XIX.

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Tomé clases más de a fuerzas que de ganas, estaba muy desanimada por lo que Mina me había dicho en la casa. Fue demasiado rudo, ella nunca se comportó así conmigo antes. Terminando la última clase salí de la escuela corriendo, no quería encontrarme a Tzuyu y su chicle, o a Mina. Pero realmente no tenía a donde ir, es decir, casa no era el mejor lugar para llegar...

Yo: ¿Nayeon? ¿Podemos vernos un momento? -dije en cuanto me atendió la llamada

N: Claro, paso por ti cuando salgas de la esc...-

Yo: Ya salí, pero no iré a casa -hubo un largo silencio

N: Bien, llego por ti en 10 minutos a tu escuela -colgó la llamada.

Nayeon llegó antes de lo que pensaba, tocó el claxon y entré en su auto rápidamente antes de ser divisada por Mina o Tzuyu. Una vez dentro del carro Nayeon me lanzó una sonrisa y mi corazón saltó. Le regresé la sonrisa y escondí mi cara mientras me colocaba el cinturón.

N: ¿Me acompañas a hacer unas compras? Será rápido -dijo mirándome antes de avanzar el coche. Simplemente asentí con la cabeza torpemente y Nayeon comenzó a andar- ¿Estás bien? ¿Por qué no quieres ir a casa de nuevo?

Yo: He peleado con Mina -dije alzando por fin la mirada- Está molesta porque no llegué anoche a casa, se puso feo...

N: Vaya... espero que no esté molesta pensando que te secuestré o algo -rio un poco sin despegar la mirada del camino- no importa, me gusta tener tiempo para estar contigo.

Yo: N-no, ella sabe que fue mi idea no llegar a casa. -lo segundó me obligó a mirar por la ventana ocultando mis mejillas- ¿Qué comprarás? -pregunté después de normalizar mi respiración

N: Cosas para mi departamento, haré el super y compraré algunas medicinas básicas, se me agotaron. ¿Has patinado en hielo o jugado bolos? -Nayeon me volteó a ver y después regresó la mirada al volante

Yo: Patinado en hielo sí, soy mala. Bolos nunca, ¿es divertido? -la miré conducir y ella solo me respondió con una sonrisa.

Al llegar a la plaza comercial fuimos a la tienda de interiores a comprar un cuadro muy hermoso de tonalidades verdes y azules opaco, dijo que quería darle un poco de color a su habitación. Al salir fuimos a hacer el super, Nayeon compró muy pocas cosas y la mayoría eran cosas preparadas listas para calentar. Eso me molestó un poco porque no era bueno para su salud y además Nayeon sabía cocinar muy bien.

Yo: No deberías comer esto Nayeon... -tomé una sopa de fideos del carrito- es malo para tu salud consumirlo con frecuencia y estoy segura que compras esto siempre que haces el super.

N: ¿Y qué hago? No tengo mucho tiempo para cocinar y esto es lo más práctico. Estoy bien, mi estómago también lo está -se acercó y me quitó de las manos la sopa. Se puso detrás mío y me abrazó por la cintura- no te preocupes por mí, estaré bien -me dijo al oído.

Cuando Nayeon me abrazó al principio quise salir corriendo, quise cavar un hoyo en la tierra y esconder mi cara en él por siempre, pero, después sentí el peculiar aroma a Nayeon y frutillas, unas manos largas y delgadas tomar mi cintura y esa sensación de tranquilidad y paz en mi mente y corazón. Decidí seguir con esto hasta ver a donde llegaba, me gustaba estar con ella.

Yo: No la compres -puse mi mano derecha en su mejilla y la acaricié, me volteé y le di un pequeño beso en la comisura de sus labios- esfuérzate un poco más y prepara tus comidas en la noche. Puedes incluso preparar tu comida de la semana en el finde, vamos no comas eso Nayeon -me colgué sobre ella y ella me retiró con cuidado.

Begin Again. [NaMo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora