Cartas

El tiempo en el amor, no pasa factura.

Cuando pasan los años,
no quieres un tío bueno, sino un buen tío.

Te importa más la talla de lo que esconde bajo el pecho,
que cualquier otra talla.

Encuentras más calor en sus pies fríos,
que en los labios de cualquier otro.

Le cuentas a tus amigos de qué color tiene los ojos,
y te importa muy poco el color de sus calzoncillos.

Dejas de memorizar cada uno de sus defectos,
y empiezas a memorizar los lunares de su espalda.

Y entiendes que lo belleza, es eso,
eso que el tiempo no sabe degradar.