Pensé mas en él que en otra cosa.

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Volví un poco exhausto, pensar tanto, caminar tanto me había dejado cansado de mente y de físico.

Cuando entre, Juyeon se encontraba recostado sobre el sillón con las piernas sobre la mesita en frente, lo cual me molestaba mucho y él lo sabia.

Pero lo que me causo más ruido fue ver a Chanhee en la misma pose. Ambos comiendo Ramen y riendo mientras miraban la televisión.

Ni bien cerré la puerta con un poco de fuerza pude ver cómo Chanhee sacaba los pies de la mesa y se sentaba erguido mirándome. En cambio Juyeon ni se inmutó, sabia que su enojo duraría un par de días.

-Tranquilo Chan, es tu jefe en la empresa, aquí somos compañeros de vivienda.- río mí mejor amigo intentando irritarme.

¿Chan?

-Aun así es su casa y yo no soy su amigo.- respondió acomodando su ropa y cabello mientras me miraba tímido.

Me causo un poco de ternura verlo en esa situación, sumiso.

-En realidad no me molesta que vivas como si fuera tu casa, porque prácticamente comenzó a serlo, pero justo eso que te incitó a hacer Juyeon- dije mirando al nombrado con furia -me molesta mucho, porqué ensucia la mesa.

Juyeon comenzó a reír contagiando a Chanhee. Dejándome a mí, anonadado.

-Él dijo que dirías eso.

-¿Y qué parte es la graciosa?- cuestione un poco hostil.

-Vamos Hoon, solo intentaba molestarte. Toma el ramen que dejé allí en la mesada de la cocina y siéntate con nosotros.

-Voy a cocinarme.

Dije serio y me gire hacia la cocina. Juyeon sabía que no me gustaba comer eso excepto que esté muy atareado y sin tiempo. Cocinar era algo que disfrutaba y comer sano aún más.

Mientras cocinaba demasiado concentrado, una figura se hizo presente.

-¿Te gusta cocinar o es solo que no comes chatarra?

Chanhee se había acercado bastante a mí lado y observaba detenidamente mis movimientos.

-Así es, lo disfruto.

-Que bueno.

-¿Tú no?

Río por lo bajo desviando la mirada antes de responder.

-No, la verdad es que lo siento una pérdida de tiempo. Tampoco creo hacerlo bien. Solo lo hago si es necesario.

Asentí sonriendo mientras cortaba unos vegetales.

-Esta perfecto, tu fuerte es maquillar y esas cosas. Yo llego a agarrar un labial y me pinto las orejas.

El mas bajo comenzó a reír colocando su mano sobre su boca para cubrir el sonido que hacía.

Era lindo, me había comenzado a contagiar porqué era una risa muy particular.

-Cada persona con los suyo ¿No?

-Exacto.

Por un momento hubo silencio absoluto y no pude dejar de pensar qué tal vez era un sujeto agradable, fácil de llevar y con quién no es abrumador pasar el tiempo. Hasta ese silencio fue bastante cómodo. Pero debía conocerlo aún más antes de sacar conjeturas sobre su personalidad.

-¿Puedo probar?

Me preguntó mientras señalaba la salsa que recién había terminado, sobre la olla.

-Claro.- sonreí.

Tomé una cuchara limpia y la sumergí en la salsa, luego la lleve a su boca cuidando con la otra mano de que no goteara nada.

Primero pareció como si se hubiera quemado, luego comenzó a degustar y su semblante cambio a uno bastante sorprendido.

-Muy buena, es sabrosa e intensa, pica un poco lo cual da ganas de más.- alegó sonriendo mientras pensaba en lo que le causaba ese sabor.

-Gracias, es una de mis especialidades. A el idiota de allá le encanta.

-Ya lo creo.- sonrió contento -Bien te dejo terminar, iré a darme una ducha.

-Esta bien, usa mí baño y fíjate en mí placard hay dos toallas negras, esas serán tuyas.

-Yo me traje toallas.

-No importa.

Asintió y salió de la habitación.

Termine de cocinar y estaba por servirme la comida. Cómo siempre que llegaba más tarde de lo habitual, iba a comer solo. Juyeon ya debería estar en el quinto sueño, maldito, pero no lo culpo.

Sin embargo, la ducha seguía sonando hasta que de la nada freno. Oí como Chanhee salía del baño moviendo la cortina y demás. El baño estaba bastante cerca de la sala.

Se ve que al salir me divisó comiendo porqué de repente se acercó a mí. Cómo hace un rato.

Estaba secando su cabello con una toalla y vestido con un pijama holgado que dejaba ver partes de su piel.

No voy a mentir, al verlo me atragante un poco con la comida. Es que de verdad ese sujeto debería tomar mí lugar en el modelaje.

-¿Lindo baño?

-Muy relajante.

Se acercó a la mesa y se sentó en frente mío.

-Me alegro. La próxima puedes agregar sales minerales o espuma así te relajas más.

-Si... En realidad...- rasco su nuca tímido -Lo hice.- sonrió achicando sus ojos como dos medias lunas y mostrando toda su dentadura blanca.

Me reí atragantandome de nuevo con la comida.

-No te...- tenía mucha comida en la boca y estaba riendo, no saldría nada bueno de eso. Trague y seguí -No te preocupes, para eso están.

Vi como tomaba una servilleta de papel y la acercaba a mis labios, pasándola por la comisura derecha.

-Tenias salsa. Era gracioso y no iba a limpiarte, pero me apiade.- sonrió burlón.

Aun no me acostumbraba a sus drásticas cercanías, por lo que no pude evitar asustarme y sonrojarme a la vez, muy leve, quizá exteriormente ni se notaba, pero yo si y eso era lo único que importaba, porque preocupaba.

-Gracias.

Asintió cerrando sus ojos y se paro. En ese momento me habría encantando leer mentes.

-Ahora si me iré a dormir. Buen provecho.

-Descansa.

Y seguí comiendo hasta terminar mí plato.

Mientras lavaba todo y ordenaba las cosas me puse a pensar que dormiría con el, en mí cama. ¿Qué diría mí madre si se enterará de esto? Reí al no querer pensar la respuesta.

Colgué los guantes y el delantal para dirigirme al baño a ducharme.

Decidí copiar al menor y después de tanto tiempo, hacerme un baño de espuma.

Lo disfruté, por un momento me incomode al pensar que él había estado desnudo justo aquí dentro donde estaba yo.

Y me di una auto-bofetada, me estaba persiguiendo mucho y comenzaba a pensar que no era por el hecho de que mí ideología estaba en contra de todo. Es decir no había pasado ni un día y pensé más en él que en otra cosa.

Todo era nuevo, sin contar que mí carta, mí preciada carta había ido a parar a sus manos. Mucho que procesar.

Entre a la habitación y me quede perplejo. Drásticamente mí espacio se había reducido a causa de un mueble más.

Al parecer en mí ausencia ambas personitas habían comprado una cama pequeña para Chanhee, donde ahora este descansaba plácidamente. Al lado de mí cama ENORME.

Por un lado me sentí feliz ya que a pesar de todo había tenido la buena acción de considerar mí problema. Pero por el otro me sentí pésimo ya que estaba demostrando ser una gran persona y yo una porquería.

Me acosté pensando en lo que se nos avecinaba juntos.


The letter. {그 편지}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora