Sinceramente muero por conocerte.

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Unos pequeños dedos estaba tocando mis mejillas, reiteradas veces pero de manera suave. Cuando abrí los ojos me asusté y me corrí hacia atrás, golpeando mí cabeza contra la pared.

-¡Lo siento! No quise asustarte. Juyeon me dijo que te despertara, adiós.

Y salió corriendo de la habitación.

Me quedé anonadado, hacía mucho no me despertaban tan delicadamente. Aunque me asusté al tener su rostro tan cerca, fue lindo despertarme sin los gritos aturdidores del pelinegro, ni su forma de apagar y prender la luz para molestarme.

Refregué mis ojos y me dirigí al baño para asearme. Luego me cambie y salí al comedor.

Chanhee vestía un jean ajustado, una camisa floja blanca y unos zapatos de charol negros con blanco. Me gustaba.

Juyeon vestía un traje negro con rayas muy finas y blancas.

Por mí parte me coloque un equipo deportivo ya que la ropa la eligirian en la sesión de fotos de hoy. Una de esas personas sería Chanhee, aunque había decidido que se encargará más del maquillaje.

Nos dirigimos los tres hacia el galpón donde nos estaban esperando los del estudio fotográfico y el personal de mí empresa.

Al llegar presente a Chanhee formalmente y aclare su nuevo puesto, todos estuvieron de acuerdo y lo trataron bien.

Me acerqué al asesor de imagen y el trabajo comenzó.

Me colocaron unos pantalones negros y una camisa blanca, algo suelta, dejando cerca un suéter que me pondrían para algunas de las fotos. El fondo era completamente blanco, un concepto que solían usar conmigo, básico.

Llego el momento de lucirse para Chanhee.

Inmediatamente me sentó frenéticamente sobre la silla en frente del espejo. Su rostro se tornó serio y concentrado lo cual me causo curiosidad.

Tomo un pincel y comenzó a pasarlo por mí ojo. Repitió eso un par de veces más pero esta vez con distintos tonos de sombra marrón, muy suave. Luego las imperfecciones, la base y la corrección de forma.

Sin embargo en el momento de colocarme el labial, con sus finos dedos, paso una especie de aceite con aroma rico sobre mis labios, lo cual causó que me estremeciera sin entender el porqué. Los pulió con un labial especial y finalmente los pinto sutilmente con un gloss.

Me sonrió y acomodo un poco mí cabello, humedeciéndolo para que simule estar mojado o transpirado, me dejó pararme y que prosiga a la sesión.

Fue rápido, me impresionó y eso me agradó.

Las fotos se hicieron cómodamente y el día al fin había finalizado para mí.

O algo así.

O algo así

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The letter. {그 편지}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora