Ven, quiéreme,
apriétame hasta la última arteria que me quede
pues quiero estar contigo;
para siempre y por siempre,
porque no soporto ni ún milibeso más tuyo a distancia.
Pues sí, eres (im)posible
y me haces recapacitar en cada paso que doy,
y tus labios son fríos cuando me tocan,
y tu pelo es cálido, como un atardecer.
Estoy harta de expresarme así
pero es lo que la gente suele hacer
mientras ves como un amor se te escapa de las manos,
y no puedes hacer nada para evitarlo.
Vete y no vuelvas nunca,
pues nunca más voy a poder probar esos labios sabor nieve,
que derriten a uno en cada paso que los mueve,
y se puede observar las gotas de agua salada que brotan de sus llamados 'ojos verdes'.
Y sí, podré decir que me estoy mintiendo a mi misma,
pero es que
joder,
pierdo el culo por ti,
y no haces nada para evitarlo.
ESTÁS LEYENDO
Cartas
Poesíadejemos de negar lo evidente; te quiero, ahora, mañana y, quien sabe, igual siempre.