Necroline

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Hola, mi nombre es Erick Gamero, yo estaba en mi casa, utilizando la computadora encontré por ahí un juego llamado "Necroline", del cual trataba de un Mortal que se encontraba en el Infierno y que tenia la misión de matar al Diablo... De por si parecía un juego excelente, era con Sprites estilo 8-Bits que incluía un sistema Online, así que me dispuse a descargarlo.

Solo pesaba aproximadamente, unos 30MB, no era mucho para un juego de tal calidad, cuando se terminó de descargar empezó a instalarse solo, me pareció raro pero continué. La instalación duró como unos 10 segundos.

Busque el juego y lo abrí, me apareció la pantalla del título, inicio como cualquier juego de consola, me registré e inicié mi partida, todo estaba bien y los controles eran sencillos pero excelentes y cómodos, todo estaba bien aquí, pero nunca me imaginé lo que iba a ocurrir...

Mi personaje, Dowhell, empezó a moverse solo, entonces procedió a matar a enemigos de una manera bestial, yo creí que era algún poder o algo, entonces sentí una emoción y unas ganas de jugar sorprendentes, que hasta gritaba ¡Mátalos a todos!, ¡Sin compasión!, ¡Tortúralos!, entonces mi mamá entro al cuarto para ver que me pasaba, me quedé gritando lo anterior, entonces cuando vio que no le prestaba atención sino solamente al juego, se enojó, me dio una cachetada y entonces sentí un impulso dentro, el cual se desató como un puño hacia mi mamá.

Tuvimos una confrontación, el cual terminé siendo castigado y entonces, me prohibió la computadora, fue lo peor, un juego tan grandioso que tan solo jugué unos 10 minutos y ya estaba castigado durante el resto del año...

Una semana después, en mi cuarto, escuché una voz decirme algo que no entendía, sentía el impulso de prender la computadora, mi mamá no estaba y mi hermana estaba de viaje, no comprendía lo que pasaba... entonces no pude más y encendí la PC.

Cuando inicié mi sesión en el juego apareció un mensaje en el cual decía que hay un campeonato mundial y que yo puedo participar desde mi casa, lo que tenías que hacer es entrar en un servidor llamado Deablood y matar a tu oponente, el otro jugador; entré en el modo online el cual procedí a entrar en ese servidor, me tocó contra un jugador llamadoProGamer777, con eso ya sabia que mi oponente era un Noob.

Inicio la batalla, y nunca me imaginé lo horrible que hubiese sido eso para mi oponente. Le di unos 20 golpes, de las cuales 2 golpes le quitaron los brazos al oponente, solo le quedaba un cuarto de vida entonces yo me dispuse a matarlo de una vez y cuando ya estaba a punto, me atacó, entonces sentí como si me me estuvieran cortando la piel, y vi mi brazo, tenía una herida como de 10cm de largo.

Sentí una rabia enorme, y un sentimiento de asesinar increíble, grité: ¡Muere!, utilicé una bomba que terminó matándolo y arrancándole sus extremidades, incluyendo su cabeza. El juego me dio una opción para dejar así el cuerpo, o hacerlo como un trofeo.

Mi sentido psicópata dijo que sí, quería el trofeo, el juego me dio una lanza con las extremidades de el personaje del ProGamer777, me estaba riendo como el propio demente al haber matado a su víctima, me sentía como ellos, satisfecho.

Cerré el juego porque ya estaba aburrido y quería hacer otra cosa. A la mañana siguiente vi en las noticias que un niño de USA de aproximadamente 7 años, fue encontrado mutilado en su cuarto, sus extremidades estaban siendo atravesados por, al parecer, una especie de lanza. Lo único que se encontró fue la computadora del niño encendida, que tenia abierto un juego llamado "Necroline" y al lado de la computadora se encontraba una nota que decía: "Game Over. Perdiste, así que tu alma es mía. -DBL"...

Me quedé estupefacto, no podía creer que ese mismo niño que había matado en el juego, iba a morir en la vida real. Sentí miedo, pero rápidamente pasó a un sentimiento de satisfacción y adicción, quería seguir jugando, así que fui a mi habitación y encendí el PC, Y antes de abrir el juego reflexioné: si ganaba más partidas iba a matar a más personas inocentes, pero el premio por ganar el torneo iba a ser grandioso...

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