Poltergeist.exe

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Recuerdo que era un 14 de enero el día en el que mi madre salió de compras y me dejó solo con mi PC.

Estaba buscando en los archivos del Windows para pasar al USB el System32; quería prestárselo a un amigo que lo tenía dañado, no le andaba bien.

Habiendo al fin encontrado dicho archivo y pasado éste al USB, me distraje explorando más carpetas hasta que llegué a una con un Setup de descarga desconocido.

Mi curiosidad me venció, pudo más que yo: clické el Setup y en cuestión de segundos e descargó un archivo de nombre: "Poltergeist.exe".

Clické el archivo para ver qué era, y la pantalla se puso totalmente en negro. Duró así alrededor de un minuto, hasta que se reveló una única palabra "Loading..." En color rojo: la forma en la que goteaba le hacía parecer sangre. Otros dos o tres minutos pasaron para que se decidiera entrar al Menú.

El fondo era un lienzo negro de solamente tres botones, que serían "Escapar", "Jugar" y "Opciones"; los tres del mismo color rojizo y chorreante como en las letras del comienzo.

La primera opción me pareció un poco extraña, pero supuse que sería una forma creativa de poner la opción de "Salir". Clické "Opciones" a ver si había algo interesante, pero lo único que encontré fue una casilla de gráficos en la que no podía elegir más que la definición que ya tenía.

Salí al menú de regreso y decidí jugar.

El juego databa de controlar a un curioso fantasma en 3D por una Mansión Embrujada; en el fondo oía los gritos ensordecedores de los chicos que al parecer, tenía que perseguir. Tenía un mal presentimiento, pero mi curiosidad me pedía que continuara.

Entré a uno de los cuartos de la Mansión y adentro me encontré a un chico aterrorizado suplicando por su vida.

No podía desobedecer al juego, era solo eso; me acerqué lo más que podía al chico, como me enseñó el pequeño tutorial, y apenas faltando alrededor de un centrímeto a él, estalló. Mil pedazos de órganos y sangre volaron y mancharon la habitación; la pantalla del juego temblaba y no entendía nada de lo que pasaba. 

Mi mal presentimiento aumentó junto con mis nervios, e intenté salir del juego. Pulsé ESC para poder ir al menú, pero al presionar "Salir" no respondía; solo aparecía un mensaje diciendo:

Te quedarás el resto de tu vida.

Me estaba desesperando y, con mi pánico creciente por apagar el juego, no vi otra salida más que desconectar la PC, y eso hice. No pasó nada.

Repentinamente la luz en toda la casa de cortó, pero el monitor seguía encendido y con otro mensaje más. Con miedo, me acerqué un poco a él para leer lo que decía:

No me apagarás fácilmente. ¿Y sabes qué? Viene siendo hora de que conecte al juego...

No entendía a qué se refería, pero me asustaba más y más. Sentía que iba a orinarme encima por tanto pánico. Intenté mover mi personaje en el juego para encontrar una salida, pero se movía más y más lento cada vez mientras la cámara temblaba más y más con cada paso que daba.

En un momento, no pude moverlo más. La cámara se aquietó, y ahora podía leer otro mensaje.

Serás presa fácil para mí, jejeje...

Ahí noté que otro jugador iba a matarme, y que por eso se alentaba el juego. Decidí olvidar mi idea de jugar para escapar y fui por algo que me sirviera para romper la computadora; encontré un martillo en uno de los cajones. Corrí de regreso a la máquina, pero aquel jugador ya estaba así...

Era otro fantasma, este color rojo. Dejaba una estela de lo que sea que lo cubría conforme pasaba, hasta que llegó a mi jugador y lo atacó a mordidas.

Cada ataque que mi personaje recibía, lo sentía en carne propia. Terminé malherido en el suelo, apenas con fuerza mientras mi sangre se derramaba por mis heridas. Aún sostenía el martillo en mi mano derecha, y con todas las fuerzas que tenía, lanzando un "grito de guerra", lo arrojé a la computadora. 

Cuando el martillo la atravesó, dejó de funcionar al instante. No pude aguantar más, y me desmayé con un resplandor blanco como última imagen.

Cuando mi madre volvió de compras, casi le da un infarto al ver mi estado.

Me llevó al hospital, y para cuando desperté le conté mi historia. No me creyó, y los demás a los que les dije me tomaron por loco, diciendo que me había golpeado muy fuerte en la cabeza.

Llegué a mi casa luego de dos meses de recuperación, y la computadora no ostentaba daño alguno; comprobé el cajón y el martillo, que estaban donde antes. Revisé los archivo de la PC: el juego había desaparecido por completo.

¿En verdad fue solo mi imaginación? ¿O ha sido real?

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