Me cuesta.

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{Chanhee}


Los diseños de los vestuarios que usaría Younghoon habían llegado hacia una semana, ya había preparado dos maquillajes de tres, pero el restante me tenia demasiado indeciso ¿Una sobra smog o un degrade? ¿Labial durazno o rosado? Ah... 

Observe mis raíces frente al espejo, lo oscuro de mi pelo se asomaba por encima del rosa, pero últimamente no tenia tiempo de retocarme, convivir con esos dos era un dolor de cabeza. Aunque no podía quejarme, nunca había vivido mejor en toda mi vida, una casa enorme, rica comida, ducha caliente, cama suave.  ¿Que más podía pedir?

Tal vez que el trato de Younghoon no fuera tan arbitrario y radical, cambiando a cada minuto su forma de sentirse hacia mi, me irritaba un poco porque no sabia que hacer y que no.

Sin embargo, podía beneficiarme de esa actitud que tenia el mayor, era muy fácil de manipular mediante su orgullo, hacerlo enojar se había vuelto mi hobby. Y hoy no era la excepción. 

Desde ese  día que perdió contra mi había estado actuando extraño, mas inestable de lo normal. Sinceramente la razón de hacer la apuesta fue que creí que estábamos haciendo un avance en cuanto a nuestra amistad, en particular, cuando entro en confianza soy bastante molesto, es mi forma de demostrar amor. Quizá estaba siendo exageradamente molesto con él, porque... ¿Por qué? ¿Me entretiene? Si, solo eso. 

Era mejor seguir mintiéndome a mi mismo, nada bueno saldría de aceptar y afrontar mis sentimientos.

Esa misma noche no estaba muy seguro de que había pasado, mi estado en ese entonces no me lo permite, pero de lo que estoy seguro es que ocurrieron muchas cosas que incrementaron su insólito comportamiento. 

Francamente no soy idiota, en cierto sentido creo comprender su conducta, primero me odia, luego sonríe cuando me mira, pero se enfada cuando minimamente lo molesto, para luego preocuparse por mi y demostrar interés. No es la primera vez que vivo algo así, y es justamente por eso que se que no terminara bien. Por eso prefiero ser yo quien se contenga, sabiendo que su inestabilidad hará que él no pueda.

Pese a todo eso, me cuesta. 

Cada vez que su rostro se enrojece cuando bromeo para provocarlo, que retoco sus labios o cierra sus ojos al maquillarlo, que tengo algún tipo de acercamiento físico, o que se sincera conmigo y me demuestra sus lados menos conocidos, me cuesta.

Supongo que bromear es una forma de justificar mis verdaderas intenciones, sin que Younghoon se percate de ello. Aun así esa madrugada, mientras ambos estábamos intoxicados, baje la guardia inconscientemente, o tal vez simplemente me canse de tenerla alta, no lo se. Lo mas difícil fue reprimirme cuando desperté con su torso desnudo a un par de centímetros, solo atine a bromear y molestarlo, otra vez, pero mi corazón y mi cuerpo no paraban de reaccionar. Fui salvado por su torpeza.

No había una finalidad oculta en que cumpla con la apuesta, simplemente quería perturbarlo un rato, que se persiga esperando alguna sorpresa de mi parte y así divertirme con eso. Las cosas iban bien a mi favor, lo que esperaba que pasase estaba pasando, hasta un poco mas.

Que se desvista sabiendo que no llevaba ropa interior aunque yo estaba ahí dormido, no lo habría imaginado nunca, solo a él se le ocurre hacer eso, como si despertarme fuera algo tan grave. Fue por eso que decidí quedarme y darle lo que buscaba, no era mi culpa que su cuerpo sea tan jodidamente esbelto, tampoco lo era que los músculos de su espalda se marcasen a medida que se movía, ni que su rostro luciera tan tierno mientras se sonrojaba por mi mirada.

Estaba al limite del caos, renegaba interiormente haber elegido quedarme, porque mi cuerpo comenzaba a tener impulsos, y quería dejar de verlo para poder abandonarlos, pero estaba situado entre una sensación hipnotizante y la soberbia de no hacerle saber que podía ser débil ante él.

En fin, desde que lo vi en el aeropuerto supe que mudarme con él seria mi perdición, pero para mi sorpresa supe sobrellevarlo bastante bien, su personalidad ayudo mucho en eso. Estaba manejando muy bien la situación, en serio lo hacia. 

Entonces ¿Por qué ahora me encuentro encerrado en el baño, acalorado y con la respiración tan acelerada? Al perecer no leí sus intenciones con la claridad necesaria.

¿Como se le ocurre interrumpir mi espacio de trabajo con un accionar tan osado y fuera de lugar? -Si iba a hacerlo al menos que me avise, agh.- murmure escondiendo mi rostro entre mis piernas, volviéndome una bola, queriendo desaparecer. Aun no tenia en claro de donde había sacado la fortaleza para no salir corriendo inmediatamente, o para no gritarle en la cara que no le hacia justicia a su edad, bastante inexperto. Ah, estaba exhausto, no se como lo enfrentaría ahora, no podía dejar de rebobinar el beso en mi memoria.

Por suerte, o tal vez no tanta, mis pensamientos fueron interrumpidos por mi celular. ¿Un mensaje del juego? Genial, quiere ver a "New", recibe un rechazo indefinido de mi parte y sin parpadear corre a los brazos de, lo que él cree es, otro sujeto. 

Me fastidio que me descartara tan fácil. Trajo memorias antiguas y bastante enterradas, siempre terminaba siendo parte del juego de cualquiera.

Porque si, desde esa vez que me contó sus aventuras virtuales, comencé a sospechar y a medida que pasaban los días, las sospechas se volvían hechos. No puedo estar cien por ciento seguro, pero es un 90/10, por lo que pensé decírselo, solo no encontraba como. Pero ya no pensaba decirle nada, seria mejor que lo averigüe cuando nos viéramos. Ya estaba cabreado con ese asunto.

Decidí salir del baño, ya me había tranquilizado, mi etapa frenética se quedo atrás, se despidió con la llegada de ese ultimo mensaje con el día, la hora y el lugar del encuentro. Si así quería jugar, jugaríamos. 

Me dirigí al set, donde aun le tomaban las fotos, parándome de brazos cruzados a un lado mirándolo fijo. Pude notar su repentino cambio en el semblante al verme. Tenia que controlarme, no podía ponerme siquiera contento por aquello, estaba mal, muy mal.

Ah, pero ¿Como lograrlo? Una sutil sonrisa se me escapo correspondiendo la suya, que lucia algo apenada con un deje de incomodidad sobre sus comisuras. 

Las fotos cesaron y tarde un poco en notarlo, comencé a huir nuevamente con algo de disimulo, pero los pasos agigantados y veloces del mayor no me dejaron mas alternativa que parar. 

-Chanhee.- me gire al oírlo, mirándolo sin flaquear, indicándole que lo estaba escuchando, que podía proseguir. -Ehm.- rasco su nuca bajando un poco la mirada, pude notar el nerviosismo tanto en su voz como en sus ademanes. 

Tuve que respirar profundo.

-Esta bien, no tenes que darme explicaciones, aclararme tu sexualidad, ni nada por el estilo.- negué mientras lo decía, elevando mis manos y moviendolas de un lado al otro contrariamente, quitandole importancia al momento.

Me miro bastante desconcertado para mi gusto, pero alivio su exprecion rápidamente y asintió con el rostro, parecía un cachorro abandonado. Me acerque con cuidado y extendí mi mano, con una mueca bastante risueña en mis labios.

-Hagamos como si nunca paso.- alegue guiñándole el ojo para que estrechara mi mano como tanto le gustaba hacer.

Su porte no era el que esperaba, pero tampoco podía explicarlo, simplemente volvió a asentir y estiro su brazo para tomar mi mano: 

-Bien.

Ah, ¿Tan seco? ¿No debería ser yo el serio?

Jale de su brazo para acercarlo a mi y murmurarle algo cerca del rostro para molestarlo, rompiendo el hielo entre nosotros nuevamente: 

-No se porque todas esas veces te hiciste el tonto si tenias tantas ganas de besarme.-  solté una risita y le saque la lengua soltándolo, alejándome a través del pasillo.

No tenia ni la menor idea de como toda esta situación iba a cambiar nuestra relación. Pero lo haria.





The letter. {그 편지}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora