cual era muy chiquita y abajo de los ojos. Los labios parecían estar quemándose, tenían un color rojo intenso que tenía que ser lápiz labial, pero parecían extremadamente delicados. Y lo que más me gusto de todo, aunque no había una sola cosa que me disgustara, era su pelo. Era un color rojo con marrón (no sé cómo se llama ese color en español, pero en inglés es Auburn, busquen en internet y miren c:) y eran ondulados con rulos en las puntas. Parecía sacada de un videojuego concluí. Era algo así:
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Creo que me quedé mirándola demasiado tiempo, porque dejó de escribir. -¿Te puedo ayudar con algo?- Me preguntó, mientras bajaba el brazo, claramente molesta. -No, nada, perdón.- le contesté. Patético ya sé.
Me traté de ir pero me agarró del brazo y me dijo -Se que viste algo que los demás no, decime qué veías- Estaba por contestarle cuando me di cuenta de que hablaba medio raro, y ahí entendí una parte de lo que pasaba. -Emmm, ¿Alexa?- pregunté. Inmediatamente sentí que la presión en mi brazo se iba y miré a la chica. -¿Se había sonrojado?- Pensé.
Ahí ella me saludó en inglés, pero le seguí la corriente en español
-How do you know my name?- Me preguntó. -Ah cierto, no te dije mi nombre, soy amigo de Teresa, soy el chico que te iba a acompañar por hoy, me llamo Zar- contesté nervioso. Esa mirada que ella tenía me atravesaba, sentía como si pudiera leerme la mente.
Pasé un rato incómodo, ya que estábamos conversando tranquilos en la mesa pero yo sentía la mirada celosa de varios chicos de mi edad y más grandes en mi espalda.
-Por fin te conozco- Me dijo ella de repente. -Anoche no pude dormir bien porque estaba muy nerviosa- confesó. -No hay necesidad de que sigas nerviosa. Soy de confianza.- le dije sarcásticamente, pero creo que no entendió porque me respondió con un simple "Que bueno".
Al rato llegó la comida, ya eran casi las dos y estábamos muertos de hambre, así que fue un alivio.
-¿Qué estabas haciendo antes con el helado?- pregunté sin pensar dos veces -¿Y cómo lo hacías?- terminé. -¡Sabía que habías visto algo!- dijo con un tono con el cual parecía que me acusaba. -Pero no te voy a decir todavía, no me creerías.- -¿Está bien, adónde querés ir ahora?- Le pregunté. -Tengo que pasar por mí departamento a agarrar algo, acompáñame y después vamos a pasear por ahí- me contestó.
Llevamos las tablas de plástico que te dan en el Mac y tiramos la basura. Nos fuimos caminado al edificio donde estaba ella, no quedaba muy lejos de ahí.
Cuando llegamos, el ascensor no funcionaba así que tuvimos que subir siete pisos con escaleras de las que dan vueltas en círculo hasta llegar a su piso.
Comenten qué les parece la historia hasta ahora y cómo les parece que va a seguir, les aseguro que no van a poder adivinar!
