-¿Podemos besarnos?- esa pregunta me sorprendió demasiado, desde hace un tiempo que salia de la nada con ese tipo de cosas solo para molestarme. Negué, indudablemente, aunque dentro mio lo estaba deseando.
"El deseo es el deseo, el sol no lo blanquea y la marea no se lo lleva."- leí por ahí una vez y comenzaba a tener sentido para mi.
-No. Claro que...- suspire calmándome disimuladamente, mi corazón latía a mil -Claro que no, Chanhee...- lo mire con desinterés pero con un deje de incomodad, que esperaba no se notara. Su personalidad me agradaba y me hacia sentir bien, tranquilo, cómodo, pero aveces sus acciones rompían con eso.
Sin embargo él nunca lucia así, molesto, incomodo. Aparentaba no darle importancia a las cosas y creo que eso era lo que mas llamaba mi atención.
-Esta bien.- rió y se encogió de hombros desinhibido -Sigamos jugando, te toca.
Ya habían pasado meses desde que comenzamos a tener una relación mas cercana.
Solía hacer esas bromas, las primeras veces me las tomé en serio y me puse pálido, lo que recibí a cambio fueron sus carcajadas a cuesta de mí dignidad. Pero a medida que pasaba el tiempo me iba acostumbrando y lo ignoraba o le seguía el juego, sabía que las hacía por los conflictos que tuvimos en el comienzo, pero a veces no podía evitar sorprenderme y exagerar un poco.
-Ah, maldición. ¿Por qué siempre te tocan las cartas buenas?- solté una risita victoriosa al escucharlo, mirándolo arrogante.
Era la tercera vez que le ganaba en lo que iba del juego.
-Por eso no accedí a que apostáramos dinero, te habría dejado seco.- me encogí de hombros sin dejar de sonreír lascivamente. -De chico jugaba mucho con mis abuelos a estas cosas, me enseñaron muchas técnicas, nunca me vas a ganar.
-¿Y si te gano?
-¿En serio queres apostar?
-Si, pero no dinero.
Lo mire alzando una ceja, con el interés brotando de mis poros. El contrario me devolvía la mirada con un tono desafiante.
-Entonces ¿Qué?- me cruce de brazos avanzando levemente mi cuerpo hacia la mesa. -Deja de hacerte el misterioso, es irritante.
Eso provoco una corta risa del menor, realmente le fascinaba fastidiarme.
-Eres muy fácil de irritar, lo siento.- murmuro entre risitas mientras miraba sus cartas, pensativo.
Lo mire con el ceño fruncido y un mohin en mis labios, aun mas fastidiado.
-Algún día me voy a vengar de todo lo que me haces, y te vas a arrepentir. Ya veras.- me estire un poco y tome su mejilla para tironear suavemente. -Ni respetar a tus mayores sabes.
-Uh, suéltame, me dejaras una marca.- se quejo arrugando su pequeña nariz mientras cerraba sus ojos, tratando de alejar mi mano de su rostro.
-Entonces decime lo que queres apostar, o no te suelto.- alce una ceja nuevamente, acercando levemente mi rostro al suyo mientras tironeaba un poco mas fuerte.
-¿Crees que no podría soltarme solo?
-No. Ya te dije sos un debilucho.
Su mirada se volvió oscura y retorcida, sabia que iba a vengarse pero me divertía mucho.
-Esta bien.-suspiro cerrando sus ojos y volvió a tomar aire para hablar. -El que pierde tiene que dejar de usar ropa interior por un día entero, por supuesto el día lo elije el ganador.
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The letter. {그 편지}
Fanfiction[BbangNyu] ¨Sentirse decepcionado toda una vida por la nula devolución de un mensaje que no tenia remitente, era algo verdaderamente innecesario. Por eso fue inexplicable la satisfacción internalizada al recibir la noticia de su llegada, todo lo que...