A veces añoro no sentirte tras mi puerta
esperando la respuesta
a cualquier invitación a salir
de las que solías hacerme.
O las tardes discutiendo
por qué película ver en el cine
para después no verla
y sólo besarnos.
Añoro los momentos románticos
en los que me sentía tan bonita
como tú decías verme.
Añoro las palabras que decías
susurrando junto a mi oído
y que retumbaban en mi cabeza
hasta que las hacía mías.
Añoro cada paso que dabas;
cada sonrisa que regalabas
a mis ojos tristes.
Tu forma de hablar,
tus guiños al viento.
Añoro tus manos
fuertes
que me hacían sentir segura
y sostenían mi mundo.
A veces te añoro a ti.
A mi yo contigo.
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Cartas
Poesíadejemos de negar lo evidente; te quiero, ahora, mañana y, quien sabe, igual siempre.