{Chanhee}
Su enojo tan hiriente y desdeñado solo podría significar una cosa: Younghoon lo sabia todo.
No tenia idea desde cuando, ni como paso, pero lo sabia. Él sabia quien era yo, nuestra conexión mas allá del trabajo, y había estado tanteando el terreno, me había visto huir de él, o lo había supuesto cuando no llegue, pero se sentía decepcionado, eso era seguro.
Él no esperaba a alguien más, me esperaba a mi. Aunque lo había rechazado, aunque le intente dejar en claro que no quería tener ningún tipo de relación amorosa con el, seguía esperando una respuesta concisa de mi parte.
Y tenia razón. Tenia el derecho de obtener una negativa concreta, estaba consciente de lo que provocaban mis mensajes indirectos, y me sentía mediocre.
Pero ni siquiera podía controlar mis estribos cuando estaba cerca suyo, lo intentaba, con todas mis fuerzas, llegaba un punto que era inútil seguir intentando y me dejaba llevar. Eso duraba segundos antes de que entrara en razón nuevamente, y esas eran las razones por las cuales el mayor se encontraba tan confundido. Estaba seguro, muy seguro de lo que hacia cuando lo evitaba, era lo mejor para mi persona, nada bueno saldría de nuestra unión, del tipo que sea.
Sentía un descontrol interior demasiado revolucionario como para dejarlo escapar tan a la ligera, desde el inicio de mis evasivas supe que me ganaría su odio, porque del cariño al desprecio hay solo un paso. Y era exactamente lo que había conseguido, o lo perdía o lo conservaba, y aquella acción de abandonar el encuentro había decidido por si sola.
Sin embargo, sabia que era un tipo de fiar, noble y sobretodo orgulloso, no me echaría de su vida, y en cuanto reconsidere las cosas, dejaría de tratarme con hostilidad. Eran justamente esas cualidades invaluables las que, al mismo tiempo, desterrarían mi imagen del sector en su mente donde habitaba el sentimiento de anhelo. Estaba seguro de eso, porque comprendía que nos parecíamos más de lo que pensaba en ese sentido, con distintas formas de expresarnos pero con las mismas intenciones a expresar.
Los acompañe a ambos al hospital, no iba a quedarme tranquilo si me ausentaba, ademas Juyeon no podría con todo solo aunque a Younghoon le pesara. Lo ingresamos en urgencias, y luego de la evaluación se denoto que no tenia nada muy grave, solo algunas fisuras mínimas que se curarían con reposo absoluto por un par de días. No me esperaba otra cosa de un cuerpo sano y entrenado como el suyo.
Me mantuve alejado de su habitación, sentándome en el pasillo, bebía un café instantáneo de la maquina expendedora del lugar, mientras Juyeon se encargaba de cuidarlo sentado a su lado. Tranquilamente podría irme a dormir a la casa que ya no necesitarían mi ayuda, pero no había nada de tranquilo en esa opción para mi. En un sentido muy culposo y relativo, era mi culpa que se haya dejado golpear por ebrio, podría haberse evitado, no es que me sintiera mal porque comprendía que no le apunte con un arma y lo obligue a beber o a pelearse, pero claramente era una consecuencia de mis acciones.
Debía disculparme de alguna forma, hablar bien las cosas y si tenia intenciones de seguir odiándome, al menos lo había intentado, quería ser su amigo tan simple como eso...
Caí rendido entre aquellos pensamientos y me deje hacer por el sueño, relajándome bastante, la silla era sumamente incomoda pero mi cuerpo estaba exhausto por alguna razón. Unos jalones de cabello me despertaron horas después, no podía calcular cuantas pero suponía que no muchas.
-Levántate, tienes que ayudarme con Younghoon, debo irme así que ve a vigilarlo.
-¿Eh? ¿Que hora es? ¿A donde vas? Sabes que no quiere verme.
-Cuantas preguntas para alguien tan pequeño.- soltó una risita y suspiro. -Ya se le paso la furia y un poco el dolor también, tal vez no te dirija la palabra, pero no va a gritarte.- observo su celular y me sonrió. -Son las diez de la mañana, tengo que solucionar las sesiones que no podrá hacer por todo esto, así que te lo encargo, cuídalo por favor.
Asentí ante su pedido y me levante, recibiendo un par de palmadas en la espalda de su parte, sabia lo que tendria que aguantar cuando el mayor despierte, pero debía ayudarlo. Entre a la habitación y me senté sin hacer mucho ruido en la silla de al lado, para pasar el tiempo opte por ingresar al juego a ver que debía mejorar luego de tanto tiempo sin entrar.
Lo que descubrí no me extrañaba, la conversación con "Bbangman" no estaba mas, al igual que su perfil, suspire pesadamente y me concentre en ordenar un poco las cosas de mi perfil, seguir arrepintiéndome no servia de nada.
De repente se adentro una enfermera con una bandeja y me sonrió junto con una reverencia, diciéndome que traía su desayuno, que lo despertara. Claramente lo haría, pero no me agradaba mucho, sabia que su malhumor aumentaba, ya había pasado por ello. Me pare para acercarme a la camilla y comencé a dar toques a su hombro con cuidado, pero no surtía efecto, suspire y me lo quede mirando mientras dormía, lucia tranquilo sin ese entrecejo fruncido. Lleve una de mis manos a su cabello enterrando mis dedos en el para acariciarlo lenta y suavemente, me daba lastima despertarlo, pero no tuve que tener la intención siquiera, mis dedos en su cabeza lo hicieron por si solos, como si olfateara mi aroma y se hubiera vuelto reacio a mis caricias.
Abrió un ojo con parsimonia mirando directamente hacia mi.
-Ya decía yo que no podías ser Juyeon, se corta los dedos antes de mimarme así.- murmuro con su voz demasiado ronca para mi estabilidad.
Solté una risita con un deje de incomodidad quitando mi mano inmediatamente. -Lo siento, te trajeron el desayuno y me daba lastima despertarte.
No respondió nada y simplemente intento reacomodarse, sentándose como podía, aun le dolía el abdomen se notaba, así que intente ayudarlo un poco, pero rechazo mi oferta negando con el rostro.
-Estoy bien, siéntate y quédate tranquilo.- observo la bandeja delante suyo y arrugo la nariz junto con su labio superior. -¿Por que debo comer esto si mi problema no es interno? Ahg.
-Si queres puedo salir a comprarte algo mas, no tienen que saber que es para ti.
Me miro mientras me sentaba nuevamente y me cruzaba de piernas, siguió con sus obres cada acción como si estuviera evaluandome.
-Tal vez mas tarde te pida un café de los de la maquina, esos si me gustan.
Asentí sonriendo con levedad, sinceramente tenia temor en como reaccionar, si le fastidiaría o no. Luego de un rato paseando mi vista por la televisión, la gente pasando por el pasillo y él comiendo, suspire profundo y descruce mis piernas apoyando cada codo en cada una de estas, agachando un poco mi torso, para sostener mi rostro con mis manos.
-Escucha, lo siento ¿Si? No busco que aceptes mis disculpas como si nada y volvamos a relacionarnos como antes, pero no quiero que esto siga así, al menos no de mi parte, comprendí nuestra situación y en serio lamento haber huido, cuando te vi sentí nervios y solo podía pensar en cosas negativas, yo...- me interrumpió sin siquiera mirarme.
-Esta bien, fue infantil huir en vez de rechazarme directamente, pero yo tampoco me quede atrás con mi comportamiento.- suspiro mirando fijamente su plato vacío de comida. -Yo tampoco quiero que nuestra relación se vuelva en contra nuestro, así que ya esta, gracias por las disculpas, las esperaba.
Me sonrió tan leve que pareció mas una mueca que otra cosa, regalándome un ademan con su rostro.
-¿Entonces estamos bien?- cuestione temerario, echando mi espalda hacia atrás para apoyarme en el respaldo.
-Claro, todo volverá a como era en un inicio, hagamos borrón y cuenta nueva sobre lo ocurrido que no tenga que ver con el trabajo o nuestra convivencia. ¿Te parece?- me dirigió la vista ladeando un poco su rostro.
Asentí, al unisono de escuchar su pregunta, pero sus palabras me dejaron pensando ¿Quiso decir que todo lo que pasamos quedaba en el pasado? Es decir, el beso, los jugueteos, las conversaciones en el juego, ¿Todo eso?
Suponía que estaba bien, pero algo dentro mio no se sentía muy bien.
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The letter. {그 편지}
Fanfiction[BbangNyu] ¨Sentirse decepcionado toda una vida por la nula devolución de un mensaje que no tenia remitente, era algo verdaderamente innecesario. Por eso fue inexplicable la satisfacción internalizada al recibir la noticia de su llegada, todo lo que...