Impasible ella esperó la respuesta de él en silencio. En ese momento se dio a la tarea de observarlo más detenidamente, ante la carencia de una respuesta de su parte.
Alto, tanto que le sacaba media cabeza, tez apiñonada y ligeramente más bronceado de los brazos, su cuerpo era escultural y delgado. Su rostro lo cubría una espesa barba por toda su mandíbula y hasta llegar por medio cuello. Era de facciones toscas sin ser poco estéticas, una nariz prominente y un poco respingona era lo que más destacaba, sin embargo parecía armonizar con todo. Al ver otra vez a sus ojos: que eran de un color ambarino podía ver su incertidumbre reflejada, su pupila ser dilatada al verle directamente. Conectando miradas, creando un ambiente espeso y lleno de misterios...
-soy...Michael
Ella en respuesta sólo se limitó a fruncir el ceño, insatisfecha con la respuesta. Volvió a preguntar:
"¿quién...eres?" igual con esfuerzo añadido.-¿Michael?...- dijo nuevamente sin tanta convicción.
-¿quién... lo dice?-empezó a recuperar de a poco el habla, y cuestionó con más ímpetu.
—Yo...
—¿Y qui...én eres tú?
Ve a Michael más confundido que antes. Sin una respuesta; él se quedó ahora sin habla.
—Esa...no es, una respuesta... Tu debes ser más que un nombre.
Y con esa contestación, se dio vuelta tranquilamente y a paso ligero caminó hacía las espesuras del bosque.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•—¡Me perdí! ¿Me ayudarías?— dijo con desespero Michael, en un intento de retenerla a su lado más tiempo pues, algo en su presencia le causaba sosiego....
Se detuvo. Y sin saber, ella esbozó una sonrisa de satisfacción. En eso, sin dejar de sonreír lo voltea a ver y asiente enérgicamente, y con un movimiento de cabeza le índica que la siga. Sin esperarle, se vuelve a encaminar por donde iba con brío.
—¿A dónde vamos?—cuestionó casi gritando pues ella se iba alejando cada vez más; a pesar de haberle escuchado sigue avanzando con rapidez. A la par él va trotando y ocasionando el crujir de ramas, dándole la razón de que la esta siguiendo y la seguirá más adelante. "En una travesía sin sentido" pensó Michael.
Seguían y seguían caminando. Sus piernas le protestaban parar y un apetito voraz lo atenazó sin tregua.
—¿Ya iremos a llegar a donde me llevas?—dijo quejumbroso.
—Sí— sin más contestó, pero no paraba y parecía no inmutarse por el recorrido bajo el sol extenuante y caminos irregulares.
Refunfuñaba Michael, su humor iba cayendo en la desesperación y su enojo se podía reflejar en todo él, esos ojos de mirada comúnmente tranquila, parecían flamear. No lo aguantaba más...
Ella volteó y no pudo más que sonreír enternecida por su aspecto casi iracundo. Se acercó y le tomó las dos manos con tal naturalidad, como si lo conociera de siglos, él sólo podía verse reflejado en esos ojos tan bellos y expresivos así como pacíficos. Reforzó su agarre a las manos de ella y todo se torno en silencio, la mente calló, el ruido del bosque se convirtió en sinfonía, todo se volvió un poco más bello...
—¿Quién eres?— le preguntó aún consternado por aquella criatura tan irreal.
—Yo se lo que soy. No necesito expresarlo en una simple palabra...pero tú, no lo sabes y vamos a ver si se podrá remediar.
"Por eso nos encontramos, es mi deber ahora encaminar a tu alma. Pero antes que nada, debes permanecer en silencio así como ahora, sé silencio...y después la mente va a callar con el mismo silencio externo. Luego ya todo lo podrás convertir en silencio y solo así... Tu alma se manifestará en tu cuerpo físico y te revelará quien eres y quienes somos todos nosotros"
Terminó ella de hablar, y con eso cayó en cuenta de su cercanía. De sus rostros rozándose. De alientos mezclados. De lo extrañamente cómodo que se sentía al tenerla tan pegada a si. A pesar de que finalizó, ella no hizo amago de moverse y darle espacio a sus cuerpos. Esa aura suya lo empapaba de serenidad y su halo iridiscente era apabullante.
—mira...—le decía y acto seguido tocaba su pecho a la altura del corazón — y siente esta calma en tu interior...es fácil y relajante...
Era imposible, cuanta soltura y tranquilidad decía tales palabras tan significativas, tan emotivas...

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Eternum Natura
Kısa HikayeNo hay tiempo... Ella sabe que no existe. No hay reglas... La vida es la única limitante. No hay caos, hay sólo calma. No hay calma, sólo es ella. No es ella, es lo que es.