El videojuego de terror Silent Hill nos propone una mirada alternativa sobre el mundo real, y sobre todo la posibilidad de que la mente humana, sus emociones y fuerzas atávicas, sean capaces de alterar la percepción de esa realidad.
En cierta forma, la estructura de Silent Hill se vincula con las teorías de H.P. Blavatski y la teosofía en general; esto es, que todo pensamiento y toda emoción poseen cierta cantidad de energía. Cuanto más intensa sea la emoción más fuerte será la energía que la sostiene, o que se desprende de ella. En los casos de muerte violenta, o en sujetos ampliamente dotados para el odio, esta energía permitiría alterar la percepción del mundo que lo rodea, e incluso modificarla esencialmente para otros.
Cuando esta "alteración" de la percepción se torna objetiva para los demás, se produce un fenómeno paranormal conocido como Poltergeist, es decir, energías del Inconsciente que se manifiestan en el plano físico.
Si bien no se ha probado científicamente, la leyenda y la tradición sostienen que las mujeres adolescentes son las más dotadas para las proyecciones psicoenergéticas, y, en consecuencia, las causantes de mayor cantidad de fenómenos Poltergeist. En Silent Hill queda bastante claro de dónde provienen las fuerzas que han alterado irreversiblemente el espacio-tiempo que gravita sobre aquel pueblo y sus habitantes: Alessa Gillespie.
Recordemos que, de hecho, Silent Hill es "devorado" por la oscuridad, es decir, por la energía psíquica de Alessa; transformando la realidad en una especie de otro mundo con características infernales.
La fuerza de los pensamientos (energía psíquica) suele estar dispersa en la mayoría de nosotros, pero también puede "concentrarse" repentinamente frente a un evento que la obligue a "estallar", por ejemplo, un hecho traumático. Para algunos investigadores, esta energía psíquica es capaz de "impregnar" ciertos lugares, por ejemplo, una casa o un pueblo, y habitarlos durante un tiempo considerable.
Ahora bien, en Silent Hill ocurre algo todavía más portentoso. No solo la energía mental de Alessa se "almacena" en la arquitectura del pueblo; sino también las emociones y pensamientos de muchas otras personas, en general movidas por el horror, aumentando así la influencia de la muchacha sobre su entorno, cuya irrealidad se torna cada vez más real y concreta para la percepción.
En este sentido, Silent Hill solo exterioriza el infierno interior de una persona, Alessa, para compartirlo con los que tienen la mala fortuna de caer bajo su influencia.
Es casi como si pudiésemos entrar en el Inconsciente de una persona terriblemente perturbada, construido con sus desdichas, sus miedos, sus odios, sus rencores, y al mismo tiempo debiésemos buscar la forma de salir sin alterar sus reglas fundamentales.
Si nos viésemos en la obligación de acceder al Inconsciente de alguien, probablemente el peor de todos sería el de una persona imaginativa, lleno de criaturas extrañas y monstruos reptantes.
Estar en Silent Hill es estar en el Inconsciente de Alessa.
Ahora bien, entrar en los dominios del Inconsciente es como ingresar en una realidad alternativa con sus propias leyes y estructuras de poder. Allí se mezclan los recuerdos difusos, las fantasías, los deseos, que se agrupan para dar forma a un algo, una arquitectura, tal vez, que permite organizar de cierta forma el caos de emociones encontradas. La composición y sobre todo el contenido de este mundo dependen de la imaginación, y también de la psíquis de su hacedor, el Dios de este páramo donde se aloja nuestro costado más siniestro.
Si admitimos la posibilidad de que los pensamientos conscientes pueden afectar o alterar el mundo que nos rodea, también deberíamos considerar lo mismo acerca de las pulsiones del Inconsciente.
![](https://img.wattpad.com/cover/58969571-288-k785147.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Creepypastas De VideoJuegos
ParanormalAquí únicamente encontrarás creepypastas de videojuegos. ----------- Primer libro solamente de videojuegos. Primera publicación el 25/01/16.