Begin Again. [NaMo]

XXX. Nuevo comienzo. Episodio Final.

Momo POV [D-1 por la noche]

Decepcionada, esa era la forma que me sentía respecto a todo. Respecto a mí misma, a la situación y al entorno. No había nada más que hacer, había hecho todo lo que podía y lo que estaba en mis manos, pero parecía que no era suficiente. Todos esos años compartiendo mi vida, mis manías, mis miedos, mis alegrías, mis fetiches, mis defectos, mis peores y mejores momentos, todo aquello lo había vivido con Nayeon. ¿Y ahora? Tanto era el miedo que tenía de perderla que lo terminé arruinando, e irónicamente la perdí.

Nunca pensé que el amor fuese para mí, o yo para el amor. Cada vez que lo intentaba parecía no funcionar, todo se desvanecía y se destruía con facilidad. Me esforzaba por hacerlo crecer, funcionar. Arreglaba todo, todo el tiempo. Ponía las necesidades de mis parejas antes que las mías el 100% del tiempo, cuando no siempre es así y lo entendí con Nayeon. Me dejaba pisotear y mandar, no tenía voluntad y no porque no quisiera mostrarme sino porque tenía miedo de que todo se arruinase y terminara.

Me la viví así hasta Nayeon. Ella... lo hacía todo muy sencillo. No tenía que preocuparme por quedar bien, por aparentar. No tenía que guardar mis emociones o fingirlas, no tenía nada que destruir y nada parecía esfumarse. Nayeon lograba que todo aquello a lo que le temía, se hiciera pequeño. Y no fue hasta que logré aprender de todos aquellos errores que aprendí, a darle a alguien más mi mejor versión.

Estaba segura que sobreviviría sin ella, a todo nos acostumbramos. Pero, dolía demasiado tener que volver a Corea sin ella, acostumbrarme de nuevo a la soledad y al constante reproche de mí hacia mí. Si hubiese sabido que aquellos momentos eran los últimos con Nayeon, los habría aprovechado muchísimo mejor.

El vuelo terminó y no había dormido ni un minuto, sentía los párpados caerse de lo cansada que me sentía. Mis emociones habían filtrado toda mi energía fuera de mi cuerpo, la mantenían lejos. Tomé un taxi, no estaba en condiciones de tomar 2 rutas de bus distintas a casa. Al llegar dejé mis cosas en la sala y sin más nada me fui directo a la cama. Y lloré, lloré todo lo que pude. Descargué cada arrepentimiento, cada palabra errónea, cada acción, cada gesto, cada mirada, cada beso y cada roce que perdí para siempre. Sabía que había llegado al fin de todo aquello que amé en verdad, de aquello que me mantenía con esperanza y me hacía feliz. Todo se había acabado, y lo supe desde el primer momento, pero dolía demasiado.

Recordar su voz, sus gestos, sus manos, su aroma, su risa. Imaginarme los días restantes de vida en la que nuestros planes ya no se concretarían. Imaginarla viviendo con alguien más e imaginarme a mí de la misma manera. Todo aquello me causaba náuseas, me mareaba y me revolvía el estómago. En verdad la amaba, la amaba con cada parte de mi ser y cada que escuchaba a alguien decirlo me parecía una exageración, hasta que en verdad lo sentí. No podría explicar la manera en la que la extrañaba, incluso las cosas pequeñas como pelear por lo que veríamos en la televisión o quién se quedaría a lavar la loza. Todo tocaba fibras sensibles dentro de mí, todo me hacía llorar.

Me sentí perdida, sin rumbo, estúpida y molesta. Nunca me gustó sentirme vulnerable y siempre lo fui. Sabía que en un futuro me reiría de lo estúpido que mi dolor era, pero ese futuro era incierto ¿Y si realmente nunca lograba superarla? ¿Y si nunca volvía a amar con la misma intensidad? ¿Y qué si esa fue mi única oportunidad de amar? Preguntas estúpidas para una debilidad estúpida, pero solo porque es estúpida para los demás no me hacía sentir menos miserable. Dolor es dolor, y en verdad me sentí deshecha.

Nayeon POV [D-1 por la mañana]

Al día siguiente por la mañana en la estación de tren Sandara y Chaerin se despidieron de mí. Me entregaron una caja de chocolates y me dieron un largo, muy largo abrazo.